Para nadie es un secreto que un problema (de los muchos) del sector salud en nuestro país, es el desabasto de medicamentos; vaya, si usted va a surtir una receta le van a deber un medicamento o varios; ¿Qué hace usted cuando eso sucede? ¿Qué opción tendría?
El pasado dos de agosto, el presidente López Obrador sorprendió a propios y extraños al proponer la construcción de una “mega farmacia” que, literalmente, tuviera “todas las medicinas del mundo” (¿?). Con esta propuesta buscaba terminar, finalmente, el desabasto de medicamentos en el país, provocado por los cambios en las políticas de compra puestas en marcha al inicio de su administración. En la conferencia matutina de Palacio Nacional, López Obrador dejó en claro que si en un centro hospitalario llegara a faltar una medicina, se podrá hablar a dicha súper farmacia para conseguirla y que además logre llegar en un solo día. Y aseguró que el almacén de medicamentos tendría un manejo meticuloso del inventario y se distribuirán vía aérea o terrestre. “En diciembre vamos a tener una farmacia en la Ciudad de México, estamos en eso, aparte del abasto que no falte, por si llegara a faltar una medicina, una, en ese almacén, en esa farmacia, van a estar todos los medicamentos que hay en el mundo”, dijo. Reiterado en el mensaje con motivo de su 5to Informe de Gobierno, también anunció que ya se van a adquirir los terrenos necesarios y que la mega farmacia estará en lista antes de concluir el presente año. “No va a faltar uno”, añadió. “Ya estamos por adquirir en el Estado de México, un gran almacén que se está preparando con ese propósito”. El presidente, informó que para diciembre se tendrá la mega farmacia en la Ciudad de México donde se tendrán todos los medicamentos “que hay en el mundo”. De entrada la declaración no es prometedora, sino que cae en lo absurdo, digo, ¿no consultó las declaraciones con sus asesores? ¿Los hizo a un lado como con los del aeropuerto? ¿Tenía idea de lo que está diciendo/haciendo? De acuerdo con la investigación “Radiografía del desabasto. Informe de Transparencia en Salud 2017-2021”, publicado por Cero Desabasto, se encontró que el número de consultas y recetas surtidas cayó entre 2017 y 2021 al pasar de 109 millones 230 mil 65 consultas a 45 millones 308 mil 63, mientras que las recetas no surtidas efectivamente pasaron de un millón 777 mil 452, a 22 millones 183 mil 671. Hasta hoy se tiene registro de que se dejaron de surtir 45 millones de recetas en lo que va del actual sexenio. El colectivo Cero Desabasto ha dado seguimiento a las quejas por desabasto de medicamentos en lo que va del sexenio y de acuerdo con el informe, que se dio a conocer a finales del pasado mayo, se destacó que hay mil 732 quejas presentadas ante la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), el 2022 es el año con más inconformidades por falta de medicamentos desde 2017. El informe enlista a las instituciones que han incurrido en el desabasto y se tiene que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está en primer lugar de quejas recibidas, seguido por el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y el sistema penitenciario. Las entidades que más presentan desabasto son en primer lugar la Ciudad de México, Morelos, Jalisco, Durango y Sonora. Pero en el informe nos dijeron que teníamos el 90% de abasto en farmacias, ¿entonces quién miente? El desabasto de medicamentos es un tema multifactorial, algunas de las farmacéuticas que anteriormente obtenían las licitaciones de medicamentos sí contaban con la logística adecuada para la distribución, este costo ya estaba incluido en la licitación y así se podía garantizar la repartición. Además, el presidente no está tomando en cuenta que las medicinas tienen una fecha de caducidad y algunos requieren un manejo especial para su
almacenamiento y distribución, tal es el caso de los que requieren cadena de frío para mantenerlos.
Este país tiene 1,964,375 km2, y difícilmente podrían abastecer a todo el país desde un solo punto en 24 horas, vaya, ni FedEx ni UPS lo logran. Otro factor es que el almacenamiento de medicamentos a largo plazo podría llevar a la caducidad de muchos productos, lo que resultaría en un desperdicio financiero. Los medicamentos no se guardan como si fueran latas de atún en una en una miscelánea, los medicamentos se fabrican bajo pedido y se envían en lotes específicos de dimensiones específicas para un requerimiento porque si no corren el riesgo de echarse a perder por malos manejos o por una mala fecha de caducidad. Es un tema complejo que creo va para largo, pero ¿y mientras?
Dr. César Álvarez Pacheco
cesar_ap@hotmail.com
@cesar_alvarezp
Huatabampo, Sonora