Por allá en 1986, Puerto Peñasco era una comunidad pesquera con una incipiente infraestructura hotelera y de atención al turista, cuyo desarrollo era limitado por embrollos jurídicos y conflictos por irregularidades en la tenencia de propiedades sobre el amplio litoral, que afectaban a un gran número de ciudadanos norteamericanos.
De acuerdo a datos oficiales, Puerto Peñasco es el destino de playa más cercano y de más fácil acceso para estados como Arizona y Nuevo México, que sin acceso directo al más, paradójicamente hay más lanchas per cápita y por eso esa comunidad pesquera esperaba un proceso de pulido para que tuviera el brillo de atracción que merecía, para además de la pesca, hacer del turismo otra fuente de ingresos.
Nos tocaron las coberturas informativas de las frecuentes visitas que hacía a esa comunidad el entonces titular de Turismo del Gobierno del Estado, Alvaro Obregón Luken, para intermediar en las disputas por la propiedad y construir garantías de seguridad jurídica para cientos de ciudadanos gringos que en calidad de posesionarios habían comprado terrenos de playa en el sector de la Choya, Las Conchas, Sandy Beach y otros y cuya indefinición jurídica ya escalaba a conflictos de orden consular.
El entonces gobernador Rodolfo Félix Valdés emprendió toda una ruta legal para en coordinación y cooperación de la Federación avanzar en la certeza requerida para atraer inversiones, lo cual derivó en espectacular boom en los siguientes años y convertir a esa cabecera municipal como un polo turístico que compite al tu por tu con otros de gran calado del pacífico mexicano.
Muchos años han pasado desde entonces y ya no es ninguna novedad la operación de resorts para el gran turismo, campos de golf, aeropuerto y demás y como el Mar de Cortés es una fuente inagotable de riqueza, durante la gestión de Eduardo Bours Castelo se prefiguró e inició el impulso para la construcción de un gigantesco muelle que como puerto de origen, fuera el punto de partida y destino de cruceros y así atender la demanda de amplio sector gringo del centro y sureste de Estados Unidos.
La mesa quedó puesta para que su sucesor, Guillermo Padrés concretara dicha obra, pero como es de sobra conocido, la leperada, machincuepas y truculencias, abortaron lo que ya parecía un hecho, quedando una larga escollera y obras inconclusas, como ejemplo, de cómo la corrupción y la incompetencia pueden afectar el desarrollo de Sonora.
La gobernadora de Sonora Claudia Pavlovich retomó ese proyecto dejando de lado los conflictos legales entre particulares y concretándose a la gestión para hacer de Puerto Peñasco un puerto de origen de cruceros, aún sin contar con los medios de atraque convencionales, para en el contexto de la Mega Región y con el apoyo del gobernador de Arizona, apuntalar la gestión con la empresa naviera Cruise and Martitime Voyages, con sede en Holanda.
De esa forma y mientras de alguna forma se destraban litigios que tienen detenida la construcción del llamado Home Port, se recurre al cabotaje y transbordo de pasajeros mediante el uso de embarcaciones menores, tal como ocurre por ejemplo en Los Cabos, para hacer de ese contratiempo una minucia, ya que por lo pronto, luego de una travesía de un mes desde Roterdam, ya navegue sobre el Mar de Cortés el crucero Astoria, luego del histórico banderazo de salida que convierte a Puerto Peñasco en el primer puerto y hasta ahora el único en México de donde parten y regresan buques de esa naturaleza.
Y no es cualquier cosa ver la estilizada figura de un armatroste de 160 metros de eslora, 22 de manga y de ocho niveles, en cuyo interior 500 turistas disponen de un sinfín de alternativas de esparcimiento, atendidos por una tripulación de 200 personas del más variado origen racial.
Esto es lo más bonito y aleccionador de la reporteada, ya que nos permite disfrutar experiencias únicas e inéditas; ser testigos de la historia y dar cuenta de ella, tal como ocurrió en la jornada donde la gobernadora convivió con los cruceristas y mandos del buque, así como con una multitud de ciudadanos que se dieron cita en la Plaza Fundadores, desde donde dio el banderazo de salida del primero de tres recorridos que realizará el Astoria para visitar Tapolobampo, Mazatlán, La Paz, Los Cabos, Loreto, Santa Rosalía y Guaymas.
El solo recorrido de alrededor de un kilómetro a bordo de un catamarán y los avatares del transbordo, valieron la pena, luego de que los mandos del buque y de la empresa ofrecieron a medios de comunicación un recorrido de cortesía porbares y salones, casino, salón de belleza, cine, jacuzzi, capilla, restaurantes, tiendas, ascensores, biblioteca, teatro, discoteca, spa, sala de juegos, capilla, todo con servicio de acceso a internet, lavandería, lavandería automática, y sala de exposiciones.
