Hace unos días el gobernador Alfonso Durazo Montaño externaba su profunda preocupación por la detención de tres jovencitos a quienes se les decomisó armas de asalto, vehículos blindados, drogas, además de estar vinculados a actos criminales de alto impacto en la región de Caborca.
De acuerdo al saldo de detenidos y ejecutados, así como por múltiples testimonios, resulta evidente que jóvenes en su mayoría, son los que se convierten en factores de inseguridad pública, derivado en muchos casos por disfunción familiar, marginación, pobreza, falta de oportunidades y/o porque simplemente ese es su círculo de “vida”.
Nos imaginamos que ese entorno es el que se alude en distintas instancias de gobierno al anunciar que para avanzar en la construcción de una sociedad segura y reducir los índices de delitos, no hay que quedarse en el combate a los efectos, sino ir por soluciones de fondo a través de programas y estrategias de prevención para el corto, mediano y largo plazo.
De eso se trata la principal política de estado que postula el presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien hay que reconocer que ha puesto todo de su parte para conciliar y pacificar grupos criminales, como lo fue liberar a Ovidio Guzmán; confraternizar cordialmente con su abuela; exigir a las fuerzas armadas respetar los derechos humanos de delincuentes e insistir en que los narcos son seres humanos y no deben ser objeto de la fuerza del Estado.
Como solución de fondo y para contrarrestar la capacidad de reclutamiento del narco, echó andar varios programas dirigidos a la juventud y especialmente a los llamados ninis para incorporarlos a programas de capacitación para el trabajo, en calidad de becarios que presten sus servicios a empresas inscritas en dicho programa, así como millonarios apoyos “entregados de forma directa” a estudiantes, a adultos mayores y demás.
Según el presidente, para enfrentar a las bandas criminales ya no se realizan operativos de fuerza ni se recurre al uso de las armas, sino que todo lo que se hace es producto del trabajo de inteligencia, sin que tengamos idea de cómo es que al menos en Sonora, ese trabajo de inteligencia vaya aparejado como acciones determinantes como es el caso reciente en Ciudad Obregón, donde las fuerzas del orden mataron a dos criminales y detuvieron a tres en abierto desacato a la orden superior.
Como sea, resulta evidente que la estrategia presidencial en contra de la inseguridad pública no está funcionando. El programa Jóvenes Construyendo el Futuro ha resultado un fiasco, sin que haya disuadido de forma masiva a jóvenes de tomar distancia de bandas criminales y del delito a cambio de poco más de cinco mil pesos al mes, con afiliación al IMSS.
Ir por soluciones de fondo también implica implementar políticas públicas de combate a la pobreza y la marginación y de acuerdo a resúmenes estadísticos del INEGI, Coneval y demás, en los últimos tres años la franja de la pobreza se ha ampliado en más de cinco millones de nuevos pobres, con todo y sus efectos en familias que viven en la marginación, con precarios servicios públicos, en el subempleo ocasional y con remotas posibilidades de ser incorporados a programas asistenciales.
O sea, permanecen intactas las fuentes de reclutamiento del narco, ya que incluso, becarios o ninis de esos programas, por lo general son clasemedieros que al concluir su capacitación, el 80 por ciento o más, regresa a su estatus anterior y se mantiene como parte del semillero donde nace el sicariato.
Ni hablar del trabajo de inteligencia aludido por el presidente y su justificación para que las fuerzas armadas cuiden a integrantes de bandas “porque son seres humanos”, ya que como se sabe, todo operativo contra líderes criminales de alto perfil o de decomiso, en los últimos años ha sido producto de labores de inteligencia de la agencia antidrogas del gobierno de Estados Unidos, la DEA y su colaboración con su contraparte mexicana y como tal relación se ha roto, sabe qué ocurra.
Además, la inteligencia de las fuerzas armadas se está utilizando en construir aeropistas, refinerías, y rutas de tren, así como para imaginar cuadrantes en zonas urbanas para implementar rondines de vigilancia y exigir a agentes municipales elevar sus cuotas de infracciones a automovilistas.
Miren, la situación económica de cualquier país define el actuar de sus ciudadanos, que en el caso de México, está entre los primeros cinco con los mayores índices de presencia de bandas criminales y delincuencia organizada y para abatir tan cruda realidad hay que atender la premisa de que a mayor calidad y nivel de vida, menos criminalidad o sea, primero que nada hay que dejar de romantizar eso de “Pobre pero honrado”, que si bien aplica para unos, para la mayoría no.
A fin de cuentas, para muchos resulta un dislate histórico lo dicho y lo sostenido por el presidente sobre el nuevo trato de su gobierno hacia bandas criminales, en el marco de esa relación entre seres humanos, aunque sin embargo esos liderazgos no han sido nada recíprocos ante la clamorosa buena onda presidencial, porque siguen secuestrando, descuartizando, torturando, cobrando piso, traficando y vendiendo drogas y demás barbaridades, lucrando con las necesidades que produce la pobreza.
