Viajar en avión es algo casi necesario en nuestras vidas, o que por lo menos en algún momento de nuestra vida lo debemos hacer ya sea por razones de trabajo o de vacaciones.Sin embargo, muchas personas tienen miedo a volar en este medio de transporte y tratan de evitarlo a toda costa. La aviofobia, es una de las fobias más comunes entre la población, según datos del National Institute of Mental Health.
¿Por qué el volar despierta tanta ansiedad?
“Cuando las puertas se cierran, estás dentro. Están estancados. No pueden salir de la situación. Creo que a menudo eso es lo que más asusta a la mayoría de la gente”, explica Todd Farchione, director del Programa de Tratamiento Intensivo de la Universidad de Boston para el trastorno de pánico y las fobias específicas.
El miedo a las alturas, a los choques, o a no entender cómo funciona el vuelo, también pueden ser una razón por las que surja temor en las personas, dice Farchione. El volar es una actividad terrorífica para ellos porque saben que si se produce un ataque de miedo o ansiedad, es poco lo que pueden hacer, dice.
Síntomas fisiológicos de la aviofobia
Los síntomas a nivel físico que suelen experimentar las personas afectadas por esta fobia son:
- Espasmos musculares
- Dificultad para respirar
- Palpitaciones cardíacas y dolor de pecho
- Taquicardia y temblorina
- Trastornos gastrointestinales y diarrea
- Sudoración
- Náuseas o mareos
- Sequedad de boca
1. Cambia tu actitud y controla la situación
Lo más importante es reaccionar de una manera saludable. Muchos pasajeros ansiosos manejan su miedo agarrando los asientos o analizando la turbulencia. Pero al hacerlo, “en realidad están contribuyendo al miedo”. Sus acciones les dicen inadvertidamente que la situación es peligrosa, cuando de hecho no lo es “, dice Farchione.
Haz lo que sea necesario para distraerte. Lea una revista, mira televisión, escucha música o habla con un compañero de viaje. También puedes practicar técnicas de respiración profunda y liberar la tensión muscular.
Si no vuelas muy a menudo, beber vino previo al vuelo para calmar los nervios puede no ser terriblemente dañino, dice Farchione. Pero si viajas con regularidad y consumes pastillas para dormir, alcohol u otras sustancias para superar la experiencia, simplemente estás reforzando el mal comportamiento.
3. Ver a un profesional
Las estrategias anteriores pueden funcionar para alguien con un miedo no clínico o aviofobia leve, pero los temores graves a menudo requieren tratamiento profesional. Las terapias de exposición, los procesos de aclimatación y eventualmente la aceptación de la fuente del miedo, a menudo se usan para tratar las fobias.
Farchione comenta que los tratamientos para ayudar a los pacientes a replantear su respuesta al miedo son cada vez más, y agregó que los simuladores de vuelo de realidad virtual son de mucha ayuda.
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