Impresionante el lujo de una embarcación considerada icónica en el crucerismo mundial y que desde 1948, ha recorrido los mares de Indonesia, Groenlandia, el Mediterráneo, el Mar del Norte de Europa y que con distintas identidades y propietarios ha sufrido incidentes diversos, como ataques de piratas o un choque con otro trasatlántico donde hasta muertos hubo.
Todo un mosaico de nacionalidades ofrece la integración de los 200 tripulantes que apoyan la operación del buque, así como la pluralidad idiomática, con indonesios, ucranianos, alemanes, ingleses, irlandeses, holandeses, indios y demás, que para que se den una idea, el segundo capital es un cubano, Adrián Medina, sin duda el personaje más entrevistado del día.
Como sea, satisfactorio darnos por enterados que nuestro inglés es mucho mejor que el de muchos de los y las integrantes de la tripulación, lo cual nos permitió una mejor interacción durante nuestro recorrido por el gigantesco navío.
Miren, esto a penas empieza, ya que en el evento en la plaza Fundadores, el vicepresidente de la empresa naviera, John Dennis, anunció que además de los tres recorridos ya amarrados por la venta total del boletaje, para diciembre están previstos otros con un crucero de mayor envergadura y con capacidad para dos mil pasajeros, dejando en claro que está muy fuerte la apuesta por aprovechar la belleza del llamado acuario del mundo.
Como con zapatos nuevos nuestro compa el meramente de Las Palomas, Héctor Vázquez del Mercado, presidente además del Centro de Convenciones y Visitantes, así como Oscar Palacio Soto, propietario de uno de los primeros hoteles de playa de la región, Playa Bonita, y el más satisfecho de todo y operador de toda esa crucera agenda, el titular de turismo, Luis Núñez Noriega.
Presentes integrantes de la clase política como es el caso de Francisco García Vega, excandidato a la alcaldía, así como el dirigente estatal del PAN, Ernesto Munro, quien con la máscara de amabilidad para la ocasión, nos ilustró sobre cómo era Peñasco cuando era niño, faltándole que sugiriera a su vástago, Kiko Munro, Presidente Municipal, que fuera prudente para no disparar un discurso de casi 20 minutos, antes del banderazo de salida.
Con la gobernadora los titulares de Hacienda y de Economía, Raúl Navarro Gallegos y Jorge Vidal Ahumada, respectivamente, destacando la formalidad y el institucional trato que el primero tuvo con el diputado presidente de la Permanente Lázaro Espinoza y con María Magdalena Uribe, legisladora del PT que fungió como presidenta del Congreso que condujo la sesión extraordinaria donde se aprobó el paquete fiscal estatal 2020.
También ahí, pero en calidad de crucerista, el diputado Luis Armando Colosio, quien durante los próximos días y como pasajero del Astoria, hace el viaje junto a su santa y querida madre y ahí otros políticos, como es el caso del mata perros, ahora diputado federal Manuel de Jesús Baldenebro.
Debe ser una fregonería subirse a ese buque y hacer un recorrido durante el cual no sólo se visitarán los diversos puntos de destino, sino disfrutar de las vistas que ofrecen las islas a lo largo de todo el Golfo de California, como la del Tiburón, Angel de la Guarda, Punta Vela, San Lorenzo, San Esteban, Rasa, del Carmen, El Danzante, Monserrat, Santa Catalina, Santa Cruz, San José, Cerralbo, entre otras, así como las bellas costas del macizo continental, y lo mejor, con todo incluido en el rubro de alimentos y bebidas.
No tenemos la menor idea de las condiciones de algunos destinos del periplo que realizará el Astoria por el Mar de Cortés, dándose por descontado que no deberá haber problemas en Mazatlán, Los Cabos, Loreto y La Paz, ya que nos dicen que Topolobampo y Santa Rosalía no son nada del otro mundo, quedando Guaymas como principal fuente de preocupación dado el atascadero que prevalece en ese sufrido puerto como resultado de la pésima administración y la reconocida incompetencia de la alcaldesa Sara Valle Dessens, quien podría ser la causa de vergüenzas mayores.
Como sea, con el arranque de ese calendario de cruceros, ya el Mar de Cortés no sólo será aprovechado para la explotación pesquera con todo y sus asegunes que derivan de la conservación de especies, limitaciones económicas de los trabajadores del mar o problemáticas financieras de las empresas dedicadas a dicha actividad, y ya no sólo serán aprovechadas sus bellas playas a los largo de más de mil kilómetros ni por la pujante industria del cultivo del camarón o por ese turismo pesquero en menor escala, sino que se abre un nicho de mercado que derivará en generación de más riqueza y derrama económica no sólo en los puntos de destino como gasto de los cruceristas sino en la proveeduría de insumos como bebidas y alimentos y combustibles.
