Entretelones
Samuel Valenzuela
A penas días antes se había dado a conocer que en el Comité de Asuntos Exteriores del Congreso de Estados Unidos se había presentado la iniciativa de designar como terroristas a bandas del narco que operan en México, para que sus fuerzas armadas las combatan, cuando cuatro ciudadanos de ese país fueron secuestrados en Tamaulipas.
Valga subrayar que, con sorprendente celeridad, la maquinaria de la justicia mexicana, con el supuesto apoyo de organismos policiacos del vecino país, dieron con la casa de seguridad de los plagiarios, liberaron con vida a dos de los retenidos, y levantaron dos cadáveres de ese grupo de gabachos que acompañaban a fémina que se haría una cirugía estética en un consultorio de Matamoros, en lo que se asegura fue un hecho fortuito por confusión de identidades
Esa sugerente coincidencia ha derivado en toda una variedad de elucubraciones conspirativas que se resumen en que el secuestro y posterior asesinato de dos de los secuestrados, fue un elaborado plan para construir el pretexto perfecto que fundamenten los propósitos intervencionistas del gobierno del vecino país, para suplir la estrategia timorata y pusilánime del gobierno mexicano en materia del combate al crimen organizado en este país.
O sea, suponen que Latavia McGee y Eric Williams sobrevivientes al ataque y los asesinados Shaeed Woodard y Zindell Brown, fueron simplemente un aleatorio daño colateral premeditado, para acelerar la aprobación de la iniciativa presenta en el Congreso desde enero pasado y evitar sea vetada por el presidente Joe Biden y entonces sí, que Dios nos agarre confesados.
Las víctimas.
Con más de 140 mil homicidios dolosos desde diciembre del 2018, atribuidos a la disputa de territorios entre grupos criminales, así como con miles de desaparecidos que posteriormente pudieran ser encontrados en fosas clandestinas, es evidente la incapacidad del gobierno mexicano para atender esa indudable emergencia que día con día es mayor, así como también es indudable la inefectividad de las estrategias para hacerle frente.
Pero otra cosa es que dicha inoperancia sea pretexto para que el ejército de un país extranjero viole nuestra soberanía territorial al amparo de la Resolución 18,promovida por los congresistas Dan Crenshaw y Mike Waltz, dos antiguos miembros de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y ambos senadores del conservador Partido Republicano.
No, sería lamentable que se replicara en México lo ocurrido en Panamá hace 34 años, cuando el ejército gabacho perpetró una invasión militar que culminó con la detención del presidente Manuel Antonio Noriega por sus nexos con un cartel colombiano de la droga y por haber convertido al país canalero como trampolín para abastecer de cocaína al mercado más grande y rico de consumidores.
En el caso de México, la propuesta de los legisladores estadounidenses tiene el fin de desmantelar el Cártel de Sinaloa; el Cártel Jalisco Nueva Generación; el Cártel del Golfo; Los Zetas; el Cártel del Noreste; el Cártel de Juárez; el Cártel de Tijuana, los Beltrán Leyva y La Familia Michoacana o Cártel de los Templarios, que en algunos de los casos o en todos, se señalan complicidades de instancias del gobierno de México respaldan su operación.
Manuel Antonio Noriega.
Y cuidado, porque en círculos conservadores y de la comunidad de inteligencia del gobierno de Estados Unidos se señala al mismo presidente de México, a mandos del ejército, la Marina y la Guardia Nacional, como respaldos de la operación de bandas criminales a cambio de mucho dinero y apoyos de carácter electoral, sospechas que se extienden hasta mandos civiles en Estados y Municipios.
En dicha estrategia intervencionista gravitan también los escandalosos términos del juicio y declaratoria de culpabilidad en contra del exsecretario de seguridad pública, Genaro García Luna, para constituir un todo que resulta el pretexto ideal, para que los halcones del militarismo norteamericano se reasuman como policías con derecho a combatir de forma directa, el tráfico de fentanilo que se opera desde territorio mexicano.
Se sabe que entre otras cosas más, el presidente López Obrador es torpe en materia de relaciones exteriores y frente al mayúsculo trabuco que enfrenta, no le queda más que en confiar en las habilidades diplomáticas del canciller Marcelo Ebrard, quien mostró su mano izquierda para que las cosas no pasaran a mayores luego de la terrible masacre de la familia Lebaron en Bavispe, Sonora a principios de noviembre del 2019, aunque el contexto de lo ocurrido en Matamoros es mucho más complejo y con implicaciones mayores.
