Por desconocida razón no pudimos acceder a la conferencia virtual ofrecida el pasado miércoles por la secretaria de Seguridad Pública, María Dolores del Río y por la Fiscal General de Justicia del Estado, Claudia Indira Contreras, pero que de acuerdo a la información derivada de dicho ejercicio, todo indica que no nos perdimos de nada o bien, nos libramos de un mal rato.
La mayoría de los reportes coinciden en calificar como un fiasco esa limitadísima interacción de las funcionarias con representantes de medios de comunicación y las observaciones que fundamentan tal percepción no dejan lugar para la duda, con el agregado de nuestra parte, de reconocer ampliamente el valor del par de damas, al pretender traducir como logro la grave crisis que enfrentamos los sonorenses en materia de procuración de justicia, combate a la impunidad y por la improvisación frente al embate de la delincuencia organizada y desorganizada.
La alta transmisibilidad del Covid-19 en estos días, fue la circunstancia que obligó a dicha interacción remota, pero no crea Usted que fue como otras que se popularizaron durante estos tiempos de pandemia, en donde quienes se incorporan a la plataforma pueden hacer cuestionamientos de acuerdo a un orden preestablecido.
No, porque ante el alud de cuestionamientos, algún geniecillo decidió impedirlo y de volada dieron por concluida la conferencia de prensa, que al fin y al cabo, tanto doña Lola como doña Claudia ya habían expuesto ese mundo color de rosa, pleno de éxitos y de logros a lo largo de casi 40 minutos y solo apenas habían rozado con respuestas ambiguas a un par de preguntas.
Así no tiene chiste ni sirve para maldita la cosa un encuentro de esa naturaleza, si se pone como primer objetivo cumplir el derecho de la sociedad de estar bien informada, premisa que los medios de comunicación les resulta imposible cumplir si los sujetos obligados recurren a machincuepas para proteger sus investiduras ante irreverentes profesionales de la comunicación que se resisten a aceptar así como así informes de resultados ajenos a lo que ocurre en la realidad sonorense en los rubros bajo sus encargos.
Desde luego que la Fiscal General de Justicia del Estado tiene más callo, más experiencia y está mucho más fogueada en asuntos de la procuración de justicia y tal bagaje debiera ser suficiente y dejar de lado su actitud osca y hasta de desprecio hacia representantes de medios de comunicación, así como su notable ausencia de empatías y de afectos, como si parecer siempre enojada representara algo bueno para miles de sonorenses víctimas de delitos y violencia.
Y no, no es ningún consuelo el que casi tres años después de que fueron detenidos, presuma largas sentencias contra los autores del asesinato de un comunicador hermosillense, en tanto que doña Lola más bien se dedicó a destacar la complaciente, colaborativa, coordinada y asociada actuación de la dependencia a su cargo con las fuerzas armadas, Guardia Nacional, Policías Municipales, la SSPE y demás, chorizo y muletilla ya muy gastada y que en varias regiones de Sonora son letra muerta, tan muerta como las personas cuyos cuerpos se tiran o se entierran por doquier.
A fin de cuentas, ese fiasco tiene remedio y es cuestión que reformulen el formato y ellas se abran, tengan más disposición de informar de verdades a los sonorenses y no actúen como si le estuvieran haciendo un favor a los representantes de los medios de comunicación y sobre todo, incluyan en sus informitos algo más que estadísticas y numeritos que además de repetirlos a cada rato, no incluyen cómo revertir la cruenta realidad que se vive en Cajeme, en donde en este arranque del año un promedio de tres personas son asesinadas al día.
En fin, no creemos que particularmente la titular de seguridad pele un chango a nalgadas dado que su nombramiento adolece de franca improvisación y será cuestión de tiempo para que el gobernador Alfonso Durazo Montaño le ponga remedio, como resultado de una evaluación en proceso, que en el caso de doña Claudia ocurre igual, pero ella por la natural necesidad del mandatario de gobernar con los suyos y así, no le extrañe a Usted alguna jubilación adelantada por esos rumbos.
