Como máxima entidad fiscalizadora del país y órgano autónomo, técnico especializado de la Cámara de Diputados, la Auditoría Superior de la Federación ha propinado espectacular nocaut al discurso madre del presidente Andrés Manuel López Obrador: el de la anticorrupción.
El gobierno federal erogó 50,822 millones de pesos en 2020 sin dar un reporte preciso del destino de ese dinero, pues únicamente lo clasificó como “otras contrataciones”, cifra escandalosa si se compara con los 157 millones de pesos o los 480 millones de pesos que durante los últimos dos años de Enrique Peña Nieto gastó sin saberse en donde ni en qué.
Además de dicha información producto de una investigación de la organización civil México Evalúa y de la Escuela de Gobierno del Tec de Monterrey, la ASF dio a conocer que en el ejercicio 2019 se detectaron irregularidades y daño patrimonial por casi 68 mil millones de pesos.
Se detectaron millonarios montos cuyo destino es incierto en las megaobras del Tren Maya, la Refinería Dos Bocas, el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec y el nuevo aeropuerto Santa Lucía, así como en los programas sociales como los de becas para el bienestar Benito Juárez, el programa Sembrando Vida, el programa Crédito Ganadero a la Palabra, el Censo del Bienestar y el padrón de beneficiarios de los programas de desarrollo social, Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otros.
Son miles de millones de pesos sin comprobación o que se destinaron a objetivos distintos a los especificados sin justificar reasignaciones, que como botón de muestra están los más de 63 millones de pesos de daño al erario que perpetró durante el 2019 el entonces Secretario de Seguridad Pública Federal, Alfonso Durazo Montaño, sólo en viáticos, hospedajes y alimentos, así como la adjudicación de contratos irregulares.
Así se las gasta el aspirante de MORENA al gobierno de Sonora, faltando saber la clase de rebatinga que se aventó durante los meses que estuvo al frente de esa dependencia en el 2020, antes de ser enviado a Sonora para replicar el desastre que magistralmente perpetra López Obrador a nivel nacional.
Para no ir muy lejos, paradigmático el caso del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, a través del cual el gobierno de la 4T pretende cortar la cadena de reclutamiento de bandas del narco entre ninis, donde la ASF encontró aviadores, muertos, duplicidades, empresas que recibieron millonarios pagos sin haber contratado a nadie, además de muchas inexistentes, con un daño patrimonial de casi 60 millones de pesos, sólo durante el 2019.
Para colmo, la entidad responsable de combatir y prevenir la corrupción, la Secretaría de la Función Pública, por instrucciones de su titular Irma Eréndira Sandoval, impidió el acceso a sus instalaciones a auditores de la ASF, que reportó además irregularidades y deficiencias en la contratación e investigación de funcionarios de la 4T, sin seguimiento a sus declaraciones patrimoniales, opacidad en el gasto operativo de esa dependencia e irregularidades en la contratación de personal.
En general, el informe de resultados 2019 de la ASF muestra la podredumbre en que chapotea López Obrador y su cuarta transformación y que su discurso anticorrupción es una mera muletilla engaña bobos mientras él y sus cómplices se despachan del erario a dos manos, realidad insoslayable hasta para él que lo obliga a tenerlo como forma recurrente a la menor provocación, como es el caso de su mensaje “anticorrupción” y de aliento al boxeador Miguel Berchelt antes de su pelea con Oscar Valdez este sábado pasado.
Primero qué nada, aunque ya nada puede sorprender de ese sujeto, sorprendente que un presidente de México haga público su favoritismo en el caso de una competencia donde dos mexicanos se van a ver las caras y más sorprendente aún que insista en politizar un tema sin venir al caso, e infiriendo que uno de los adversarios representaba la corrupción.
Pues el objeto de sus simpatías recibió una espectacular paliza y el nogalense ahora es flamante campeón, resultado que desde nuestra perspectiva, no es otra cosa que mandó al reino de los sueños a la corrupción de López Obrador, a través de un Berchelt que ni la debía ni la temía, con un Oscar que ahora emerge como combatiente contra la corrupción morenista y cuatroteista.
Después de su estupidez, sabe cuál será la reacción del idiota, pero por lo pronto, excelentes las primeras imágenes de Valdez mandando guardar silencio a quienes como el presidente apostaron con todo por su adversario, destacando que el sonorense tuvo ese gesto de cariño y consideración cuando se acercó a consolar a su maltrecho rival luego que reaccionara del golpazo que lo mandó a dormir.
Así las cosas, por la incontinencia verbal presidencial y su fallida recomendación y pronóstico de este pelea, la paliza de Oscar a Miguel, ya se considera como premonitoria a lo que ocurrirá este próximo 6 de junio, cuando la potencia de puños de los sonorenses manden al país de los sueños a esos simuladores de honestidad y corruptos evidentes, así como Durazo pues.
