Estamos de nuevo en febrero loco, el mes emblemático para reflexionar y poner en la palestra al amor…,”esa cosa”, que dicho en cualquier idioma, es sin duda esplendorosa.
Aprovechemos la ocasión como en años anteriores, para divagar al respecto.
El día de hoy, seré más breve que de costumbre. Lo que ahora pretendo es invitarlos a que con el material que pongo sobre la mesa, cada quien le de vuelo a la hilacha, tanto como quiera.
Adjunto para ello dos sentencias, mismas que dan la pauta para adentrarnos en una concepción relativamente poco asumida:el amor como una elección, como algo que para conseguirlo, exige de cada uno de nosotros trabajo, gasto de energía; concepción distinta a la prevalente: el amor como “algo que se siente”.
El amor no es atracción… el amor no es dependencia… el amor no es deseo, no es fijación… el amor no es una relación… el amor es un estado del ser.
Amar significa, al menos, claridad de percepción y precisión de respuesta. Ver al otro claramente como es… Cuando el ojo está limpio, el resultado es la visión. Cuando el corazón está limpio, el resultado es el amor.
Anthony de Mello
El amor no es algo natural: el amor es un arte. Y como todo arte, requiere disciplina, concentración, paciencia, fe y superación del narcisismo. El amor no es un sentimiento: es una práctica.
Erich Fromm
Desde ésta perspectiva, una estrofa de la popular melodía de Manuel Alejando, popularizada por el príncipe de la canción, resultaría profética: “Casi todos sabemos querer, pero pocos sabemos amar“; si bien, otra estrofa pudiera resultar muy cuestionable (“Amar es sufrir, querer es gozar“).
El amor como sufrimiento, es una percepción muy frecuente. Todo un tema, pero dejémoslo para otra ocasión.
Para no darle muchas vueltas al asunto, les propongo éste mes consultar los escritos de éstos autores para que, luego de hacerlo, cada quién saque sus conclusiones (“¿Es posible el amor verdadero?” “Una llamada al amor” de Anthony de Mello, y “El arte de amar” de Erich Fromm). Si ya los leyeron, revisarlos de nuevo puede resultar verdaderamente sorprendente. Si no han hecho… ahora es cuando.
Y como prietito en el arroz, les paso el vínculo de un artículo de Ángeles Mastretta que leí hace ya algunos abriles (agosto de 1986) y que desde entonces, me dio luz definitiva sobre un aspecto del amor extremadamente prevalente: “el desamor”. Dense tiempo de clavarle el diente, estoy seguro que les resultará, cuando menos, muy provocador, sobre todo si aceptaron la propuesta de revisar las obras de E. Fromm y A. de Mello.
Para concluir, esta capirotada conceptual, denle una revisadita al video de éste año de la iniciativa “soyamante.org”. Recomendable, pero para mi gusto, los de otros años están cargados de mayor riqueza.
Sin otro particular,
Salud y paz.
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