Ya habíamos enviado nuestro despacho de jueves cuando nos llegó la infausta noticia sobre el atentado que cobró la vida de un ser humano excepcional al que lidiamos como reportero y luego como amigo por muchos años.
Es que cuando hacía activismo para promover su candidatura a la alcaldía de Cajeme, Abel Murrieta Gutiérrez fue atacado a balazos, resultando con graves heridas que poco tiempo después le costaron la vida, en lo que configura el clímax de la violencia criminal que azota a ese municipio desde hace meses.
Murrieta Gutiérrez fue procurador General de Justicia del Estado durante buena parte de la gestión de Eduardo Bours Castelo y la mitad del sexenio de Guillermo Padrés, para luego ser diputado local en la legislatura 2012-2015, y federal en la LXIII Legislatura, entrando en una interfase dedicado al litigio privado, destacando representación jurídica a la familia Lebarón en el marco de las indagatorias del atentado en las inmediaciones de Bavispe, para de esa forma ser candidato a la alcaldía por Movimiento Ciudadano.
Dada la lejanía en el tiempo de su gestión como procurador, nada qué ver que el atentado se derive de algún pendiente de aquella época, además que incluso durante el desempeño de esa responsabilidad, luego como diputado y después sin cargo público, nos lo encontramos en varias ocasiones en Hermosillo y se movía solo, como hijo de cualquier vecino.
No puede ser, estamos devastados por lo que le pasó a nuestro amigo y por la tragedia que vive Cajeme con una autoridad municipal incompetente y cómplice, resultado de la torpe gestión federal de quien ahora trata de conocer a Sonora como abanderado de MORENA a la gubernatura.
Sabe si su actuación como asesor legal de la familia Lebarón le haya atraído matones, lo cual aunque luce como línea de investigación obligada, está más cercana la posibilidad de que los responsables de ese criminal acto provienen de interesados en descomponer el ambiente en una plaza que tienen perdida y si impacta al resto de Sonora, pues mejor para ellos, en un contexto general que nos remitiría a la propuesta que estaría maquinando Alfonso Durazo de posponer la elección y a la que nos referiremos en los siguientes párrafos.
Andamos muy encabronados y ofuscados, y no nos queda más que unirnos a las plegarias por el descanso en paz del Abel y por la pronta resignación y consuelo de su familia.
Miren, nos llegaron audios, capturas de pantalla y un video, donde se revela la intención de Alfonso Durazo Montaño de promover ante el Instituto Estatal Electoral posponga por un mes la elección del 6 de junio, versión divulgada por los integrantes del plantón que mantiene ocupada la sede estatal de MORENA en Sonora.
El protagonista del video, audios y capturas de pantalla es Vicente Estrella Moreno, quien aseguró que fue el mismo candidato a la gubernatura quien le pidió apoyo para iniciar la gestión ante el IEES, ya que necesitan de las oficinas ocupadas por agraviados en la definición de candidaturas por dedeada, por influyentismos y compadrazgos.
Reconocemos que desde el punto de vista de la normalidad en el actual proceso electoral, sería un exceso el que el sonoguacho impulsara que se pospusiera la jornada de votación, aunque desde el punto de su realidad, pudiera resultar lógico frente al estancamiento en la intención del voto ciudadano y que conforme pasan los días se vislumbra que Ernesto Gándara Camou ganará la gubernatura con una ventaja superior a los 10 puntos.
Incluso, se asegura que causales para fundamentar esa solicitud, se cita a los actos de provocación de morenistas en Hermosillo contra eventos de Antonio Astiazarán y la agresión que sufrió la doctora María Isabel Batriz a manos de elementos de la Guardia Nacional vestidos de civil o sea, que de ese tamaño es el miedo a la inminente derrota.
El caso es que Estrella Moreno ya decidió que no se quedará con la gachada que perpetraron en su contra la nomenclatura de MORENA y la del Panal, al dejarlo sin la candidatura a la alcaldía de Carbó, a la cual aspiraba en calidad de dirigente morenista en ese municipio, para en cambio entregarla a una incondicional de Fermín Trujillo Fuentes y Daniel Córdoba Bon, quienes como se sabe, luego de navegar en el PAN y el PRI, en esta elección se pusieron de pinicuchi ante el partido oficial en turno, a pesar que esa veleidosa conducta los llevó a perder su registro.
Así lo denuncia el encabritado morenista que lidera las huestes que impiden a Adolfo Salazar Razo utilizar sus oficinas y que en asamblea popular le hayan retirado su apoyo al mismo candidato a la gubernatura y que en reiteradas ocasiones hayan mandado por un tubo al delegado nacional, Jesús Valencia Guzmán, a quien junto al Adolfo responsabilizan del antidemocrático proceso de selección de candidaturas a alcaldías y diputaciones locales y federales.
