En sus afanes de desmentir a la realidad, en la mañanera de este miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador, vía su testaferro Ana Elizabeth García Vilchis, dejó constancia que el ejercicio “quien es quien en las mentiras”, es como un harakiri que lo exhibe como mentiroso.
Proyectado como la nueva forma con que la presidencia mantiene sostenidos ataques en contra de medios de comunicación y comunicadores, en dicho espacio se pretende contrarrestar información sensible para el gobierno federal y el partido oficial, quedando a cargo de una titubeante, pésima para leer y muchas veces presa del pánico escénico, diputada federal suplente.
Como si estuviera a punto del llanto, la pobre mujer mencionada arremetió contra un medio impreso de circulación nacional que el día anterior desplegó en primera plana que la CFE incrementó en los últimos 12 meses las tarifas eléctricas Domésticas de Alto Consumo en un 20 por ciento.
Pues lo que pretendió ser un desmentido se convirtió en una confirmación al señalar que ese medio trata de hacer un escándalo con ese dato “que no es falso, pero es exagerado”, confirmando que en efecto ese incremento es real, pero que afecta a reducido sector de los usuarios y que las tarifas las fija la Secretaría de Hacienda.
Cerró con broche de oro al asegurar, que de acuerdo a opiniones de la gente, el principal problema de los mexicanos en estos momentos no es el Covid-19 ni el cuarto de millón de vidas que ha cobrado; tampoco el crimen organizado con todo y sus casi 100 mil homicidios dolosos; la corrupción en el primer círculo presidencial y mucho menos la economía que deteriora día con día la calidad de vida de la gente. No, decidieron que el principal problema son los baches, hasta para quienes no transitan ni tienen calles pavimentadas.
Esa sí es una soberana mentira con obvios propósitos distractores de quienes tratan de sacar de la agenda mediática los verdaderos problemas nacionales y sobre todo, las torpezas, incompetencias e incapacidades del gobierno para resolverlos.
Por supuesto que los baches en vialidades son una molestia y afectan la vida comunitaria, pero nadie podría desmentir que en estos momentos, las principales preocupaciones de la gente es por el Covid-19; ser víctima colateral en un episodio donde en lugar de besos y abrazos se tiren balazos o quedarse sin empleo e ingresos por la recesión como efecto creciente de la pandemia
De ese pelo el mamotreto expositivo en Palacio Nacional, desde como se sabe se espetan prácticamente a diario no mentiras verdaderas, si no mentiras mentirosas que han costado la vida a miles de mexicanos; mantienen en la zozobra a millones de familias y en la incertidumbre a otras tantas, que están con el Jesús en la boca esperando con qué ocurrencia saldrá el presidente esta vez.
Ejemplo de cómo bordan mentiras sobre datos irrefutables de la realidad, es el resultado de la consulta del domingo pasado, atreviéndose a considerar que la baja participación ciudadana es positiva y hasta alardean que fue todo un éxito para su causa, barrabasada que queda para la historia.
La mortal gestión en contra de la pandemia deja un rosario de mentiras que deberían ser motivo de causas penales, desde el menosprecio sobre la peligrosidad del Covid-19; prospectivas optimistas falsas a pesar de los referentes internacionales que decían lo contrario o como aquellos dos millones de nuevos empleos que se generarían en diciembre pasado y tantas y tantas fake news y mentiras que se vociferan a diario desde espacios oficiales.
Sabe qué será mejor, mantener en alto el ánimo ciudadano con mentiras para generarle falsas expectativas o plantear con crudeza la realidad para hacer las previsiones correspondientes, pero sea cual fuera la preferencia de la gente, en el caso de López Obrador y sus congéneres es obvio que han escogido la primera opción y no quieren competencia y mucho menos que les den la contra.
Como sea, vamos a incurrir en la imitación de la pobre mujer encargada en estigmatizar medios de comunicación y comunicadores y le vamos a dar la razón sobre que los baches son el principal problema de los mexicanos y así como ella, vamos a matizar con un “no es falsa esa información”, porque se trata de los profundos baches en que ha caído este país en materia de seguridad, salud, economía, de confianza y otros rubros.
