No puedo sustraerme a comentar un hecho que a todas luces marco a Sonora este fin de semana en el desalojo por medio del uso de la fuerza pública de la carretera 100 Hermosillo-Bahia de Kino que había sido tomada por manifestantes del transporte suburbano de esa población.
Las imágenes que circularon en redes sociales de un oficial apuntando su escopeta a civiles desarmados, es impactante y por demás reprobable e inadmisible a la luz de una sociedad de libertades en la que hoy vivimos los sonorenses y de la cual nos sentimos orgullosos.
El uso legítimo de la fuerza, precisa que los objetivos son hacer cumplir la ley; evitar la violación de derechos humanos y garantizar el restablecimiento de la paz y el orden público.
Pero por más que trato de buscar una explicación lógica de este episodio no la encuentro y me lleva a reflexionar sobre los siguientes puntos.
1. Si bien es cierto el estado debe preservar los derechos de terceros y el uso de la fuerza pública está establecido en nuestros ordenamientos jurídicos también existen protocolos de uso legitimo de la misma que en esta actuación no se observaron.
Ya los 11 ministros de la SCJN han expresado de manera unánime que el uso de la fuerza pública bajo ningún concepto democrático basado en los derechos del hombre puede ser concebido como la primera opción a la que recurran los agentes del orden público.
Los videos que circulan de este desalojo son de una actuación desordenada, confusa y de represión. No se tiene que dejar pasar por alto el principio ético de toda agrupación que ejerce la fuerza pública, que solo se utilizará la fuerza con el fin de controlar y hacer cesar una resistencia ilegitima, nunca lesionar “SOLO CONTROLAR”.
2. Este suceso debe servir para que el congreso del estado impulse iniciativas que le brinden certidumbre a los ciudadanos y a los propios agentes de seguridad pública sobre el protocolo a seguir en las actuaciones de los cuerpos de seguridad en la entidad.
Otras entidades federativas han armonizado y homologado sus leyes locales de conformidad con estándares internacionales, buscando siempre proporcionalidad entre el nivel de resistencia que se presente y el nivel de control adecuado para no generar violencia.
Así como la obligatoria necesidad de dotar con equipo, capacitación y adiestramiento para llevar a buen puerto la aplicación de la ley.
3. La sociedad sonorense cada vez es más participativa y más expresiva, los tiempo de agachar la cabeza han quedado en el pasado; por lo tanto los funcionarios públicos deben evolucionar y estar preparados para lidiar con este despertar ciudadano puesto que al contar con información de primera mano y al momento de los hechos, la sociedad califica de manera instantánea el desempeño de nuestras autoridades ante los hechos de violencia o abusos de autoridad.
Los funcionarios que no tengan la humildad de aceptar y enmendar errores y excesos cometidos en sus actuaciones deben ser separados de sus puestos de lo contrario será un mal presagio para los gobiernos actuales que deben verse en el espejo de sus antecesores.
Agradezco sus comentarios y retroalimentación a través del correo electrónico davidfigueroao@me.com; y en redes sociales: Twitter @DavidFigueroaO /Fb David Figueroa O.
Reseña: David Figueroa Ortega es empresario, Ex Cónsul de México en Los Ángeles y San José California; Ex Diputado Federal; Ex Alcalde de Agua Prieta; Ex Dirigente del PAN en Sonora.
