En toda esa parafernalia orquestada en torno al propósito de revertir la concesión que hizo de Hermosillo una ciudad iluminada a niveles históricos, destaca la versión de la alcaldesa Célida López Cárdenas respecto a que la empresa Construlita Lighting Internacional intentó sobornarla con 50 millones de pesos para mantener la vigencia de dicho contrato.
Sorprende primero el hecho de que a pesar de un evidente ilícito, la munícipe no haya presentado la denuncia correspondiente, lo cual sin duda fuera un factor importante en el litigio en puerta para la rescisión de dicho compromiso y segundo, sorprende el que no se haya iniciado aún el trámite de revocación de una decisión soberana que tomó el cabildo anterior, como paso inicial de los propósitos de la actual administración municipal.
Estrafalario el fasto y el boato del evento presidido este lunes por la presidenta municipal para justificar sus propósitos de rescisión, que a como están las cosas podrían costarle a la comuna capitalina la friolera de casi mil millones de pesos, con el argumento de que se cuenta con capacidades propias para atender con eficiencia ese servicio público sin tener que pagar a la empresa 123 millones de pesos cada año mediante retenciones del Derecho de Alumbrado Público durante los próximos 14 años.
Seguramente por ser ajena u observadora distante de la problemática del municipio, la señora no está consciente o no tiene la menor noción del ambiente de penumbra y oscuridad en que estaba la mayor parte de la capital de Sonora hasta antes de que se recurriera a la fórmula de la concesión del alumbrado público a empresa privada, trámite que dicho sea de paso, cubrió a cabalidad todas formalidades legales del caso y que sin duda hará valer la concesionaria.
No debe traerlas todas consigo la presidenta municipal para recurrir a efectismos mediáticos en sus ansias por revertir dicho contrato y lo peor, prefabricar el melodrama del presunto soborno que rechazó, pero que a pesar de todo, no hizo la denuncia respectiva cual era su obligación y responsabilidad legal, en un contexto sumamente riesgoso que retrata a la López Cárdenas en ese ámbito que popularizó como diputada del PAN y furibunda defensora de las corruptelas de Guillermo Padrés y de su pandilla, con lamentables espectáculos que hicieron dudar de su estabilidad mental.
Ahora no solo podría enfrentar la resistencia legítima de la empresa para mantener la concesión, sino también una demanda por difamación, ya que todo indica la inexistencia de ese mensajero que ahora estudia en Estados Unidos o si no es así, carece de algún elemento de prueba que demuestre ese intento de soborno, resultando una barrabasada el que asegure que no denuncia porque “ya tiene muchos frentes abiertos”.
Por lo pronto, bueno el espectáculo que ofreció en su comparecencia frente a representantes de la sociedad civil capitalina, ante quienes anunció que ya su equipo jurídico hace acopio de las pruebas para demostrar lo que considera un fraude la reconversión de las 67 mil 700 lámparas en la ciudad, cuidando de no mencionar que su mantenimiento está abandonado desde septiembre pasado porque a los técnicos de la concesionaria no se les permite realizar ese trabajo.
En fin, de ser cierto ese intento de soborno y de ser cierto que se negó a aceptar esos 50 millones de pesos, pues en serio su reconversión al morenismo también reconvirtió su moralidad, toda vez que tales manifestaciones de honestidad están sumamente alejadas a sus actuaciones como subsecretaria de Participación Ciudadana y Enlace Institucional de la Secretaría de Desarrollo Social de Sonora (Sedesson) y como presidenta de la Junta Estatal de Participación Social del Consejo Estatal de Concertación para la Obra Pública (CECOP), desde donde además de construir su candidatura y su representación como diputada del PAN en el Congreso del Estado, favoreció a la Constructora Texo, propiedad de su marido Jorge León Pérez.
Al menos así se difundió y se denunció durante su campaña en Puerto Peñasco, así como también durante el proceso judicial contra el leperazo titular de la CECOP durante el padrecismo, Francisco Arnaldo Monge Araiza, mejor conocido como “Pancho Platas” en el bajo mundo del hampa pitufa.
Que bien que haya cambios en su textura moral y que ahora publicite su honestidad en un hipotético intento de millonario soborno, así como su hipotética negativa a recibirlo, en un marco general donde se percibe inseguridad de la alcaldesa respecto a conseguir sus propósitos de recisión, con el subrayado de lo innecesario que resulta el acarreo de funcionarios y empleados del ayuntamiento, así como las estrictas medidas de control en la sede del evento.
