Fue por casi dos horas, pero bien pudieron ser tres o cuatro, la duración del mensaje de Alfonso Durazo Montaño al rendir cuentas al pueblo de Sonora en su primer informe de gobierno, al reconocer que “la brevedad no se me da ni en las renuncias” y más cuando se esmeró en detallar propósitos, acciones, avances, resultados en proceso y sueños, obstáculos, conceptualizar motivaciones y ensalzar de forma repetitiva al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ante una muy aplaudidora audiencia presencial reunida en el Auditorio Cívico del Estado, el mandatario estatal dejó constancia de su capacidad de oratoria e improvisación al salirse del guion en una docena de ocasiones, y consciente de su prolongada alocución, anunciar tres o cuatro veces, para calmar impaciencias, que ya estaba por concluir, esforzándose para cubrir omisiones evidentes en su mensaje que obviamente consideró importantes.
Pues no requería ninguna justificación y por la reacción de la concurrencia no debió tener ninguna congoja al respecto, porque como decíamos, bien pudo durar tres o cuatro horas y todo mundo feliz de acompañarlo en esos momentos estelares, rodeado de selecto séquito e invitados, en su mayoría coincidentes con su ejercicio al frente del Poder Ejecutivo del Estado de Sonora y ansiosos de mostrarle lealtades, en el marco de un evento que replica rituales de antaño, pero con distintos actores.
A través de la plataforma de la televisora oficial, estuvimos atentos a la agenda del gobernador de este jueves y nos resulta paradójico el rescate de tradiciones y parafernalias en este tipo de eventos y que parecían haberse agotado, con quien insiste destacar como principal logro el haber roto el control hegemónico de grupos de poder que habían instaurado un gobierno traficante y como botín de guerra.
Pero como dijo el londinense Jack, vamos por partes, ya que como primera etapa de la jornada las cosas iniciaron en el Congreso del Estado hasta donde llegó una comitiva de camionetas machuchonas repletas de guaruras para resguardar la seguridad física del representante del presidente, el secretario de gobernación, Adán Augusto López, Ignacio Mier, Adelfo Regino, Leonel Godoy, quedando en el pasado la tradicional caminata desde Palacio de Gobierno de los gobernadores en turno.
A distancia, por material gráfico y testimoniales, nos damos por enterados que para efectos de la seguridad de tan ilustres personajes, tanto el edificio sede del Poder Legislativo de Sonora como el Auditorio Cívico del Estado, fueron amurallados con vallas metálicas con un fuerte y estricto filtro que incluso evitó que representantes de medios de comunicación pudieran acceder, tanto a la entrega del informe a la directiva del Congreso, como al evento donde se emitió el mensaje, contentándose con darle seguimiento a través de pantallas gigantes en el vestíbulo del auditorio.
O sea, no nos perdimos de nada que no se haya perdido la sufrida talacha reporteril, aunque podría considerarse que lo ahí planteado de forma tan vehemente y convencimiento por el gobernador son temas y abordajes que de forma cotidiana comenta y expone con singular amplitud en sus conferencias de prensa y por eso la innecesaria presencia de la mayoría de la representación de medios.
En efecto, lo que este jueves fue expuesto a manera de discurso, de muy buen discurso, son temas prácticamente cotidianos en las ya institucionalizadas conferencias de prensa de los martes, solo que ahora no hubo preguntas, quedándonos más bien una percepción de que si bien la conducción de Telemax estuvo a la altura de las circunstancias, su producción quedó mucho a deber al menos en la transmisión por internet, dejándonos gran vacío en materia de paneos.
En términos generales, este primer informe deja ver a un gobernador echado para adelante pero muy dependiente de la buena voluntad presidencial, destacando, el alud de melcocha con que cubrió al presidente y los varios apapachos al titular de la SEGOB, así como ocurría con otros gobernadores que obligados o no, rendían pleitesía a sus líderes instalados en Palacio Nacional.
Desde nuestra perspectiva, la apertura y el cierre del mensaje marcan de manera fundamental la ruta del gobierno de Durazo Montaño; conceptualiza motivaciones y pone muy en claro sus propósitos de transformación de Sonora desde una plataforma progresista, privilegiando a las clases populares, particularmente a quienes menos tienen o no tienen nada o que lo único que tienen es hambre.
