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Anita López, contaba con 13 años de edad, cuando asesinaron a su padre.- La congruencia social y humana de El Machi López persiste, es un referente en la línea del tiempo.- Hace 70 años cayó abatido en el umbral de su hogar, por las manos cobardes de la ambición.- Hoy lunes 27, se realiza ceremonia cívica en su casa de calle Coahuila entre 6 de Abril y Jesús García, recordando la vida y obra del Zapata de Sonora.

Bernardo Elenes Habas

La narrativa político-social del Cajeme de hace 70 años no se olvida, porque a través del tiempo se ha constituido en punto de referencia luminoso para distinguir la vida y la obra de personajes realmente históricos.

Y en esa línea de congruencia y solidaridad humana, persiste, sin duda, la memoria del líder agrarista Maximiliano R. López, El Machi.

Hoy, lunes 27 de noviembre de 2023, se cumplen 70 años de la muerte del Machi, nombre amasado de tierra y esfuerzo con el que lo conoció y lo sigue conociendo el pueblo que lo lloró, cuando cayó asesinado ante la puerta de su casa, por la calle Coahuila entre Seis de Abril y Jesús García, una neblinosa noche de 1953.

Cortejo fúnebre del Machi López

Como todos los años, El Ayuntamiento de Cajeme a través de Educación y Acción Cívica con el apoyo de la familia del Machi, especialmente la legendaria luchadora social Anita López, recientemente nominada Ciudadana Distinguida 2023, sobrinos y nietos suman esfuerzos para seguir cultivando la semilla del recuerdo de hombres y mujeres comprometidos con Cajeme, sus campesinos y sus luchas, para que hechos tan notables no sean borrados por el tiempo y sus tormentas…

Anita López, hija del Machi, contaba con trece años de edad cuando asesinaron a su padre al abrir la puerta de su casa, una tenebrosa noche del 26 de noviembre de hace 70 años. Y a estas alturas de su vida, tiene plena conciencia que las balas del odio y de la ambición no acabaron con los ideales del dirigente agrarista, porque ella levantó sus banderas desde el campo, desde la cátedra universitaria, desde la investigación histórica.

Ella sabía con profundidad como su padre, al lado de Jacinto López, Ramón Danzós Palomino, Pascual Ayón, Bernabé Arana León, había contribuido en la conformación de los sindicatos agrarios en el campo y la ciudad desde 1930, preparando el tejido social para el reparto de latifundios del Valle del Yaqui, que mayoritariamente se encontraban en manos de extranjeros y poderosos empresarios nacionales, decretado por el presidente Lázaro Cárdenas del Río en 1937.

Pero el trabajo social e ideológico del Machi no concluyó con el reparto, porque continuó organizando a los ejidatarios, difundiendo la idea y la organización del colectivismo en el campo. Creando la Unión de Sociedades Ejidales, núcleo desde donde salieron las pasiones, las envidias y ambiciones de líderes (también de terratenientes agraviados), las que se convirtieron en odio, porque Maximiliano R. López no les permitía robar. Por eso lo asesinaron.

Anita, la líder legendaria, la Maestra de la Universidad Autónoma de Chapingo, la organizadora de las ligas femeniles, ha reafirmado en varias ocasiones su compromiso de seguir defendiendo y luchando por los derechos de los pueblos, de los grupos y sindicatos, “porque continuamos bajo las banderas del Machi López”, como ha dejado constancia con su grito de combate.

Y también, ha revelado, fundamentándose en las investigaciones realizadas por los amigos y seguidores del Machi, algunos nombres de los presumibles autores intelectuales de la ejecución del líder agrarista: “Manuel Bobadilla, el Negro García, los Nieblas Ortiz, José Pérez”, como lo ha sostenido en sus discursos.

Los ideales del Machi no murieron con las balas asesinas. Crecieron como llamarada y encontraron y encuentran cabida en las demandas de hombres y mujeres que ayer y ahora continúan luchando por los trabajadores, por las clases desprotegidas, buscando transformar una realidad denigrante de explotación, reafirmando compromisos para seguir defendiendo y luchando por los derechos de los pueblos, de los grupos y sindicatos bajo la bandera del Mártir del Agrarismo.

Le saludo, lector.

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