De haberse ido a un partido de oposición les hubiera sido más leve, pero como lo hicieron al partido oficial, las diputadas Karina Zárate y Ely Sallard deberán hacer acopio de fortaleza para aguantar la andanada de desprecios, cuestionamientos y rechazo, no solo de quienes votaron por ellas, sino de todos los frentes políticos.
Y lo que son las cosas, las más cáusticas críticas contra las ahora exrepresentantes del PRI en el Congreso del Estado, se emiten desde sectores duros de MORENA que se resisten a aceptar como aliadas a quienes fueron parte importante de lo que tanto combatieron en el reciente pasado y que incluso les infringieron derrotas en la pasada elección.
No vamos a reproducir todo un altero así de hemerografía de los posicionamientos de altos perfiles de MORENA en Sonora, incluso de integrantes de la Cámara de Diputados, sobre su aborrecimiento a todo aquello que oliera a claudillero y que ahora tienen que tragar sapos o hasta algo más nauseabundo para darles la bienvenida a su partido.
Cortesía política obliga y como donde gobierna capitán no manda marinero, esos retobos, difícilmente contenidos, sólo se hacen en voz baja y aceptan lo irremediable que resulta la interacción con esas nuevas compañeras de partido, quienes de acuerdo al mismo gobernador Alfonso Durazo Montaño, durante su representación como priistas, acompañaron a su gobierno y a todas las iniciativas presentadas por el partido oficial en el Congreso del estado.
Para esos sectores duros de MORENA, detrás de la defección de Karina y Ely de las filas del PRI y su incorporación al partido oficial, deriva de una instrucción y aval de la jefa de ambas, la cónsul de México en Barcelona, en una operación de altos vuelos donde como pretexto estuvo la irreconciliable confrontación en el proceso interno del PRI para elegir dirigente en Sonora.
Por supuesto que así como Claudia Pavlovich no deja de ser priista a pesar de su expulsión de ese partido, ambas diputadas no dejan de ser claudilleras al incorporarse al grupo parlamentario de MORENA en el Congreso del Estado, en donde en unos pocos días deberán mostrar la fortaleza de sus lealtades durante la presentación y trámite del resumen de resultados de la cuenta pública del Gobierno del Estado del 2021, que en lo que corresponde de enero a agosto, compete a su jefa.
Mucho se habla de la importancia que tiene para todo sexenio gubernamental, el séptimo año, cuyo cierre es precisamente ese trámite, en función de los procesos de revisión a cargo del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización, que culmina con dictamen a cargo de la Comisión de Fiscalización, que como se sabe preside la diputada Natalia Rivera Grijalva e integrada por Ricardo Lugo Moreno, Oscar Eduardo Castro, Ernestina Castro Valenzuela, Fermín Trujillo Fuentes, Diana Karina Barreras y la diputada Rosa Elena Trujillo Llanes.
Conocemos los términos de las conclusiones del ISAF ya remitidas a la legislatura estatal y por ello no creemos que vaya haber algún problema que llegue hasta la exmandataria estatal, pero a pesar de la evidente asociación allá en la cima para darle vuelta a la hoja, habría que ver si algún representante de ese morenismo duro decide meter ruido a dicho trámite y obliga a Karina y Ely a mayores definiciones.
En otras palabras, se percibe que el salto de las legisladoras a otro partido es un adelanto respecto a que la exgobernadora está por superar de forma limpia ese temido séptimo año y que no requerirá defensorías de ningún tipo ante eventuales retobos, provenga de morenismo duro o de la representación del PAN que coordina Alejandra López Noriega, en atención a la campaña publicitaria permanente que despliega el dirigente estatal, Gildardo Real en contra de la cónsul en Barcelona.
A fin de cuentas, las tránsfugas sabían a lo que se atenían por las seguras reacciones de parte de sus excompañeros de partido y de ciudadanos de sus distritos, desde donde se escuchan toda una variedad de expresiones y hasta insultos, que cuestionan la falta de lealtad y de compromiso ante quienes les dieron el voto; la falta de consistencia ideológica; que son oportunistas y acomodaticias, y hasta títeres.
Lo que son las cosas, el electorado de los distritos 6 y 9 con cabecera en la mancha urbana de Hermosillo, le negó a MORENA la mayoría y Ely Sallard le ganó el 6 con mil 52 votos a Bernardeth Ruiz, en tanto que Karina Zárate le ganó a Armando Moreno Soto el distrito 9 con una diferencia de dos mil 115 sufragios, y ahora resulta como si de todas formas quienes perdieron hubieran ganado, mientras ella desquita la chuleta como como titular de Atención a Grupos Prioritarios y Migrantes del Gobierno de Sonora, dependiente de la Secretaría de Gobierno y él como rector de la Universidad Estatal de Sonora.
