Alain Verschueren es un artista y trabajador social con residencia en Bruselas, Bélgica, que creó lo que llamó “oasis portátil”: se trata de un invernadero como casco, para estar bien oxigenado ante el coronavirus (COVID-19). Es la sensación entre los ciudadanos que lo ven caminar por las calles de esta ciudad.
Cuando los países de Europa dijeron a residentes que crearan una “burbuja” para limitar sus contactos sociales durante la pandemia, probablemente no era lo que tenían en mente. El “oasis portátil” de Alain Verschueren está hecho de plexiglás, se coloca sobre los hombros y purifica el aire con plantas aromáticas al interior.
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