Hay sólo tres casos registrados, en la historia del PRI, en que un gobernador en funciones deje su cargo para asumir uno en la dirigencia nacional de su partido, y los contextos son completamente diferentes al actual.
Existe el caso de Manuel Sánchez Vite, gobernador de Hidalgo, electo para el periodo 1969-75, quien asumió la presidencia del partido en 1970, cuando gobernaba el país Luis Echeverría Álvarez.
A Beatriz Paredes Rangel le faltaba un año para concluir su mandato como gobernadora de Tlaxcala, cuando asumió la secretaría general del PRI en 1992.
Se recuerda también el caso del gobernador de Zacatecas, Genaro Borrego en 1993; éste sí asumió la presidencia nacional del partido, en vísperas de la malograda campaña de Luis Donaldo Colosio.
No es, pues, común que ese enroque suceda en el tricolor. Sin embargo, el anuncio del gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas en el sentido de que buscará reunir los consensos necesarios para llegar a la presidencia del partido ha levantado muchas especulaciones.
De sobra es sabido que en los momentos en que el PRI no tiene un presidente en Los Pinos, como es el caso actual, la fuerza del partido se concentra en los gobernadores, y a eso nos referimos cuando se alude a “los consensos necesarios”.
En los últimos días la prensa nacional ha registrado versiones en el sentido de que la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano estaría considerando la posibilidad de participar en esa contienda interna, acompañando al ex rector de la UNAM, José Ramón Narro Robles como secretaria General.
La versión no deja de sonar un tanto disparatada, pues un movimiento de esa naturaleza se antojaría de alto riesgo, considerando el contexto nacional en donde el PRI aparece reducido a la mínima expresión que se recuerde incluso en las dos primeras ocasiones que perdió la presidencia de la República en 2000 y 2006.
Es natural que en el PRI se busquen perfiles bien calificados como el de la gobernadora de Sonora para acompañar al doctor Narro rumbo a las elecciones intermedias de 2021, que serán claves en la perspectiva de la sucesión 2024.
Ayer se hizo mucho ruido con la viralización de una imagen en que la gobernadora aparece en amena conversación con el doctor Narro, lo que alimentó la especulación que ya había sido sembrada en la prensa nacional desde días antes.
De acuerdo con fuentes regularmente bien enteradas sobre el acontecer del ex partidazo, este acercamiento tiene más bien otro objetivo, y ese está relacionado con el envío de una señal hacia el grupo que apoya al gobernador de Campeche, y que presume el apoyo de la mayoría de los doce gobernadores con los que actualmente cuenta el PRI.
La presencia de Claudia Pavlovich al lado de Narro parece buscar más bien levantar la mano de una gobernadora que en la primera mitad de su mandato ha aparecido invariablemente en el top five de mandatarios estatales mejor calificados, independientemente del tropezón del pasado 1 de julio, atribuible en buena medida al tsunami lópezobradorista, más que a su desempeño como gobernadora.
Es claro que en el relevo de la dirigencia nacional del tricolor se están dando los naturales reagrupamientos de los grupos de poder reales y fácticos que tradicionalmente operan en ese tipo de decisiones, y en los próximos días habremos de ver cómo se definen.
Lo que es destacable es la relevancia que ha tomado la gobernadora de Sonora, para que se le considere ya en movimientos de este nivel, aunque, por lo que ella misma ha manifestado en otras ocasiones, se encuentra más ocupada en su agenda como mandataria estatal, y más ocupada en sacar adelante los cien compromisos que se echó a cuestas en su campaña, y sobre todo, en lo que ha sido enfática, en trabajar lo que para ella es el año más importante: el séptimo.
II
Como lo adelantamos en el despacho de ayer, el tema del juicio político contra el ex alcalde de Hermosillo, Manuel Ignacio Acosta escalaría en estos días, lo cual sucedió al ratificarse una solicitud en ese sentido, por parte de la contralora municipal, Patricia Arguelles.