Respecto a su arremetida a la forma cómo los anteriores gobiernos ejercieron su encargo y que bajo su mando el poder político ya no depende del poder económico, sino al contrario, pues estaría por verse ya que es muy temprano para sacar conclusiones confiables, toda vez que a penas se acomodan las calabazas en la carreta, aunque por sí sola, dicha postura genera buenas notas informativas.
Tales propósitos o tal propósito ya cumplido, de acuerdo a los términos de su mansaje, van a contracorriente de la información dada a conocer el miércoles, que a reserva de ser desmentida o confirmada, indica que el empresario operador financiero de Guillermo Padrés, David Alfonso González Morillas, ya pegó la primera tarascada sexenal –conocida–, toda vez que a su empresa Diseños y Construcciones del Cobre S.A. de CV, fue favorecida por la Secretaría de Marina al adjudicarle las obras de modernización de la carretera Guaymas-límite con el Estado de Chihuahua, “en sus tramos San Marcial-E.C. Hermosillo-Yécora y Rosario Tesopaco-San Nicolás”.
Sabe si fue adjudicación directa, convocatoria internacional abierta o si hubo algún concurso mediante una licitación, pero el hecho es que en efecto, se rompió la tendencia de que las grandes obras de infraestructura por lo regular eran ejecutadas por empresas ligadas al régimen calificado como hegemónico en los pasados 30 años y que ahora hay alguien más para entrarle al quite y que mejor quien luego de incrementar sustancialmente su fortuna y negocios durante el padrecismo, tuvo en suerte convertirse en mecenas de MORENA en Sonora, precisamente cuando Durazo Montaño dirigía a ese partido en Sonora.
Es público y muy conocido que durante varios años la sede estatal de MORENA fue un edificio propiedad de González Morillas, ahí a un costado de una gasolinera que adquirió junto con otras 20 en el arranque del gobierno de Padrés, y la renta que se pagaba por ocupar dicho inmueble era de seis mil pesos mensuales, una bicoca o simbólico, si se comparan los costos en dicho sector de Hermosillo.
Como sea, todo relevo, toda renovación puede considerarse positiva, dicen, cuando se trata de la ejecución de obra pública, lo cual podría implicar muy dura competencia para los Fraijo, Sahuis, Silvas, Mazones y demás capitostes financieros de esta región del país, ante la fuerza y los favores que le deben a su relevo en esos menesteres.
Pero de regreso al evento en el Auditorio Cívico del Estado, vaya el rollísimo del titular de la SEGOB, quien además de pretender imitar a López Obrador, se aventó una alegoría almizclera dedicada a Sonora y los sonorenses, con reminiscencias casi poéticas muy similares a políticos setenteros, dejando casi en el orgasmo a parte de la concurrencia con eso de que “siga floreciendo para siempre este hermoso jardín sobre la arena”, parafraseando al poeta Carlos Pellicer.
En apretada síntesis, el gobierno de Durazo es progresista, incluyente, austero, facilitador, dialoguista, respetuoso de la pluralidad y de la libertad de expresión, municipalista, solidario, honesto, justiciero, comprometido con la consigna por el bien de todos, primero los pobres y absolutamente leal al presidente López Obrador y a su proyecto de transformación nacional.
Sobre el altero así de datos y cifras, ya se hará la recopilación correspondiente en notas informativas y comunicados oficiales, si que tengamos idea de cómo afectará dicha dispersión comunicativa el trato que recibió el grueso de la talacha reporteril que apechugó estar encerrada en el tradicional corralito.
Y se nos había pasado comentar cómo el regidor del ayuntamiento de Hermosillo, Jorge Villaescusa Aguayo responde a la gente y pereciera ser poco, pero vieran que bien cayó el que de su bolsa y sin aspavientos, reparó tableros y aros de las canchas del Parque Madero y así por el estilo atiende solicitudes de apoyo de grupos de ciudadanos que acuden a buscarlo.
