Entretelones
Samuel Valenzuela
Samuel Valenzuela
Feliz veinte veinticuatro, primero que nada; nuestros mejores deseos en este nuevo año; renacer y recuperarse ante las adversidades; de lo perdido, lo ganado; nuevos proyectos y esperanzas; a superar escollos que en el veinte veintitrés parecían insuperables y se vencieron, y buena salud, sobre todo.
Luego de prolongado receso volvemos al teclado y lo hacemos como las carcachas difíciles de arrancar en frío, pero que ya en marcha opera a toda potencia para atender retos que vienen y más cuando en los próximos meses la gran mayoría corremos el riesgo de ser víctimas de daños colaterales por decisiones políticas, de carácter económico y por la guerra entre bandas del crimen organizado.
Como sea, somos optimistas irredentos y estamos seguros de salir adelante como siempre lo hemos hecho a lo largo de cada año, que en el caso del 2023 no pudo ser más difícil, obligándonos a tomar decisiones radicales para salvaguardar nuestra estabilidad.
Este 2024 haremos lo mismo, y si bien el cierre del año anterior no fue el mejor, en la apertura de este hay indicios alentadores macro como es el caso de la reapertura del paso fronterizo Sonoyta-Lukeville luego de un mes de cierre y pérdidas millonarias de la industria turística de Puerto Peñasco.
Masacre en Cajeme.
Bien por el gobernador Alfonso Durazo al unir esfuerzos con la gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, a cuyas gestiones se adjudican la decisión de reapertura por parte de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, instancia gringa que al parecer ha dado por concluida la crisis por el alto número de migrantes que se vio obligada a procesar, sin que tengamos idea si en las próximas semanas volverá a cerrar, porque es creciente el flujo de personas de diversas partes del mundo y de México quienes aspiran probar el llamado sueño americano.
La reapertura es muy buena noticia para los prestadores de servicios de Puerto Peñasco y para estadounidenses asiduos a ese destino turístico, quienes no se verán obligados a transitar por carreteras en regiones dominadas por el narco en esa parte de la entidad, riesgos prevalecientes para turistas nacionales expuestos al fuego cruzado ya tan común por esos rumbos.
Cerramos el 2023 con un sentimiento de autoexclusión y negados a tomar carretera, ser parte de reuniones masivas, así como tomar medidas precautorias en torno a nuestra familia, frente a sangrientos hechos donde las víctimas solo estuvieron en el lugar y el momento equivocado.
La situación es extrema y la verdad es que la autoridad en todos sus niveles no se dan abasto frente la embestida de bandas criminales decididas a exterminarse entre sí, sin importar personas ajenas a sus disputas, sin dejar de reconocer que al menos hay efectividad reactiva de parte del Estado ante hechos consumados, esos que en materia de prevención han fallado de forma miserable.
Margarita Vélez.
Niños agazapados debajo de sus pupitres y vecinos apertrechados pecho tierra en sus hogares mientras suena la metralla en las cercanías; viajeros víctimas del fuego cruzado en la disputa por el control de carreteras y una fiesta cuyos asistentes fueron masacrados; en cuanto se pone el sol, caminos de la zona rural pasan al domino de bandas criminales, en un entorno de normalización de la incertidumbre.
Todos somos víctimas colaterales de esa aparente incontrolable violencia, y en este caso podríamos al menos señalar que esos criminales no actúan de forma intencional y los daños colaterales solo son producto de su estado irracional, no así en el caso de decisiones de gobierno y estrategias de orden político y económicas donde la intencionalidad es su punto de partida.
Lo colateral por lo regular se liga con daños, pero también se relaciona con beneficios, o sea, beneficios colaterales, como es el caso de acciones acertadas de instancias de gobierno en materia de inversiones para la generación de empleos, inversiones para infraestructura comunitaria y demás, aunque desafortunadamente son las más pocas y sus efectos nimios frente a tan grandes rezagos.
Por cierto, llama la atención el manejo informativo respecto al saldo de los enfrentamientos entre dos bandas en disputa hace unos días, en donde se hace alarde de la incautación de varias unidades automotrices, algunas de ellas blindadas, así como armas, municiones y equipo táctico, cuando lo cierto es que las autoridades las encontraron en estado de abandono, incendiadas, dañadas.
Pero mejor volvamos a las buenas noticias, como la dada por la titular de Economía, Margarita Vélez de la Rocha, respecto al inicio de la construcción de la planta de licuefacción de gas natural de la empresa México Pacific Limited en Puerto Libertad con una inversión superior a los 15 mil millones de dólares y que ya en operación dentro de año y medio, generará 600 empleos directos y al menos cinco mil indirectos, aunque en su etapa de construcción serán 13 mil directos y 20 mil indirectos.
Antonio Astiazarán.
