A pesar de las temperaturas que superaban los 30°C en Austria, un grupo de 300 valientes se reunieron en Viena para intentar establecer un nuevo récord nacional. El desafío: bañarse en hielo. Cada participante se sumergió en una piscina llena de agua helada y tuvo que permanecer en ella durante dos minutos.
Este evento, que se llevó a cabo el jueves, fue una prueba de resistencia y espíritu deportivo, con los participantes desafiando no solo el frío intenso del agua helada, sino también el contraste con el calor exterior. Los bañistas en hielo demostraron su fortaleza y resistencia en una exhibición única de deportes de invierno en medio del verano.
Los organizadores del evento esperaban que este intento masivo de baño en hielo no solo estableciera un nuevo récord, sino que también promoviera la conciencia sobre los beneficios para la salud del baño en hielo, que se dice que mejora la circulación sanguínea y fortalece el sistema inmunológico.