La funcionaria acudió ayer al Congreso para ratificar dicha solicitud, derivada de una presunta desviación de fondos federales, observados por la secretaría de Hacienda estatal y que, de acuerdo al presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, Julio Alfonso Montes Piña, la parte acusadora tendrá que demostrar.
“Tienen que comprobar lo que dicen; si están acusando de malversación o daño a la hacienda pública del Ayuntamiento de Hermosillo tendrán que comprobar que es así, una vez que lo comprueben, siendo el caso, nosotros estamos obligados a proceder en consecuencia”, aseveró el diputado Montes Piña.
Ahora bien, es obvio que el equipo del ex alcalde no se va a cruzar de brazos ante esta nueva intentona de enjuiciarlo y ya adelantó que la demanda es improcedente, toda vez que deriva de la no solventación de un recurso que fue ejercido por la administración 2012-2015 y no por la que encabezó Maloro Acosta.
Desde el pasado 5 de marzo el escrito con tal solicitud fue recibido en el Congreso y turnado a la comisión citada, pero la acusación carece de sustento, sostienen.
La petición de juicio político es extemporánea, pues Acosta Gutiérrez se separó de su cargo como presidente municipal el 26 de enero de 2018, y el procedimiento respectivo deberá iniciarse durante el tiempo en que el servidor público desempeñe un empleo, cargo o comisión dentro del año siguiente al de la conclusión de sus funciones, de acuerdo con la Constitución.
Maloro Acosta pidió licencia por tres meses el 26 de enero de 2018 y presento su renuncia el 16 de marzo, de tal manera que ya ha pasado más de un año y ha vencido el plazo para iniciar un proceso de esa naturaleza.
Pero el punto clave es que la solicitud está basada en la falta de solventación de un recurso que no se ejerció en su administración, sino en la de Alejandro López Caballero. Se trata de recursos del Ramo 23 por 6.8 millones de pesos ejercidos en 2015, pero no en el último trimestre de ese año, con el agregado de que la actual administración encabezada por Célida López tuvo conocimiento de este tema desde el 9 de octubre de 2018, por lo que estuvo a tiempo de solventar lo observado y no lo hizo.
En resumen, todo parece indicar que este nuevo episodio quedará en un nuevo fuego de artificio.
III
En este espacio no nos cansaremos de insistir en destacar el trabajo que se está realizando desde la dirección de prevención del delito, concretamente en el tema de la prevención y el combate a las adicciones, esa maldita pesadilla que lastima a las familias y extiende sus nocivos efectos al resto de la sociedad.
Cada paso que se dé en el camino de la prevención, la capacitación y la rehabilitación tiene que ser reconocido y tiene que convocar también a la sociedad en su conjunto para salir de una situación en la que no basta buscar culpables, sino aplicar los esfuerzos de todos para abatirla.
Casa por casa, el equipo de la doctora María Isabel Batriz López, directora de esa dependencia ha estado “peinando” la ciudad involucrando profesionales de la sicología, la docencia, a organismos civiles y voluntarios que deseen formarse como orientadores en adicciones, para llegar a los lugares donde esa problemática se presenta con mayor frecuencia e intensidad.
Ayer estuvieron capacitando a maestros de la primaria Gabriela Mistral, de la colonia Jacinto López, el Centro Educativo para niños y adolescentes con necesidades cognitivas “Mentes brillantes”, y el Centro de Rehabilitación CIAD en la colonia Los Ángeles.
Los temas: ¿Qué son las adicciones? ¿Cómo identificar a quien consume drogas? ¿Qué efectos o consecuencias tiene el consumo de drogas en el cuerpo y en la mente?
Estos esfuerzos son importantes, porque todos tenemos cerca a alguien con problemas de adicciones. Y si no lo vemos alrededor, entonces probablemente quien tenga el problema es uno mismo. Aguas.
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