Poema de domingo.- Yo te escribo poemas para que no me olvides. Les doy forma de barcas, los diluyo en el agua, les digo que te busquen, que sigan en el mapa nocturno de los astros la ruta de tu luz, tus canciones de otoño, metáforas de tiempo…
Yo te escribo poemas, les pongo alas y verbos, voy tatuando en el viento, en el día, en la noche, en bosques y praderas, en la montaña incierta, tu nombre sensitivo, breve como un suspiro, donde caben mis sueños…
Bernardo Elenes Habas
El tren desliza su estela insomne
devorando distancias.
Repasan sus ventanas
fulgor de campos y montañas.
El corazón del libro
que palpita en tus manos
construye ardientes versos
de noches estrelladas
paridas por Neruda…
Atrás, Francia diluye
su júbilo nocturno,
sus plazas, sus museos…
Se vislumbran Los Alpes…
Suiza acerca su aroma,
sus laderas rocosas
derraman tus asombros,
como cuando apartabas
las sombras de la aurora
en el lago del pueblo
persiguiendo horizontes…
Compartes tu emoción
trascendiendo los mares:
¿cómo estás?, te recuerdo,
vengo de la ciudad
nido azul de Voltaire,
voy a Suiza en un tren,
releyendo a Neruda…
Mientras tanto, en el Valle
La noche es un fantasma
alargando murmullos…
el verano comienza
con su ciclo de fuego…
Se oficia una oración
para que el agua lave
el rostro de los seres…
Humedezcan las lluvias
las flores del recuerdo,
sueños que no marchitan,
que viajan en tu tren,
que es el tren de la vida…
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