Pues ojalá que la ruta de confrontación escogida por doña Célida sea para bien, porque sería lamentable que en sus afanes de privilegiar el retrovisor en su ejercicio, Hermosillo y los hermosillenses regresemos al pasado de las administraciones panistas que en el caso del alumbrado público, la mayor parte de la mancha urbana y vialidades eran una boca de lobo.
Por lo demás, pues dijo mi mamá que siempre no, porque con esa salieron los representantes del Consejo Sindical y social Permanente, ya que no les resultó suficiente el compromiso de ampliar con casi 500 millones de pesos el presupuesto del ISSSTESON para que enfrente la emergencia financiera actual y como quieren soluciones de fondo, mantienen su amago de ir al paro general este miércoles.
Habrá que ver qué ocurre en la reunión que se llevará a cabo este martes en el Congreso del Estado, cuando además requieren de la presencia del titular de Hacienda, Raúl Navarro Gallegos para que les informe sobre cómo fluirán esos recursos adicionales y cómo el Estado restituirá los dineros que desaparecieron durante el sexenio padrecista.
Curioso, que los más bragados en este conflicto en ciernes, sean el STEUS y el STAUS, gremios que como se sabe, se resisten y se niegan de plano pagar cuotas similares a las que cubren derechohabientes del resto de sindicatos afiliados, e incluso desde este lunes perifonean en el campus de la UNISON la realización de ese paro.
Sabemos que desde la secretaría de Gobierno se trabaja a marchas forzadas para evitar dicha eventualidad, a partir de las demostraciones fehacientes respecto a que el gobierno de Claudia Pavlovich ha tomado las decisiones correctas para resolver la problemática que afecta al organismo y que se avanza en las soluciones, las cuales por supuesto no serán de la noche a la mañana.
Por supuesto que los 480 millones de pesos son insuficientes para cubrir el hoyanco dejado por la corrupción e incompetencia panista en el gobierno de Padrés y la administración de la ratera Teresa Lizárraga, por lo que la gravedad de la situación debe ser aliviada de forma paulatina y con el entendimiento y comprensión de esa derechohabiencia, cuyos liderazgos están plenamente enterados de las medidas de control y ajuste implementadas para el mejoramiento integral de los servicios que presta tan noble institución.
Estaremos muy atentos al desarrollo de la reunión de la comisión especial que preside la diputada Rosa María Mancha Ornelas y que se supone será el espacio donde se defina si persisten intenciones que de ninguna manera aportan algo para solucionar lo que pretenden solucionar o se actúa de forma solidaria, prudente y responsable.
Mientras tanto, decir MORENA y Maroma parece cacofonía, pero como sea, ambas palabrejas están de moda dado el resultado de la elección del año pasado y las piruetas consecuentes de quienes desde irreductibles trincheras ahora hacen rabiosos esfuerzos para justificar lo que en el pasado criticaron también rabiosamente.
“Con los niños no”, exclamaron luego que el menor de la familia presidencial fue objeto de exhibición en redes sociales, cuando fue exacerbada y hasta criminal la embestida en contra de menores de edad de familias identificadas con el PRI o con el PAN; “Cuantos más Peña”; Cuántos más Calderón”, popularizaron para recrear el saldo mortal de las pugnas entre narcos y el Estado y ahora ni siquiera hacen alusión a que la matanza sigue, mientras la presidencia se regodea mediáticamente y se entretiene en atacar el robo de combustible.
Renegaron de la impunidad y exigieron castigo en el caso de Ayotzinapa, entre otros donde acusaron a la presidencia de ser responsables, mientras que en la tragedia huachicolera de Hidalgo, excusan de cualquier omisión de la autoridad federal, la cual sin duda no hizo tareas básicas en materia de prevención; denunciaron impunidades de la clase política y ahora justifican que las haya y que a pesar de alharacas declarativas mañaneras, no haya ningún detenido por el robo de combustible.
Eso es solo para recrear con algo las clases de maromas que a diario se avientan los de MORENA, que como caso emblemático, está su fallida convocatoria para movilizarse este domingo con el fin de apoyar al presidente en su lucha contra el robo de combustible.
Reportes de todo el país señalan muy pobre respuesta y escuálidas asistencias, derivando en la maroma de tres vueltas con que pretenden eludir esa su dramática realidad actual: la convocatoria fue de los del PRIAN y como los liderazgos de MORENA lo detectaron, instruyeron a sus masas que no acudieran, cuando al menos en el caso de Hermosillo nos consta de forma indubitable que las huestes de Jacobo Mendoza fueron las promoventes de dicha manifestación, sin poder reunir ni 100 apoyadores.
