Poema de domingo.- Me bebo los recuerdos. Navegar el desierto es llevar en los ojos fogatas despiadadas, desafiar fumarolas, avanzar por senderos de lava arrojando al hablar borbotones de espuma, brasas vivas, hostias calcinadas. Navegar el desierto sin la brisa del mar, sin el agua fluyendo en la piel, es dormir naufragando un mal sueño y al final despertar convertido en cenizas… Navegar el desierto, es vivir o morir con el sol en el pecho…
Bernardo Elenes Habas
Punto de luz es la alborada
en las noches de lluvia pegajosa.
Recorro el embrión de la mañana,
cargando la tormenta en las espaldas.
Agua y sol ardiente devoran mis entrañas,
sueño llegar al puerto
donde la soledad borra las sombras,
dándole vida a un nuevo ser
envuelto en la placenta azul
del universo.
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