¿Y el trabajo de tierra?

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La cibernauta lectora, el troleador lector estará de acuerdo conmigo en que la pandemia les cayó como anillo al dedo a más de cuatro aspirantes a lo que sea en las pizcas electorales, escasamente afectos a sudar el calcetín en los recorridos por las colonias y más bien proclives al ocio del confinamiento, la arenga desde el sofá, la condena desde el teclado del Smartphone, la retórica flamígera de Twitter, los divertidos memes de Facebook, la búsqueda de la empatía en Instagram y así.
Guerrilleros del teclado, Adelitas del Zoom se han tomado muy a pecho eso de que las campañas se ganan en las redes y la competencia electoral parece residir hoy en los likes y los retuits de dudosa procedencia, y escasa efectividad para aparentar convocatoria, empatía y un amplio consenso entre las masas populares que en realidad andan más ocupadas en labores propias de su sobrevivencia que en la evaluación de un meme.
Entiendo que aún no comienzan las campañas y que esta vez el proceso electoral será un tanto cuanto diferente en el sentido de que nuestros aspirantes a lo que sea tendrán que omitir el compasivo abrazo a la viejita en silla de ruedas; el beso en la mejilla al niño ‘de brazos’; los apretujados trayectos al templete entre una multitud que se deshace por conseguir el saludo de quien los llevará por la senda del progreso, el desarrollo y las oportunidades.
Pero de acuerdo a lo que me reportan desde las tres principales fuerzas en disputa, prácticamente todos se han instalado en una zona de confort donde lo más complejo es conseguir un like que suponen es un voto.
Nadie, me dicen (yo me resisto a creer y diría que casi nadie) está trabajando en tierra; muy pocos atienden las estructuras que usualmente promocionan el voto en las colonias, pueblos y rancherías, y en esta etapa parecen más concentrados en descuartizar al contrario con un meme o un tuitazo.
No parecen advertir que lo que se está gestando es quizás el proceso electoral con más baja participación cívica: en parte por la pandemia, en parte por la ausencia de perfiles atractivos, en parte por el desencanto que genera el reciclaje de figuras que pretenden lavar sus pecados con el jabón del cambio de siglas partidistas.
La intensidad del debate en redes sociales tiene su correlato en un sentimiento de apatía en barrios y colonias donde la gente está más ocupada, y preocupada por resolver los avatares de su cotidianidad inmediata.
Antier, frente al negocio de mi esposa, la tranquilidad de la mañana se rompió con los alaridos dolorosos de una joven mujer que desde su carro, estalló en un ataque de histeria. Por lo escuchado, llevaba a su madre a algún lugar y la señora no estaba de acuerdo. Una discusión que podría haberse salvado en otras circunstancias, pero sólo ellas saben lo que traen en el costal de sentimientos acumulados en un año de confinamiento. 
Es la realidad cotidiana contra las fantasías de la política.
Otra estampa ilustra esa disociación.
Ayer, la alcaldesa de Guaymas, Sara Valle departía con algunos vecinos en sus ansias locas de granjearse sus simpatías y reelegirse. En alguna parte de la plática, se escuchan claramente las detonaciones de armas de fuego. La escena es terrible porque todos se levantan de sus sillas y corren a refugiarse en algún lugar seguro.
En el trienio de Sara Valle han asesinado a casi una veintena de policías municipales; le han asesinado a dos funcionarios en pleno centro de la ciudad. El puerto es un desastre en todos los órdenes, pero especialmente en el de la seguridad pública. Ayer, Sara Valle difundió en redes sociales un video en el que anuncia su registro como candidata de Morena a la alcaldía. 
Pero tuvo más vistas, retuits y likes el video en el que se levanta apresurada al escuchar los disparos, mientras sus guaruras corren a protegerla.
Percepción es realidad. Dicen.
II
Independientemente de la justeza o no de sus demandas, muy mal se vieron los ex concesionarios del transporte urbano en Hermosillo al realizar un ruidoso plantón por fuera de la casa de la gobernadora Claudia Pavlovich.
Mal si no lo sabían, peor si sabiéndolo, los manifestantes decidieron de todos modos hacer su escándalo fuera de esa residencia donde doña Alicia Arellano Tapia, madre de la gobernadora convalece de una enfermedad seria, que a su avanzada edad lo menos que requiere es la perturbación de su paz.
Por cualquier lado que se vea, esos desplantes de los ex concesionarios fueron una grosería y una falta de respeto. La manifestación, insisto, puede tener legítimas demandas, pero bien podrían realizarla en la plaza Zaragoza, frente a palacio de Gobierno, o en las oficinas de la Dirección del Transporte, donde despachan quienes pudieran atenderlos.
Tache.
Y doble, porque en esos momentos la gobernadora ni siquiera estaba en casa, sino reunida con el mismísimo presidente de la República en Palacio Nacional, abordando temas urgentes que en su calidad de presidenta de la Conferencia Nacional de Gobernadores fue a plantearle.
En ese encuentro, Claudia Pavlovich detalló que a nombre de los gobernadores agrupados en la Conago, las prioridades en los próximos meses serán tres: la vacunación contra el Covid19, el fortalecimiento del sistema de educación a distancia y la protección de niñas y niños contra la pornografía y el tráfico sexual infantiles.
Este último tema adquiere relevancia pues en el primer semestre del año pasado se registró un incremento del 157 por ciento en las denuncias ciudadanas por esa problemática, que representa una gran amenaza para la niñez y desde luego, para las familias de las víctimas.
Y en cuanto a la educación a distancia, se propone que Coneval reconozca la falta de acceso a la tecnología como una carencia de los estudiantes, para que el Estado diseñe e implemente políticas públicas que reduzcan la enorme brecha de desigualdad existente en este rubro, que se manifestó brutalmente con la pandemia.
Tanto el presidente como la gobernadora coincidieron en la necesidad de seguir trabajando juntos y de manera coordinada para sacar adelante el proceso de vacunación, privilegiando los sectores más vulnerables.
Ambos tienen muy claras esas prioridades. Los ex concesionarios también, como lo dejaron muy bien asentado ayer.
III
Ayer quedó formalmente registrada la alianza entre Morena, PT, PVEM y Panal para llevar como candidato común a la gubernatura a Alfonso Durazo Montaño, llevando como nombre ‘Juntos haremos historia en Sonora’.
Como se sabe, esta no es una coalición, sino un convenio de candidatura común en torno al candidato a la gubernatura y a quienes sean sus candidatos en 10 de los 21 distritos electorales y en una veintena de municipios, entre los que no figuran los más grandes.
Va a resultar muy interesante ver cómo resuelven cada caso en los municipios y distritos donde no van juntos, rivalizando en lo local y coincidiendo en lo estatal. En fin, otro elemento para hacer de la que viene, una elección atípica.
IV
Platicamos ayer con nuestra amiga Claudia Cano, aguerrida ciudadana con acreditada trayectoria en el servicio social y la atención comunitaria. Hasta hace dos días, trabajaba en la AC Energía Sonora, al lado de Antonio Astiazarán, pero sus inquietudes políticas la llevaron a aceptar la propuesta de Ricardo Bours para acercarse a Movimiento Ciudadano.
Me dice que aún no han conversado sobre el tema de alguna eventual candidatura, pero si aparece eso en su camino, no dudamos que la señora hará un destacado y muy competitivo papel. De hecho, sería un rival de cuidado para cualquiera que disputara una elección con ella.
Así que no la pierdan de vista.

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