El próximo sábado a eso de las cinco y media de la tarde, el presidente Andrés Manuel López Obrador estará en Hermosillo para encabezar lo que se supone será un acto masivo, en el estacionamiento del Gimnasio de la Universidad de Sonora.
Así lo confirmó el delegado de la Secretaría de Bienestar Social en Sonora, Jorge Taddei Bringas al precisar que el político tabasqueño tiene en su agenda ese único evento público, aunque si bien la gobernadora Claudia Pavlovich está entre los eventuales asistentes, no hay que descartar que sostenga reunión privada con el mandatario.
De acuerdo a reuniones similares que ha encabezado en otros estados del país, la de Hermosillo luce como una más de corte popular, con convocatoria especial para colonos urbanos, adultos mayores, personas discapacitadas y ninis integrados al programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, aunque es segura la presencia de la cúpula de MORENA, alcaldes, diputados locales, federales y funcionarios federales que portan el arete de ese partido en la entidad.
O sea, así como cuando un presidente emanado del PRI hacía gira por Sonora, con la diferencia sustancial respecto a los principales protagonistas, luego de la emergente camada que distingue al oficialismo morenista sonorense, donde cohabitan los de dulce, de chile y de manteca, por obra y gracia de la ola o el tsunami del 1 de julio del año pasado.
Periodísticamente la anunciada visita presidencial luce como una veta de oro y en dicho contexto lo mejor que podría ocurrir es que en su tradicional larga perorata frente al micrófono, López Obrador anunciara que ya instruyó al Secretario de hacienda, Carlos Manuel Urzúa, para que firme cuanto antes el convenio con el gobierno de Sonora y con ello se mantenga la tarifa 1F al consumo de energía eléctrica para alrededor de 300 mil hogares sonorenses a partir del 1 de mayo y hasta el 31 de octubre.
Ese es uno de los grandes pendientes que tiene el presidente con los sonorense luego de que a pesar de la insistente gestión de la gobernadora Pavlovich, incluso antes de que se instalara en Palacio Nacional y si bien ha asegurado de forma vaga que el subsidio permanecerá, las frecuentes reversas presidenciales e iguales desengaños, nos mantienen en la duda al respecto.
Temas e inquietudes vigentes en el ánimo popular son los relativos a la eliminación de apoyos para estancias infantiles, para derivar tales recursos de forma directa a los padres beneficiarios, aunque hasta ahora ni una cosa ni la otra, con todos los asegunes que implica la discrecionalidad que de forma implícita se concede para el uso de ese subsidio.
No fuimos convocados a la conferencia de prensa donde Taddei Bringas confirmó la visita presidencial, pero sí tuvimos acceso a sus dichos, referente a los cambios de las reglas de operación de los recursos del Fondo Minero y de plano nos parecen simplistas sus argumentos, donde la presunción de actos de corrupción bajo las condiciones actuales, resultan ser el eje de esa decisión, al igual que en el caso del pretexto para el mortal impacto contra estancias escolares.
Esos asuntos podrían ser planteados al presidente para que disgregue o abunde frente a lo que lucen como decisiones tomadas de forma irreversible, en tanto que hay otros también que derivan en profundo desengaño social, como es el caso de la escalada alcista en el precio de las gasolinas a pesar de sus reiterados compromisos de todo lo contrario durante los últimos años o la homologación de los mismos en la franja fronteriza con el mercado gringo.
Está también la suspensión al menos durante este año de la mudanza de Secretarías de Estado a diferentes entidades de la república, que como se sabe la Sagarpa está o estaba anunciada para establecerse en Ciudad Obregón, en donde hasta oficinas ya habían encontrado, pero como ocurre en estos tiempos de improvisación morenista, a los genios de por esos rumbos, se les olvidó asignar los recursos presupuestales para la anunciada descentralización de la estructura federal.
