Entretelones
Samuel Valenzuela
Samuel Valenzuela
El cierre del sexenio del odio, de la fractura social y la confrontación está dejando un tiradero de confusiones y la prevalencia de lo inexplicable, de lo contradictorio e incongruente, en un ejemplar mazacote donde la realidad supera la ficción y las fantasías la sustituyen.
El proceso electoral en marcha resulta idóneo para al menos tratar de desentrañar ese caos multicolor de partidos y aspirantes a someterse a la prueba de las urnas ante una sociedad bombardeada de forma inmisericorde por mentiras, medias verdades, demagogia, pingües beneficios y sometida a condiciones de incertidumbre económica e inseguridad.
Tiradero.
Pasmoso el optimismo de sectores de la clase política integrada al oficialismo gobernante y replicada por sus abanderados a puestos de elección popular, como si vivieran una realidad aparte y en una fantasía producto del estado de drogadicción por las altas dosis de demagogia y mentiras aplicadas desde diciembre del 2018.
Está por verse si tales drogas son suficientes para enviciar a un electorado en principio desencantado, frustrado y escéptico, porque en lo esencial y sustantivo, México está peor que antes: más violencia, más muertes, más inflación, más corrupción, más incompetencia, menos capacidad de compra, menos certidumbre, menos opciones para elevar la calidad de vida.
Los casi 180 mil homicidios durante este six y que en México estén las 9 ciudades más violentas del mundo; las 800 mil defunciones por la torpe reacción del gobierno para enfrentar el Covid-16; los cascarones del Tren Maya, Dos Bocas, el AIFA, la megafarmacia y otras cuya construcción costó miles de millones de pesos sin que en el largo plazo representen alguna utilidad pública; la corrupción rampante en el obradorato, representan un tiradero que urge de limpieza profunda.
Andrés M. López O.
A la gran mayoría de los mexicanos nos ha ido mal en los últimos años y nos puede ir peor si no se extrae el raigón de la pústula purulenta que tiende a infectar al tejido social de este país, ese mismo recreado por Andrés Manuel López Obrador casi todos los días desde el púlpito presidencial.
De eso se trata la contienda electoral en proceso: por un lado, los que ven todo color de rosa y aseguran que México va requetebién y por el otro quienes batallamos con todo lo contrario; por un lado, quienes quieren seguir enriqueciéndose mediante el lucro de las necesidades de la gente y construyendo proyectos políticos a costa de su ingenuidad, y por el otro la opción de echarlos a punta de votos.
Importante diferenciar a Sonora del resto del país; a excepción del tema de la violencia e inseguridad en el cual andamos en las mismas, en políticas públicas, estilos para el ejercicio de gobierno, esta entidad luce como una isla en donde la promoción de la inversión capitalista del extranjero es una prioridad para el gobernador Alfonso Durazo; quien no es dado al exabrupto, a la violencia verbal contra comunicadores ni empresarios, quien además procura la cooptación de adversarios políticos en lugar del rompimiento, y su discurso se escucha distante a los improperios cotidianos del loquito de Palacio Nacional cuyo remoquete de narcopresidente se le está quedando.
Por supuesto, Durazo firma desplegados de apoyo y sus lealtades están fuera de toda duda en materia partidista y no por nada la confianza depositada en él al ocupar la presidencia del Consejo Nacional de MORENA, lo cual no impide sus esfuerzos e incursiones en lo más conspicuo de la economía neoliberal del mundo con el fin de convertir a Sonora en destino de inversión empresarial e ir contracorriente del combatido aspiracionismo en la formación académica de la juventud sonorense, porque en Sonora si se puede ir a estudiar al extranjero sin ser satanizado.
En Sonora más empleos.
El mandatario estatal se enfrenta a la difícil tarea de desterrar la percepción del empresariado que pretende jalar, respecto al estatismo rampante promovido por el gobierno federal y que en Sonora se manifiesta en las recientes cancelaciones de concesiones mineras; estatización de las operaciones de los aeropuertos de Guaymas y Ciudad Obregón, el ejército en la ejecución de obras mayores de infraestructura y la tendencia centralizadora ya muy avanzada.
Por lo pronto no se observan efectos propios de un proceso de contracción económica en Sonora, sino al contrario, con base en cifras proporcionadas por el IMSS, Sonora registró en enero de este año la creación de 16 mil 007 empleos, un 2.5% más que el mismo mes de 2023, con lo cual se posiciona a nivel nacional como el tercer lugar en este rubro.