Acá anduvo el presidente este viernes por la tarde y cuando menos dejó el compromiso de que su gobierno aportará los 800 millones de pesos necesarios para equipar el nuevo hospital general de especialidades en Hermosillo y que de garantizar que está asegurado el subsidio a las tarifas al consumo doméstico de energía eléctrica.
Lo demás fue puro chorizo y demagogia, ámbito en el que queda el inaugurado cuartel de la Guardia Nacional, fuerza militar que es la misma cosa que el ejército solo con uniformes distintos, pero que a fin de cuentas sirven para lo mismo, ya que los motivos para su creación permanecen intactos.
Mejor noticia es que la gobernadora Claudia Pavlovich le encontró el modo al incompetente para que los sonorenses seamos atendidos, destacando además, que avanza su gestión para que los gobiernos de los estados puedan acceder a la compra de vacunas contra el Covid-19, de forma complementaria y coordinada con la federación, lo cual permitirá acelerar la campaña de inmunización en todo el país.
Bien la mandataria sonorense que desde antes incluso de presidir la Conferencia Nacional de Gobernadores, ya cabildeaba las formas de cómo acceder a la compra de los antígenos y ahora ha logrado el consenso entre sus pares del resto del país, no quedándole de otra a la Federación de abrirse a dicho esquema de responsabilidad compartida.
Mientras eso ocurre, el machuchón ese que funge como subsecretario de salud federal, Hugo López Gatell informó que se contagió del mentado virus y al estilo, se tiró a perder, resultando sumamente extraño el que no se sepa ni papa de su estado y que incluso el mismo presidente tan dado a mandar mensajes de aliento sin ton ni son, no haya tenido ninguna referencia ni mucho menos desearle pronta recuperación, contrario al caso del Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, por quien se desvive en atenciones y cariñosos mensajes.
El que de plano fue puesto en la picota es el alcalde de Caborca, Librado Macías, quien avisado por un camisa parda integrante de la brigada de vacunación en Oquitoa, de presunto excedente de antígenos y de volada se aprontó y recibió la primera dosis, sin importar no ser residente de ese municipio, condición importante que se ha impuesto en toda la campaña desplegada en municipios rurales para inmunizar a mayores de 60 años.
Sabe si fue por eso, pero la gobernadora envió un oficio a toda la administración pública bajo su mando para que se atengan de forma estricta al calendario y cronograma del proceso de vacunación, sin incurrir en trampas en la fila de espera, ni aprovechando jerarquías ni posiciones e influencias.
Por lo pronto, buen indicio el que esa caterva de inútiles y fauna de acompañamiento de profesionales de la salud que aplican las vacunas, al parecer dejaron de condicionar la aplicación de la segunda dosis a cambio de la toma de la fotografía de la persona inmunizada y de su credencial de elector.
En otro tema, cuando ya dábamos por sentado que la elección por la gubernatura se circunscribiría a tres propuestas, la de Ernesto Gándara, Ricardo Bours y Alfonso Durazo, pues no, porque en cascada se dejaron venir los registros de Cuauhtémoc Galindo, Carlos Ernesto Zatarain y Rosario Robles, por Redes Sociales progresistas, el PES y del partido Fuerza por México, respectivamente, con la posibilidad de que sea sumada Petra Santos.
Por supuesto que las tres propuestas permanecen intactas, ya que quizás a excepción de la señora Petra si es que logra participar, los otros tres partiditos solo se incorporan en calidad de paleros de MORENA y Durazo, quien acuerpado por el Panal, el Verde y el PT, reinventa la nueva dimensión de la chiquillada y de los partidos bonsái, en una estratagema con el fin de pulverizar el voto.
De la señora Robles Robles no tenemos muchas referencias más allá de no estar muy acabalada que digamos, lo cual se comprueba al haber aceptado esa risible posición, en tanto que en ese sentido no canta tan mal las rancheras el Bebo Zatarain, quien desde hace un par de años se le dislocó el cerebelo, sin que tengamos idea cómo es que aparece como candidato del PES luego que hace poco más de un mes fue nombrado coordinador de no se qué de la campaña de Durazo.
Y peor tantito El Temo, protagonista de la peor administración municipal de la historia reciente de Nogales, lo cual es mucho decir frente a las andanzas actuales de Pujol y que como diputado local se concretó a fortalecer su feminidad.
Para lo único que van a servir será como golpeadores en los debates que organizará el IEES, en una renovada versión de aquellas estupideces del Güero Castro en el debate de Ciudad Obregón, de cuya experiencia deberían de aprender esos personajes tan patéticos, para que no sea así el fin de sus carreras políticas.
