El 23 de junio del 2017, el entonces secretario de Salud Federal, José Narro Robles, anunció una inversión de mil millones de pesos para la construcción de un nuevo hospital general y de especialidades en Hermosillo, para atender a más de un millón de habitantes con atención médica especializada de tercer nivel.
Dicha infraestructura ya registra sustanciales avances mediante recursos financiados por la Federación a través del Sistema Nacional de Protección Social de Salud, aunque bajo los nuevos criterios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de acuerdo a declaraciones de la diputada federal, Lorenia Valles Sampedro, su construcción tendrá que esperar.
El argumento expuesto por la legisladora de MORENA en conferencia de prensa, es que en la distribución del gasto federal para este año, se privilegió en primer orden criterios para el bienestar social, como si la buena salud, la atención y el cuidado de ésta no fuera factor importante para la gente.
No fuimos invitados al desayuno y rueda de prensa, pero disponemos de los audios en donde de forma indubitable está el sentido de las declaraciones de la diputada, en el marco de un alud de cifras con las que pretendió desmentir que la representación mayoritaria de Sonora en San Lázaro, no metió las manos para la rasurada histórica perpetrada a la asignación de recursos federales para obras de infraestructura, que cabildeó con la debida oportunidad la gobernadora Claudia Pavlovich.
A pregunta expresa, informó que en el presupuesto de egresos 2019 de la federación para los Estados, no se asignaron recursos financieros para continuar con la construcción de la infraestructura hospitalaria gestionada por la mandataria sonorense ante el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto y que anunció Narro Robles en la XVII Reunión Ordinaria del Consejo Nacional de Salud, celebrada en Hermosillo en junio del 2017.
Frente a la cruda realidad de sus declaraciones, más tarde se divulgó una especie de aclaración por parte de la experimentada legisladora de MORENA, aunque mejor no debió pretender aclarar nada, porque incurrió en el dislate de asegurar que en el presupuesto federal no se fondeó dicha infraestructura hospitalaria porque se trata de una obra estatal y que por ser ese el caso, será con recursos del presupuesto del Estado para este año aprobado por la legislatura local como se continuará con su construcción.
No, de entrada se sabe y así se anunció, que buena parte de dicha inversión proviene y provendrá de la Federación, porque al menos así fue anunciada y si hay algún cambio, obviamente la señora legisladora luce confundida y tal galimatías lo transmitió en su exclusiva rueda de prensa, prevaleciendo la percepción de que la ausencia de financiamiento para ésta y medio centenar más de proyectos propuestos desde mediados de noviembre pasado, se debe a que la mayor parte del financiamiento federal para este año fue para el Tren Maya, la nueva refinería y otras ocurrencias populistas.
De parte del Gobierno de Sonora aún esperamos algún posicionamiento que reconozca esa marranada o la desmienta, o bien la matice, aunque sabemos de las batallas que libra la gobernadora para que criterios autoritarios y centralistas de la cuarta transformación, no estanquen el desarrollo de la entidad ni afecten la calidad de vida de los sonorenses.
Incluso, sabemos que la mandataria estatal anda en la Ciudad de México y que en su agenda está una reunión con el titular de Hacienda, Carlos Manuel Urzúa, a quien planteará la necesidad de revisar este y otros asuntos relativos a la relación fiscal y presupuestal del Estado de Sonora y la Federación, que incluye cuestionamientos a la tacañería con que son tratados los habitantes de este Estado por parte del gobierno de López Obrador.
Sean peras o sean manzanas, la realidad actual aún no desmentida, es que está en suspenso la construcción del nuevo nosocomio de especialidades en Hermosillo, con todo y sus proyectadas 170 camas censables, nueve quirófanos, 51 consultorios, resonador magnético, tomógrafo, laboratorio y servicios de gabinete.
Mientras se aclara algo al respecto, desde diversas dependencias –antes delegaciones federales—nos reportan total parálisis operativa, con una planta laboral de confianza ya ausente porque fueron despedidos; con personal de base sólo viéndose las caras en espera de alguna instrucción de trabajo, y empleados por contrato y de honorarios con el alma en un hilo sin ninguna definición sobre su futuro laboral inmediato.
La constante es la ausencia total de mandos e incluso sabemos que el super delegado Jorge Taddei solo se deja caer por la antes delegación de Sedesol a ratitos y su estancia es sólo para ocupar un espacio por esos rumbos, ya que a fin de cuentas son militantes de MORENA quienes suplen responsabilidades de personal adscrito a dicha dependencia, en el levantamiento del censo de adultos mayores y de ninis.
La verdad es que nuestro compa Taddei debe andar muy ocupado en cosas importantes como para distraerse en minucias de orden burocrático, ya que como se sabe, en estas últimas semanas ha tenido que lidiar y ocultar el hecho de que un militante y representante de la cuarta transformación en Sonora, el alcalde de Bacum, Rogelio Aboyte Limón está detenido en Estados Unidos.
De acuerdo a información diversa provenientes de fuentes de muy buena credibilidad, el munícipe fue atorado por autoridades gringas el pasado 27 de diciembre acusado de fraude en el trámite de obtención de un pasaporte aportando datos falsos, además de fincarle procesos por tráfico de indocumentados y de drogas.
Ese es uno de los riesgos que enfrenta ese partido político propiedad de López Obrador, ya que como se sabe, en la selección de candidatos que a fin de cuentas se llevaron el triunfo electoral, no se reservaron el derecho de admisión y pecaron de pragmáticos en unos casos, y en otros, la tómbola llevó a posiciones de representación popular a un gran número de improvisados e incompetentes, así como a personajes totalmente opuestos al ideario morenista, panistas y padrecistas en mayor medida.
Esta como el caso de Nogales, en donde el alcalde Jesús Pujol Inostroza trae totalmente hecho bolas el engrudo y tiene que lidiar con las torpezas del poderoso recomendado del padrecismo Elliot Romero, quien desde la titularidad del organismo operador de Agua potable trae un soberano desmadre, al no querer atender la legítima exigencia de trabajadores de esa dependencia municipal para recuperar sus ahorros y parte de sus aguinaldos.
Pero las torpezas de Romero no son las únicas, porque el mismo munícipe no toca mal las rancheras en dicha materia, toda vez su ocurrencia de sugerir a los inconformes que sus reclamos fueran dirigidos a exfuncionarios de la paramunicipal, aunque hay que reconocer que al menos ya le metió decisión a ese tema al instruir la destitución del contralor, al titular de recursos humanos y al administrador.
Por lo demás, vaya que está echando lumbre la fiscal general de justicia del Estado, Claudia Indira Contreras, ya que no pasa un día sin información sobre resultados de indagatorias a cargo de la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, con vinculación a proceso y ejecución de varias órdenes de aprehensión a sujetos implicados en feminicidios y robo de vehículos.
Al que le toca bailar con la más fea es al titular de la Secretaría de Seguridad Pública, David Anaya Cooley, que con jornadas de 24/7/30-31, emprende estrategias de prevención del delito con resultados muy sustantivos, pero obviamente insuficientes ante ese lapsus y vacío que se advierte en el plano federal con un Alfonso Durazo y compañía entretenidos en el huachicoleo sin atender los derivados de la guerra que libran bandas del narco y que en Sonora dan la nota roja casi a diario.
Como sea, Anaya Cooley y la dama Fiscal General hacen su parte y más allá, en la intención de dar tranquilidad a los sonorenses, en tanto que desde la cuarta transformación se ponen las pilas y asumen sus responsabilidades en lo que respecta a obvios delitos de orden federal y a su prevención.