Miren, en la encuesta de julio del INEGI, el Indicador de Confianza del Consumidor y sobre la situación económica actual del país, el 70 por ciento de los encuestados opinó que está peor que hace 12 meses y 30 por ciento que está mejor; sobre el futuro, prácticamente todos piensan que la situación económica en 12 meses estará igual que la actual e importante segmento considera que estaremos peor y todo indica que López Obrador está decidido a que así sea.
Mientras tanto, recordamos como si fuera hace un par de días, cuando platicando con el siempre admirado amigo ya fallecido, Adalberto Rosas López por allá a mediados de febrero del 2010, espetó un lapidario “llegaron hambreados”, al referirse al gobernador Guillermo Padrés y a amplia parte de su gabinete y oportunistas aliados, que a pocos meses de esa administración ya exhibían sus habilidades para el manoteo de recursos públicos.
Viene al caso esta referencia ante el ya cercano relevo institucional del gobierno del Estado, luego que nos llegan reportes sobre toda una diversidad de personajes que ya se hacen adentro del gabinete de Alfonso Durazo y tejen sobre las posibilidades de tirar el piojo, con la esperanza de que bastantitos padrecistas sumados a dicho proyecto ya hayan resuelto sus problemas económicos y no vuelvan hacer de las suyas, aunque como se dice, perro que come huevo, aunque le quemen el hocico.
En el caso del gobierno de Padrés, si bien muchos llegaron con una mano adelante y otra atrás e incluso él andaba con sus finanzas muy jodidas, hubo quienes desde posiciones aristocráticas, altas finanzas y excelente nivel de vida, eso no los limitó para sacarle provecho al acceder a la operación de presupuestos, traficar con influencias para favorecer a sus parentelas y a sus empresas.
Esa deberá ser una de las principales asignaturas del próximo gobernador, así como lo asumió en su momento su ya casi antecesora, Claudia Pavlovich, para romper de tajo esa tendencia tan lesiva y miren que dados los antecedentes de quienes se perfilan a incorporarse a la función pública a partir del 13 de septiembre, hay un gran número, más que con Padrés, que llegan con una mano adelante y otra atrás y resulta perentorio que dicha condición no se imponga a los principios de honestidad que deben de regir en el servicio público que los sonorenses ya nos acostumbramos en la actual administración.
Tenemos la impresión, que en el caso de Durazo y a diferencia de Padrés, él ya tiene resuelta de forma muy sobrada la situación financiera de él y de su familia y esa es una gran ventaja porque estará en condiciones de dar un buen ejemplo e imponer candados para evitar que a los pocos meses haya indicios de que también llegaron con ansias de quitarse el hambre de dinero.
Los que acaban de recibir una muy buena noticia son los casi mil 900 integrantes de la Sección 08 del Sindicato Minero CTM de la Mina Buena Vista del Cobre de Cananea, ya que en la revisión de su contrato colectivo, logró un amplio paquete de prestaciones que incluye un seis por ciento de aumento directo al salario, con un esquema especial que asegura al trabajador la entrega del 10 por ciento en el reparto de utilidades, 23 días de aguinaldo y un incremento del 120 por ciento de prima vacacional.
De reconocerse la capacidad de negociación desplegada por el dirigente nacional de esa organización sindical, Javier Villarreal, de quien hay que destacar su insistencia ante el mismo presidente a quien durante su estancia hace días en Cananea, solicitó establecer una mesa de negociación con Grupo México para evitar la disminución del monto en el reparto de utilidades debido a que el porcentaje que reciben es injusto.
Pues al parecer logró su objetivo, ya que dentro del convenio con la representación patronal se establece que recibirán el promedio que han obtenido en los últimos tres años y cubrirán con un bono especial la cantidad faltante para llegar al 10 por ciento que tradicionalmente han recibido y ahora con los aumentos al precio del cobre, tendrán récord de utilidades, y lo mejor de todo es que dichos montos van entre 190 mil y 250 mil pesos ya están siendo dispersados en la base sindical.
