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Diferentes estímulos (contaminación ambiental, radiaciones de todo tipo, hábitos tóxicos [tabaquismo, alcoholismo y estupefacientes], alimentación inadecuada, exposición a sustancias tóxicas (fertilizantes y pesticidas), elevado estrés físico o psicológico) pueden alterar el funcionamiento celular normal y provocar un exceso de radicales libres y especies reactivas de oxígeno, lo que resulta en estrés oxidativo, en pocas palabras: desgaste físico. La importancia de las especies reactivas de oxígeno radica en que producen la oxidación de proteínas y ADN. Al alterarse el metabolismo celular inducen la liberación de diversas sustancias que generan la respuesta inflamatoria en el organismo. Tanto daño ocasionado por los factores antes descrito son prevenibles, unos mas que otros; una buena alimentación, ejercicio, dormir adecuadamente producen una disminución de sustancias dañinas incluso, producen otras benéficas para nuestro organismo, incluso el comer chocolate lo hace, si, leyó bien estimado lector: chocolate.

 

En las últimas dos décadas se ha reconocido la participación del estrés oxidativo y disfunción endotelial en el inicio y evolución de poco más de 100 procesos fisiológicos alterados y múltiples enfermedades. Entre los procesos fisiológicos implicados está el envejecimiento y algunos padecimientos como: aterosclerosis, cáncer, diabetes mellitus, hipertensión arterial, inflamación, enfisema pulmonar, neuroinflamación, deterioro cognitivo y bajo rendimiento escolar, demencia senil, enfermedad de Alzheimer o Parkinson. Aunque el panorama no parece muy alentador, no todo está perdido; los efectos biológicos de las especies reactivas de oxígeno en la salud y enfermedad de los seres vivos son regulados por mecanismos intracelulares. Los más importantes se relacionan con un grupo de enzimas denominadas antioxidantes. Con frecuencia estos mecanismos normales se ven rebasados en su capacidad. Desde hace tiempo se conocen compuestos naturales con funciones antioxidantes en forma de vitaminas, minerales u otros nutrientes como: vitamina E, carotenoides, flavonoides, fenoles, fitoestrógenos, selenio, manganeso, ácido lipóico y coenzima Q10, que se encuentran en concentraciones variables en frutas, vegetales, granos y especias aromáticas (clavo de olor, orégano, romero y canela) disponibles en los alimentos comunes. Se han identificado alrededor de 8,000 tipos; no todos han sido estudiados, pero se han demostrado sus efectos positivos para la salud. Los flavonoides, se encuentran en el cacao, los arándanos y el vino tinto. Los efectos del vino tinto en la salud cardiovascular han sido bien estudiados desde su descripción en la década de 1980, con la publicación de la denominada “paradoja francesa.” ¿La recuerda? Es aquella que dice que como los franceses con su alta ingesta de grasas (quesos) tenian una salud cardiovascular tan alta, respuesta: ¡el vino! Recientemente se ha dado importancia a los beneficios del chocolate obscuro para la salud cardiovascular y el sistema nervioso central. Como bebida milagrosa y euforizante, maravilló a los españoles por el uso que le daban los aztecas y cuyos efectos se describieron en los códices Badiano y Florentino. Con el paso del tiempo se ha considerado al chocolate desde una medicina, o solo una bebida euforizante con fines afrodisíacos, hasta ser prototipo de un estilo de vida inadecuado, promotor de caries dentales y obesidad. En las últimas dos décadas se han publicado los efectos benéficos del cacao y el chocolate obscuro para la salud. Con esos datos el chocolate se ha reposicionado en su reputación primaria: un delicioso “alimento-medicina”.

 

Los efectos del cacao en la cognición y circulación sanguínea cerebral resultan interesantes. Para mantener el funcionamiento óptimo del cerebro es importante tener un flujo sanguíneo cerebral adecuado y asegurar el suministro requerido de oxígeno y glucosa para las neuronas y favorecer la excreción de residuos tóxicos, es decir, actua potenciando el anti envejecimiento, ademas de estimular la perdida de peso por lo que también funciona contra la obesidad. Después de conocer los diversos beneficios para la salud asociados con el consumo de chocolate, resulta ser una delicia gastronómica y un factor potencial para la prevención y tratamiento de algunas enfermedades.

 

Dr. César Álvarez Pacheco

cesar_ap@hotmail.com

@cesar_alvarezp

Huatabampo, Sonora.

 

 

 

 

 

 

 

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