DIF, institución profunda y permanente.- Demuestra Patricia Patiño, presidenta del Voluntariado, que ese organismo es el corazón del Municipio.- Rindió su Primer Informe Anual de Actividades.
Bernardo Elenes Habas
El DIF es el corazón del Municipio.
Así lo demuestra esa institución dirigida en su Voluntariado por Patricia Patiño Fierro, y la estructura de mujeres y hombres que mantienen vivos los programas sociales para bien de la comunidad, sus familias, sobre todo las más vulnerables.
Tradicionalmente se decía que el DIF se constituía en el rostro humano del organigrama municipal en turno, pero hoy ese rostro se convierte en un común denominador del servicio público, porque así se han encargado de que sea Javier Lamarque, el Alcalde, y Patricia, la encargada de atender necesidades apremiantes de las familias.
Hace unos días, la licenciada Patiño presentó su Primer Informe Anual de Actividades, donde hizo exposición amplia de la sensible labor del DIF, el trabajo de oficina, pero esencialmente la forma en que se hace trascender sus programas de asistencia social, salud, convivencia, dando valor y dimensión a la voz de las familias en sus mismas colonias, en sus asentamientos humanos, donde se suma la colaboración de diferentes empresas y asociaciones civiles siempre dispuestas a servir, a entregar su calidad humana.
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Patricia se dio a la tarea de reformular el marco normativo, operativo y legal para que el DIF no se reinvente cada tres años, sino que se mantenga esa guía esencial ahora y en el futuro para la atención integral de los sectores más vulnerables, para niñas y niños, adultos mayores, personas con discapacidad, para quienes viven en situación de calle y para las familias que requieren de apoyo temporal o permanente por su condición social. Política profundamente humana, sin duda.
En el evento, Patricia estuvo acompañada por la directora general del DIF Sonora, Lorenia Valles, el alcalde Javier Lamarque, la directora general de la institución, Claudia Santacruz, y por supuesto familias que dieron testimonio de que en Cajeme hay siempre una mano y un corazón donde apoyarse cuando los tiempos difíciles soplan…
No tengo duda que las siglas del DIF, se convierten subjetivamente, en un corazón colectivo que late por las familias del Municipio…
Le saludo, lector.