Todo indica que dicho boom obedece a diversas obras en proceso ejecutadas con recursos del gobierno federal, aportando una cuota mucho menor el sector privado, destacando la baja importante en el sector minero, otrora fuente de empleos más importante junto a la industria de la construcción.
Como sea, están por verse los efectos en la economía estatal el cierre de la frontera con Estados Unidos del transporte de carga, exportaciones e importaciones, por inopinadas fallas en el procedimiento aduanero anunciado este jueves por Hacienda y que suspendió la actividad en 50 pasos fronterizos.
Ernestina Castro V.
Por tal dinámica, resulta una prioridad el que Durazo logre jalar cuanto antes a nuevas empresas extranjeras, porque el flujo financiero federal para obras de infraestructura no será eterno, sin importar que tal estrategia –nearshoring—y demás vaya en contra de las fobias presidenciales contra los neoliberales y conservadores.
Desde esa perspectiva es que se entiende el porqué, salvo excepciones, MORENA en Sonora tienda a postular perfiles muy cercanos al más rancio ultraconservadurismo o productos de arraigada formación neoliberal y en la derecha política, como si en esta entidad se tratara de consolidar un proyecto ajeno al modelo promovido desde Palacio Nacional y que por lo pronto ha dejado sin el cuadro y sin la estampa a cuadros fundadores de ese partido y desplazado trayectorias muy reconocidas en las luchas sociales del campo y la ciudad
Solo así puede entenderse el perfilamiento como aspirantes a puestos de elección popular como Célida López, María Dolores del Río, los proyectos reeleccionistas de Abraham Mier en Caborca y Juan Francisco Gim en Nogales, la candidatura a la alcaldía de San Luis Río Colorado a César Iván Sandoval, de Elías Retes en Navojoa; la eventual reelección de Karina Zárate y Ely Sallard; las proyecciones de especímenes similares como, Ernestina Castro, Paloma Terán, Diana Karina Barreras, Kiko Munro, Ramón Flores, entre otros y otras, quienes tienen de izquierda, de liberales y progresistas, lo que este reportero tiene de cura.
En fin, en ningún país del mundo como el nuestro la política está plagada de oportunistas y acomodaticios, siempre plegándose al poder sin importar dignidades, atropellando derechos y trayectorias de otras y otros.
Y al parecer esos criterios de selección de candidaturas se aplican en todo el país, lo que se nos figura una apuesta temeraria del oficialismo, frente a una oposición urgida de banderas y que por supuesto no está manca y se apresta a explotar cualquier rendija que le abra el autoritarismo, quedando la idea expresada hace unos días: en las postulaciones no importan perfiles porque de lo que se trata es una elección de estado.
Natalia Rivera G.
Mientras tanto, vaya la cruda moral que se carga Jorge Álvarez Máynez, quien luego de su borrachazo del sábado que el mismo se autograbó y subió a redes sociales, trae escandalosa cursera verbal y como un chamaco mascón arremete en contra de Manlio Fabio Beltrones, estrategia similar a la del pato de Lucas, en un contexto denigrante que los trae turulatos, porque hacen bueno eso de que luego del error lo demás son consecuencias.
Bueno, a final de cuentas no todo está podrido por rumbos de Movimiento Ciudadano y como ejemplo está la diputada Natalia Rivera, quien sobria, sin aspavientos y sin tener que recurrir a payasadas, despliega un relevante activismo en colonias populares y sobre todo un trabajo legislativo excepcional de beneficio directo para la ciudadanía.
Frente a la voracidad de empresarios que regentean grandes plazas comerciales, la diputada propuso reformas legales para regular esos establecimientos y hacer del estacionamiento gratuito una realidad en Sonora y eliminar las aborrecidas plumas ya tan comunes.
La propuesta plantea reformar la Ley de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, para otorga a las autoridades municipales la facultad de establecer en los reglamentos un número específico o un porcentaje de cajones de estacionamiento gratuitos en establecimientos comerciales y de servicios, según el tipo de negocio, su actividad y el permiso correspondiente.
Además, contempla que, tras proporcionar los espacios gratuitos, los establecimientos pueden cobrar por el uso de cajones adicionales, considerando beneficios para los clientes que realicen compras en los negocios asociados y establece un tiempo de tolerancia sin costo para visitas rápidas.