Para efectos de la correlación de fuerzas en el Congreso del Estado, desde hace muchos trienios el partido del gobierno y aliados no disponían de 25 votos de respaldo, dejando a la oposición con 4 votos de Movimiento Ciudadano; tres al PAN y una posición del PRD, circunstancia que de acuerdo al gobernador Durazo no rompe con la separación de Poderes ni la autonomía del legislativo.
Dimos seguimiento vía internet a la conferencia de prensa del de Bavispe, quien lució muy satisfecho de la suma para su causa las citadas adhesiones, con el subrayado de que aclaró que sin importar disponer de una mayoría super calificada en la Cámara de Diputados, seguirá trabajando para lograr los consensos con las distintas fuerzas políticas ahí representadas.
Consideró que esos dos nuevos apoyos es resultado de su estrategia de inclusión de cualquiera que cualquiera que trabaje en favor del interés general y como condición indispensable para que la transición sea estable y permanente, destacando la formación política y como servidoras públicas de sus ahora aliadas, así como por provenir del voto mayoritario de forma directa.
“En MORENA caben todos quienes tengan sensibilidad social y que no tengan antecedentes oscuros a su paso por el servicio público”, dijo al desestimar por otra parte, que sus funciones como presidente del Consejo nacional de ese partido, para nada lo distraerá de su responsabilidad como gobernador de Sonora y anunciar que ya propuso a David Mendoza para que sea el secretario técnico de ese máximo órgano de dirección partidista, o sea, que él no tendrá mucha chamba.
En el encuentro con medios de comunicación, el gobernador abundó sobre los grandiosos efectos que a futuro tendrán sus grandes megaproyectos y megainversiones ya muy anunciadas en los meses pasados, destacando la reivindicada que le dio a su titular de la SIDUR, Heriberto Aguilar y dejando sin efecto el ultimátum sobre su renuncia si antes del 6 de octubre no iniciaban obras de la modernización y ampliación del puerto de Guaymas y carretera a Chihuahua.
Pues el vilipendiado funcionario estatal se esforzó para asegurar que ya iniciaron los trabajos para la habilitación de patios del recito portuario y que antes de la fecha límite se iniciará el dragado; tres frentes en la carretera a Chihuahua y el circuito ferroviario, obras que deberán concluirse en un máximo de 14 meses, con el agregado del compromiso del gobernador de que en un plazo de cuatro años la carretera a Chihuahua será de tres carriles.
El gobernador insistió el gran impacto que tendrá el Plan Sonora de Energías Sostenibles, que proyecta a esta entidad como la vanguardia y modelo para generar energías limpias en este país, a través del desarrollo y explotación del litio; instalación de plantas fotovoltaicas con vocación exportadora; la licuefacción de gas natural y la operación militar de los aeropuertos de Guaymas y Ciudad Obregón y Puerto de Guaymas como un centro de carga integral, por aire, por mar y por tierra.
Estuvo buena y variada la conferencia de prensa, con flashazos donde el meramente aseguró tener un gabinete de excelencia, citando por su nombre a varios de ellos; también sobre distintos eventos que presidió la semana pasada; la tendencia a la baja de delitos patrimoniales y hasta los de alto impacto en Cajeme, Empalme y Guaymas, así como los relativos al festejo del Día Mundial del Turismo.
Fue acompañado por la titular de la citada dependencia estatal, Célida López Cárdenas, así como por la fiscal Claudia Indira Contreras.
Y antes de que se nos pase, qué gusto nos da el que nuestro añejo amigo, el profesional de la arquitectura, Ignacio Cabrera Fernández, haya sido nombrado Cónsul de México en La Habana, luego de picar piedra por varios años siempre al lado del canciller Marcelo Ebrard.
Tenemos entendido que el arquitecto se desempeñaba como director General del Programa de Promoción Turística, de la Secretaría de Relaciones Exteriores y lo más importante, se le percibía como un eficaz promotor de la eventual candidatura presidencial de Don Marcelo, para ahora estar atento en la capital cubana de la abundante colonia mexicana en dicha urbe y de miles más en calidad de visitantes. ¡Felicidades mi arqui!.