Los trabajos de instalación ya se iniciaron, pero para efectos protocolarios quieren la presencia del presidente Andrés Manuel López Obrador para propagandizar la colocación de la primera piedra de un proyecto cuya data es del 2016 durante las gestiones de Claudia Pavlovich en Sonora y Enrique Peña Nieto, poniéndose el toque final en estos tiempos de la llamada cuarta transformación.
El 15 de diciembre pasado se suponía iba a realizarse el evento protocolario, pero como no pudo estar el presidente se pospuso para un mes después, aunque sigue sin confirmarse y de acuerdo con la titular de economía solo hay fechas tentativas en función de la guanga agenda presidencial.
Miren, en este arranque del año tratamos de no caer en la tentación de dar juego a malas noticias y mejor atender la conseja de un querido amigo de privilegiar lo positivo y en esas estamos y qué mejor para hacerlo con los excelentes resultados de la gestión de Antonio Astiazarán en Hermosillo o la de Karla Córdova en Guaymas, quienes destacan a nivel estatal en materia de resultados.
Con mucha obra de beneficio comunitario, en el puerto y en la capital de Sonora se avanza en la reparación del desastre heredado por las administraciones pasadas y son referentes de políticas públicas de origen ciudadano.
Por cierto, tanto ella como él se perfilan como aspirantes idóneos para la reelección, quedando pendiente las decisiones de sus respectivos partidos, que, en el caso de Doña Karla, la del gobernador Durazo Montaño, cuyo fuerte liderazgo en MORENA le permite marcar pautas en materia de candidaturas, lo cual incluye alentar y sentar.
Karla Córdova.
En Guaymas no debería entrar en experimentos y nunca como ahora se requiere continuidad y lo decimos en función de la flaca caballada opositora al partido oficial, lo cual los podría orillar a tomar decisiones a partir de la percepción de que “con cualquiera ganamos” y dar al traste con lo logrado en los últimos dos años en lugar de darle continuidad a la buena gestión actual.
Nadie le hace sombra; ni desde la oposición ni desde su partido, desde donde ni siquiera sobresale Heriberto Aguilar, a quien obviamente no le alcanza a pesar de sus “altas” ocupaciones en la campaña presidencial morenista.
En Hermosillo El Toño luce imbatible porque ha logrado responder con hechos concretos a la confianza ciudadana y es tal su posicionamiento, que hasta el sector oficial sedujo a un Norberto Barraza a quien creíamos inmune al virus de la cooptación y corrupción, pero que de forma por demás evidente está demasiado chico para lo que representa Astiazarán Gutiérrez para el futuro del municipio capitalino.
Se nos figura que los del partido oficial deberán seguir buscando un perfil competitivo para disputar la joya de la corona, sin descartarse a Célida López Cárdenas, quien a pesar de sufrir doloroso sentón y verse obligada a abandonar sus aspiraciones por ser candidata al senado, bien podría reconsiderar su permanencia en la secretaría técnica del ejecutivo e ir por la revancha en Hermosillo, llevando a Barraza como síndico o en la planilla de regidores.
En Cajeme y Nogales resultan inexplicables las aspiraciones reeleccionistas de Javier Lamarque Cano y Juan Francisco Gim Nogales; el primero en la mira de la diputada Ernestina Castro Valenzuela y de su compañero de bancada el Pollito Castelo, quienes representarían opciones muy viables para encabezar una estrategia de pacificación en ese ensangrentado municipio, en tanto que el segundo será muy difícil superar la percepción popular respecto a que su administración está infiltrada por el narco y él lo sabe.
Norberto Barraza.
En fin, independientemente de los avatares electorales ya encima, este 2024 luce bien para Sonora y los sonorenses desde el punto de vista económico, al prospectarse que el Plan Sonora de Energía Sostenible seguirá siendo la plataforma para mantener una alta generación de empleos al menos en los niveles del año pasado cuando el gobierno estatal construyó condiciones para que el sector privado lograra la contratación de al menos 30 mil trabajadores en nuevos puestos.
Todo es cuestión que el gobierno federal no deje colgado de la brocha al ambicioso plan de inversiones para obras de infraestructura a cargo de las fuerzas armadas y cuyos avances son incipientes, pero que les urge aparentar ser resultados concretos, porque en poco tiempo podría ser insostenible el que el gasto del estado se concentre en la dispersión de becas y apoyos menores, así como en pequeñas obras de infraestructura.
Y antes que se nos pase, este reportero también es de la idea de que el gobernador Durazo debería separarse de sus altas y demandantes responsabilidades partidistas para dedicarse al 100 por ciento a atender las exigencias del cargo para el que fue electo, o a la inversa.
El tema no es cuestión de legalidad sino de simple sentido común, porque tal como nos decía amiga nuestra cercana al oficialismo, si el gobernador ha desplegado tan exitosa gestión en los últimos meses, que tanto más podría hacer sin distraerse en asuntos de su partido, porque de que se distrae se distrae y negarlo carece de sentido y es poco serio.