Al menos en Sonora se mantiene un bueno y sostenido esfuerzo para ese multipropósito de ir por soluciones de fondo mientras se mantiene a raya a bandas del narco o al menos no se les consiente, marcando la diferencia el repleto portafolio del gobernador, con planes y proyectos de inversión en regiones de la entidad por lo regular alejadas de la atención del sector oficial.
Ya ven que el pasado viernes se amarró una inversión de 254 millones de pesos para los municipios de Moctezuma, Cumpas, Divisaderos, Granados, Huásabas, Nacozari, Tepache y Villa Hidalgo, y seguramente en las siguientes semanas serán dadas a conocer similares acciones en otros municipios también alejados de la mano de Dios.
Además, esas acciones son complementadas por esas grandes pequeñas obras que se impulsan como parte del plan de trabajo que despliega Wendy Briceño Zuloaga desde la SEDESSON, quien como parte de la comitiva del Durazo por comunidades de la sierra baja de la entidad, estuvo en Cumpas para entregar obra subterránea de drenaje y cuartos dormitorios.
Bien y de buenas ese gobierno donde sobresale el sentido social de la inversión pública, destacando el apoyo que Durazo a podido conseguir allá donde se parte el queso, para que a fin de cuentas, a pesar de las ruinas que le fueron heredadas y carecer de recursos financieros estatales, mantener muy en alto las expectativas para catapultar a la entidad y a sus habitantes hacia mejores niveles de vida.
Mientras tanto, el delegado del CEN del PRI en Sonora, Jorge Meade Ocaranza puso en marcha el proceso que deberá culminar con la selección de la fórmula que reúna el mejor perfil para relevar a Ernesto de Lucas en la presidencia del CDE de ese partido y de la secretaria general, Kitty Gutiérrez.
Bueno el formato de comparecencias conjuntas, donde quienes levantaron la mano presentan sus propuestas, puntos de vista, compromisos y demás frente a sus compañeros de partido, en eventos que ya se realizaron en Hermosillo, Álamos e Ímuris, que además han servido para levantar el ánimo y renovar ganas de participación en el activismo social.
Hasta antes de esta especie de pasarela, sabíamos que una dama y siete varones los interesados en ganar la rifa del tigre y pues no, porque el mismo viernes nos enteramos que a esa “Reflexión Colectiva” se sumaron Iris Sánchez Chiu y Emeterio Ochoa Bazaldúa y así ampliar el abanico de posibilidades que desde hace semanas ofrecen Zaira Fernández, Bulmaro Pacheco, Pascual Soto, David Palafox, Jesús Humberto Robles Pompa, Rogelio Díaz Brown, Onésimo Aguilera, Pedro Angel Contreras, aunque no creemos que el que se haya ampliado la lista conlleve más complicaciones para efecto de la toma de decisiones y más bien prolonga el tiempo de las exposiciones.
Ese ejercicio en público debe complementar lo que en corto han comentado, platicado o reflexionado con el delegado Meade Ocaranza, quien además hace acopio de información diversa para integrar los expedientes correspondientes que permitan normar el criterio más preciso sobre cual es el perfil más conveniente o los perfiles más convenientes, y además esta pasarela no suple el propósito central de su encomienda que no es otro que consensuar un acuerdo unitario.
Sin demérito a nadie, desde nuestra perspectiva, quienes en realidad están en la jugada son Zaira, Pascual y el Roger; la primera conjunta recomendadores de alto nivel político y económico, sin que tengamos idea si eso es suficiente; el segundo representa una corriente de nueva generación, sin que tengamos idea del efecto que cause en sus aspiraciones representar también intereses políticos del reciente pasado, y el tercero, similar al caso de Zaira, con apoyos de grueso calibre, que al menos quitará al CEN del PRI la congoja de mandar recursos financieros a Sonora.
Por cierto, en el retrato multitudinario con que se acuerpó a Pascual Soto hace unos días, se observan a dos que tres que tienen una bien ganada fama de desconocer el significado de la palabra “RECIPROCIDAD” y que a pesar de mantenerse en buen nivel político, creen seguir en la fantasía claudillera, y de esas y esos especímenes deberá cuidarse el aspirante, ya que de lograr la dirigencia de su partido, nada le aportarán e incluso, hasta le exigirán beneficios a cargo de servicios supuestamente prestados en el pasado. En la siguiente entrega estaremos en condiciones de citar nombres y apellidos, porque esto va para cualquiera que releve al Pato de Lucas, quien además tiene que lidiar desde hace tiempo a esa clase de oportunistas.