A fin de cuentas, lo ocurrido en Tamaulipas deja ver que cuando se trata de agravios contra extranjeros, el gobierno mexicano resulta sospechosamente muy eficaz para resolver asuntos, que en el caso de ciudadanos en este país, simplemente son archivados y las tareas de localización se las dejan a familiares de desaparecidos.
Los proclives a teorías conspirativas aseguran que la celeridad para encontrar a los extranjeros secuestrados es por las ligas entre los grupos criminales con instancias de gobierno y que por conveniencias mutuas establecen las vías para calmar las cosas.
Genaro García Luna.
Tales hechos derivaron casi en automático en una alerta de viaje del Departamento de Estado, para que ciudadanos de ese país eviten trasladarse a Tamaulipas y otros lugares que consideran riesgosos, cuando está por iniciar los tradicionales reventones de spring breackers que atiborran destinos playeros de México cada año, con alertas que incluyen a Cancún, Tulum, Puerto Vallarta, Sinaloa, Colima, Zacatecas, Los Cabos, Michoacán, Guerrero, y no, no está Sonora a pesar que en la región de Guaymas y Ciudad Obregón el horno no está para bollos.
Por cierto, la secretaría de turismo dio a conocer el calendario de eventos para esta primavera a punto de iniciar, el cual es bastante tupido y por todos los rumbos del Estado, destacando el 13 Torneo Internacional del Guajolote, del 21 al 23 de abril en Yécora; la cuarta Edición del Bacanora Fest, del 17 al 19 de marzo en Rosario Tesopaco; Moro Fest, Feria del Caballo, 17 y 18 de marzo, evento en el municipio de Cumpas, Sonora; Beer Fest, este 11 de marzo en Mustang Rach de Ciudad Obregón; Campeonato Estatal de Motocross 2023, 26 de marzo en Navojoa y en abril en San Carlos.
También las tradicionales fiestas de Semana Santa en Cocorit, del 6 al 9 de abril; Torneo Internacional de Pesca, del 14 al 16 de abril en la Iglesia de Batuc de San Pedro de la Cueva; 13 Torneo de Pesca de Lobina, del 28 al 30 de abril en Ciudad Obregón Sonora (en la presa Álvaro Obregón “Oviachic”); La vuelta por Sonora 4×4, primera fecha, del 8 al 12 de marzo y la segunda fecha, 26 de marzo, en Hermosillo, Ures, Magdalena, Caborca, Puerto Libertad y Kino; y el Vino Fest este sábado 11 de marzo, en Club Dúo en San Carlos, entre otros.
Calendario turístico de primavera.
Luce sumamente atractivo y lo mejor de todo es que al llevarse en amplio sector de la zona rural, a ojo de buen cubero, no se advierten amenazas mayores para la seguridad de quienes participan y familias que quieran disfrutar de esas actividades como espectadoras, ya que a como están las cosas, quienes antes se mataban entre sí o asolaban comunidades de la zona serrana, bajaron a Ciudad Obregón, Guaymas y Empalme a saldar diferencias o simplemente allá arriba se pusieron de acuerdo.
Hubo comunicado oficial para dar a conocer el citado calendario de eventos primaverales y nos llama la atención la tacañería informativa que se advierte, porque a pesar de la presencia de la misma titular del Turismo, ni siquiera se cita el nombre de Célida López y mucho menos el de la alcaldesa de Yécora, nuestro solar nativo, Yadira Espinoza Méndez, de otros alcaldes y de representantes de asociaciones deportivas de pesca, caza y de oficinas de convenciones promotoras de la industria sin chimeneas.
Como sea, relevante el buen ambiente que año con año se presenta en Yécora con el tornea anual del guajolote, con atractivos premios y disciplinas de caza que desde nuestra perspectiva el que más llama la atención es con arco y flecha y no por nada la presencia de cazadores de diversas partes del país y del extranjero, y lo mejor de todo, en un ambiente de seguridad.
Amairany Peña Escalante.
Como en el anterior despacho le dimos un buen entre, todo lo correspondiente a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer lo vamos a dejar para mañana, no sin antes destacar la distinción de que haya sido una mujer sonorense quien a nombre del Poder Legislativo Federal haya sido la encargada de dar el mensaje en el evento celebrado en Palacio Nacional.
En efecto, fue la joven diputada Amairani Peña Escalante, quien ganó lo que bien pudo ser un intenso jaloneo porque no es cualquier cosa el haber sido la seleccionada para dar un mensaje representando a centenares de mujeres legisladoras en un evento encabezado por el presidente López Obrador.
Buen Punto para Sonora y buena la participación de la diputada federal que compitió como suplente en la fórmula encabezada por la actual directora del DIF Sonora, Lorenia Valles