Por cierto, pues agregado a dicha situación, está el caso de que al menos en Sonora, esa estructura federal está en estado catatónico y operando por inercia dadas las indefiniciones en la asignación de responsables, aunque hay que reconocer que no es en todos los casos, como es el caso del mismo delegado Taddei, quien al menos va un par de horas al día a sus oficinas o el de la SCT, Eduardo Antonio Pacheco Grajeda, pero de ahí en fuera poco o nada se sabe de por ejemplo Benjamín Hurtado o Petra Santos, que se supone ya cobran en Relaciones Exteriores y en la Sedatu, respectivamente.
Temas domésticos también podrían ser abordados por el ilustre visitante, como es el caso de los frecuentes casos de nepotismo, tráfico de influencias e incompetencias de autoridades municipales de MORENA, toda vez que por lo visto, Taddei Bringas ni el dirigente estatal, Jacobo Mendoza han podido imponer su autoridad, a pesar del patético papel frente a la gente que confió en que las cosas serían distintas, agregándose además el preponderante papel que tienen en ese partido varios íconos de la corrupción panista y padrecista, particularmente en Hermosillo.
Como sea, habrá que darle una buena recepción al presidente, ya que una visita de esa naturaleza sin dudas derivará en beneficios para la entidad, considerándose además que al menos en los siguientes días cese la confrontación entre bandas del crimen organizado y haga una pausa la escalada de violencia que registra la entidad en las últimas semanas.
Por lo pronto y como un botón más de muestra de los dislates presidenciales en sus conferencias de prensa mañaneras, está su posicionamiento sobre la necesidad de continuar la construcción de la polémica termoeléctrica en el Estado de Morelos, que se resume en que no es posible que se convirtiera en chatarra el avance de la infraestructura ya instalada, criterio que obviamente no aplicó en el caso del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.
Pero como hemos comentado en anteriores despachos, esos dislates, incongruencias, reculadas, simplismos y demás, quedan en segundo plano frente al inmediatismo populista del pago de pensiones incrementadas al doble a adultos mayores o la entrega de dinero a ninis y distribución paternalista de bienes materiales en sectores populares, a quienes por lo pronto les vale Wilson el que se mantengan los gasolinazos, desaparezcan estancias infantiles, que los ayuntamientos ya no vayan aplicar los recursos del Fondo Minero, que no haya mudanza de dependencias federales, que MORENA esté infiltrado hasta el tuétano por el padrecismo y que la estructura federal en Sonora esté en la hamaca.
Por lo demás, tal como lo previmos cuando dimos a conocer el recibo de consumo de agua de sólo 158 pesos de la toma domiciliaria de la regidora Mirna Rea, podríamos dar por buena su explicación de que se trataba de un error administrativo de parte de Agua de Hermosillo, aunque sostenemos nuestra sospecha de que ante la exhibida, se le dio una maquillada al histórico de consumo.
Bien por la empresaria panista al dar la cara, luego de su fallida estrategia inicial de enviar mensajeros con el fin de aclarar entuertos que correspondía aclarar a ella o al mismo organismo operador.
Mientras tanto, como la Ley Orgánica del Poder Legislativo establece la limitante respecto a que en la integración de la comisión de administración no debe incluirse a coordinadores parlamentarios, en la sesión de este martes la Comisión de Régimen Interno y Concertación Política propone la modificación de ese órgano dictaminador, para sacar a la diputada del PT, María Magdalena Uribe Peña, para ahora sí estar en condiciones de ser coordinadora de dicha bancada, en lugar de Rodolfo Lizárraga.
La propuesta de modificación incorpora a esa comisión que preside el legislador del PES, Carlos Navarrete Aguirre, al diputado Filemón Ortega Quintos, sin alterarse el principio de proporcionalidad y el esquema de participación de los grupos parlamentarios en dicha comisión.
O sea, en palabras llanas, se impuso la autoridad de Ana Gabriela Guevara mediante un acuerdo, por lo pronto, de periodicidad en dicho cargo y confirmando el desplazamiento de Lizárraga luego de una reunión que se llevó supuestamente en muy buenos términos en la Ciudad de México, que para efectos prácticos confirmó la salida del guaymense de esa responsabilidad.