Y como una cosa lleva a la otra, bastó que se hiciera pública la renuncia remitida al Congreso del Estado por el titular del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización, Jesús Ramón Moya Grijalva, para que en las redes sociales se diseminaran una sarta de estupideces de quienes ignoran absolutamente todo lo relativo a facultades y responsabilidades del ISAF y solo son motivados por ansias de quedar bien con la actual administración estatal pegándole a la anterior.
Miren, a esos que no rebuznan porque temen que los carguen con leña, les recomendamos ingresen a https://isaf.gob.mx/ y le piquen al amplio menú de opciones para enterarse del amplio espectro de trabajo desplegado en los últimos años por el órgano autónomo encargado de revisar y fiscalizar los estados financieros, cuentas públicas estatal y municipales, de fiscalizar los ingresos y egresos, así como el manejo, custodia y aplicación de los recursos públicos, la deuda pública contraída con los particulares y en resumen, de la vigilancia del origen y aplicación de los recursos públicos en el Estado.
También podrán acceder a informes de resultados de cuentas públicas del estado, de ayuntamientos, de organismos desconcentrados y autónomos, observaciones y el sentido de éstas a detalle; resultado de auditorías, algunas en tiempo real, como caso único a nivel nacional, además de la eficaz coadyuvancia con la Auditoría Superior de la Federación, relativa a la fiscalización del gasto federal en Sonora.
Por supuesto que en la anterior y en la actual administración es conocida y reconocida la gestión del equipo de Moya Grijalva y que su relevo solo obedece a la conclusión de ciclos en empate a la nueva realidad política de la entidad, pero ese no limita a alienados carentes de progenitora que vomiten estupideces como esa de cuestionar que no se hayan atendido temas como la famosa estafa maestra, operación zafiro, retraso de la modernización de la carretera de 4 carriles y demás, cuando no se requiere mucha tatema para saber que se trata de asuntos de orden federal.
Dada su condición de exaspirante a la posición de la cual está por separarse Moya Grijalva, vamos a citar como participante en el desparramo de estupideces a Mario Jorge Terminel Siqueiros, quien aún trae ensartada la varilla, porque en el proceso donde se seleccionó al ahora renunciante, fue eliminado en la primera ronda, por no reunir el perfil para dicho puesto y ahora a lo mejor cree que es la suya.
Mejor la vamos a dejar de ese tamaño, porque todo indica que en Cajeme se le hizo bolas el engrudo a la titular del Trabajo, Olga Armida Grijalva Otero, quien por razones desconocidas destituyó de la presidencia de la Junta Local de Conciliación de Arbitraje a Jorge Iván Gastelum Cortés e instaló en dicho cargo a Manuel Reyes Encinas.
Alguien debe decirle a Reyes Encinas que no le agarre mucho cariño al cargo; que evite adornar su oficina con fotos familiares y figuritas de palo fierro, porque capaz no calienta asiento, así como no lo calentaron Sergio Adrián Ruiz Rocha, destituido luego de un altero de denuncias, e igual como le pasó a Gastelum Cortés que apenas acabaló 28 días en el cargo.
Pues algo raro debe estar pasando por esos rumbos en la impartición de la justicia laboral, porque no es común que en el sector público se den tan seguido tales remociones, que en el ámbito de las relaciones entre el capital y el trabajo, manda muy malos mensajes.
Y desde Agua Prieta reportan un excelente saldo de la gira del gobernador Durazo acompañado del titular de la SADER, Víctor Villalobos, para dar inicio a la primera etapa de la construcción de un rastro TIF que ya en operación representará un antes y un después para la ganadería con vocación exportadora de esa región de Sonora, además de otros anuncios relevantes para beneficio de ese municipio fronterizo y aledaños.
Por cierto, contrario a lo que estábamos enterados, el gobernador Durazo aseguró que la SADER ya completó la mudanza de la Ciudad de México y funciona y opera normalmente en Ciudad Obregón, en donde ya despacha normalmente el secretario, novedad que da cumplimiento al compromiso descentralizador que hizo durante su campaña el ahora presidente de México.
