Denuncia inflación y carestía, la CTM.- Bien que se miren en el espejo de los trabajadores, donde se refleja una realidad que duele, sobre todo a las amas de casa, quienes manejan la economía de los hogares.- Es hora de sentir el Sonora y el México verdadero.
Bernardo Elenes Habas
El remarcado de precios en productos de la canasta básica, alarma a las familias de los trabajadores. Esto, sin contar pagos a CFE, agua, combustible…
Es una situación que indigna a las amas de casa, en mercados y centros comerciales. No pueden ocultar su enojo, porque les están llegando a donde más les preocupa: la alimentación de sus hijos y de quienes salen cada mañana a dejar su esfuerzo en la fábrica, la maquiladora, el taller, las obras de albañilería, en el mismo comercio informal, y por supuesto, en las escuelas de todos los niveles…
Ellas, cuando se disponen a comprar los básicos para darle sustento y fortaleza a su hogar y a quienes lo integran, no pueden simular su impotencia, la que sienten que les ahoga, porque no tienen hacia donde volver sus ojos y encontrar una tabla de salvación, ya que saben que desde esos puertos a los que deberían de aferrarse, solamente brota el discurso machacón y consistente de que todo va bien y que la gente es feliz…
Por eso es oportuno en Sonora, que la CTM que dirige Javier Villarreal Gámez, haya aceptado mirarse en el espejo que día a día contemplan sus agremiados, mismo que les devuelve sin palabras, sin intenciones engañosas, sin trampas políticas para la construcción de caminos futuristas, el principio de una realidad que comienza a doler, y con ello a demostrar que sobre ese horizonte aciago no se pueden forjar planes venturosos para los días por venir…
Y ayer, por fin, la CTM Sonora, demostró que aún existe. Que su verdadero eje ideológico es la defensa de los trabajadores y sus familias, no fabricar candidatos ni tender puentes para que sus notables hagan amarres de poder, sino estrictamente mirar por el bienestar de quienes son el motor que impulsa la economía, el crecimiento, la productividad de las comunidades para que Sonora avance hacia el futuro, aunque esa heroica clase laborante llegue a sus hogares al final de semana o de quincena, prácticamente con las manos vacías…
Por eso las familias de los trabajadores, ven con buenos ojos que la CTM levante la voz exigiendo justicia, pero manteniendo esa mirada en los líderes, para que les cumplan.
Y es que les preocupa que con sus salarios, a pesar de los aumentos, el nivel de la dignidad alimentaria no se alcanza, menos para otros menesteres de bienestar y desarrollo que expresa el Artículo 123 de la Carta Magna en el apartado de los salarios mínimos, estableciendo que deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural y para la educación de los hijos. En los hogares se siente que las leyes siguen siendo una utopía y que la desigualdad continúe midiéndose con el “antes como antes y ahora como ahora”, como solía expresar José María Leyva Cajeme, en la cruel época de exterminio de la tribu yaqui.
Lo dijo textual Javier Villarreal Gámez, líder de la CTM en reunión con la estructura de dicha central obrera: “Es urgente, es un llamado desesperado al Gobierno Federal y al Gobierno del Estado, para que se hagan esfuerzos extraordinarios con los actores económicos y que nos sentemos en una mesa de diálogo para buscar formas en cómo contener la inflación y si es posible reducirla”.
Ejemplificó, el dirigente obrero, con datos duros el incremento de la canasta básica, precisando que en enero de este año dicho paquete de alimentos para cuatro personas tenía costo de 898 pesos, y ahora, en agosto, los mismos productos se valoran en mil 077 pesos, representando un 20 por ciento de incremento, de acuerdo a datos de la Profeco.
Es hora de mirar el Sonora y el México real.
Le saludo, lector.
