El proyecto hará visible al candidato.- Se palpa en el ambiente cambios, a pesar de los grupos de poder que siguen utilizando sus cartabones egoístas de siempre.- Si la sociedad civil tiene hechura de grandeza, podrá cobrar facturas el 1 de julio
Bernardo Elenes Habas
El proyecto, indiscutiblemente, dará fortaleza y hará visible al candidato.
Se trata de una premisa fundamental, que deberán tener muy en cuenta los partidos, sus grupos políticos, y, ciertamente, quienes incursionan por el carril independiente.
Pese a que los tiempos y las formas de hacer política marcan una dinámica de cambio trascendente, esas señales no están siendo tomadas en cuenta por quienes mueven los hilos de las conveniencias, focalizadas en sus apetitos de poder, cerrando los ojos a una realidad evidente:
Es decir, que ya no será el manejo de los viejos cartabones encaminados a acomodar piezas en los tableros de las candidaturas a cargos de elección popular, la estrategia que triunfe, sino las que se encaminen a fincar, como elemento primordial, las demandas ciudadanas desde el principio de los procesos partidarios, y no como requisito final en la agenda de tácticasperversas de siempre, como vía egoísta para obtener el poder.
Por eso, las desgastadas cofradías políticas deberán aceptar su propia introspección y preguntarse si realmente prevalece la congruencia en sus objetivos para lograr el bien común, o ese paradigma es, solamente, un espejismo para engañar la conciencia colectiva de las comunidades, mero instrumento avieso para satisfacer hambre y sed de poder, sin importar los medios para obtenerlo.
¿Los que mienten, los que esgrimen sofismas como verdades redondas, los que detrás de su poderío deslumbrante se empecinan en alcanzar o mantener cargos públicos, habrán tomado en cuenta que la inteligencia, la capacidad de análisis y discernimiento de la sociedad está, ahora, más despierta que nunca, situación que le confiere actitud para dar muchas sorpresas en todos los ámbitos y en todos los niveles electorales, desde la jornada federal hasta las locales?
Por eso se deduce la importancia del proyecto social, justo, humano, capaz de recoger las demandas escritas en los rostros de hombres y mujeres, en los ojos de campesinos, obreros, asalariados, desempleados, en quienes han clausurado todos sus sueños y sólo aspiran a sobrevivir, en un país inmensamente rico, pero saturado de contrastes oprobiosos…
Las condiciones objetivas y subjetivas de un cambio se palpan en el ambiente. Se respiran en las paradas de camiones. En las maquiladoras. En el campo. En los mercados. En las universidades. Están ahí, haciendo ebullición, y su génesis no es por generación espontánea, sino por una realidad densa, cruel, desesperante que se llama corrupción, y que se constituye en la raíz amarga y colectiva de la inseguridad, salarios miserables, pobreza extrema, desigualdad social, inequitativa distribución de la riqueza, simulación, engaño.
A ese listado se suma una larga emisión de facturas cargadas de crueldad, abandono social, que, si la sociedad tiene hechura de grandeza, podrá cobrar puntualmente con sus votos, el domingo 1 de julio.
Le saludo, lector.