Nos sorprende en serio el que el Plan B de Durazo Montaño ante al fracaso de su Plan A, sea proponer que se posponga la elección, tal como ya se observa en Nuevo León, en donde ante la debacle de la candidata a la gubernatura, el mismo presidente sacó de la chistera denuncias en contra de los candidatos postulados por la oposición, mientras que la dirigencia morenista promueve la versión de que no hay condiciones para la elección dentro de 24 días.
Al parecer el diferendo morenista entre candidatos no registrados y la nomenclatura de su partido ya está en el punto de no retorno, llamando la atención la manera el rústico desplazamiento de su militancia particularmente en los municipios insertos en el 18 distrito, donde se impuso el tradicional corporativismo panalista en su versión estatal, ante el beneplácito de Durazo, Salazar y Valencia, y no por nada andan tan encabronados por esos rumbos.
La rebelión de militancias y simpatizantes se manifiesta por las diversas regiones de la entidad, particularmente en Cajeme, Etchojoa y en Hermosillo, por solo citar a tres plazas, en donde oportunistas, arribistas y por recomendaciones ahora andan en campaña o simplemente recibieron sus candidaturas y nada se sabe de ellos o ellas, como si creyeran que se repetirá lo del 2018 y solo aparecen colgados de eventos ajenos o que en lugar de la resaca que afecta a la campaña de Durazo, creyeran que el chilanguito anda en una ola.
Habrá que esperar más información de nuestras fuentes de aquellos rumbos, pero por lo pronto puede decirse que sigue mal y de malas el proyecto de instaurar en Sonora la incompetencia y corrupción de la llamada cuarta transformación.
Y como no, si a nivel nacional se observa esa tendencia e incluso hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador ha saltado al ruedo para salvar lo que se pueda, sin importar que su conducta y dichos, además de ilegales, permita asegurar que ningún mexicano y mucho menos ningún presidente, ha calumniado tanto y a tantos como lo ha hecho, para que ya sea considerado como el principal promotor de la cultura de la difamación en la historia de este país.
Canceló la construcción de un aeropuerto con el argumento de que empresas constructoras y promotores de la obra cometían actos de corrupción; eliminó el Fondo Minero por actos de corrupción de ayuntamientos beneficiarios de dichos recursos; desapareció el programa de estancias infantiles por lo mismo; canceló programas y fondos de apoyo a la cultura, la ciencia y la investigación con la misma justificación y así por el estilo.
De la misma forma la ha emprendido contra organizaciones sociales y particulares, contra quienes de forma cotidiana ocupa alrededor de una hora de su mañanera para cubrirlos de estupideces, sin mayores consecuencias que sus dichos, porque por supuesto, solo son eso: dichos cuyo único sustento es su trastornada personalidad, fobias infantiles y la impunidad que goza, teniendo apartado especial, sus quejumbres en contra de medios de comunicación y comunicadores
Como se sabe, en ninguno de los casos el presidente interpuso denuncia penal alguna en contra de sus denunciados, y en los contados casos en que ha dado curso legal a sus presunciones, ha resultado en nada como es el caso de Lozoya o por motivos electorales como es evidente en Nuevo León y un par de candidatos a la gubernatura postulados por partidos de oposición a MORENA.
La misiva de Diego Fernández de Ceballos donde exige al lengua suelta se retracte de imputaciones sobre ilícitos en el ejercicio como abogado, es solo la punta del iceberg de lo que son miles de agraviados por calumnias y difamaciones presidenciales, que si todos hicieran exigencias similares y López tuviera el valor de atender el reto a lo mejor se llenaría el Zócalo de reclamantes.
Lo cierto es que esa estrategia vociferante desplegada en las mañaneras, solo es un recurso distractor respecto a los verdaderos problemas nacionales y de los mexicanos e incluso se da el lujo de interrumpir cualquier cuestionamiento que pueda sacarlo de su guion engaña bobos o que corra el riesgo de ser exhibido como el que solo ve la astilla en el ojo ajeno y no la viga que le atraviesa el suyo.
El caso es que el gobierno de López Obrador suple con propaganda en favor de MORENA, palabrería, demagogia, calumnias y difamaciones, lo que no hace para sacar al país del atolladero en que lo metió su incompetencia y así elude hablar de la debacle económica; desempleo, escalada inflacionaria; el narco que ya desborda a gobierno en regiones; la corrupción en su gabinete y su familia; de su torpe gestión ante el Covid-19 y un altero así de omisiones preconcebidas para engañar a la gente.
Obvio que ante la elección del próximo 6 de junio, hay fuerte angustia ante el riesgo de que su partido no cumpla sus expectativas y por eso su cotidiana catilinaria electorera que por supuesto el INE no podrá parar, porque ni modo que hable de los miles de fallecidos por la pandemia y su negligencia criminal para enfrentarla; o de los más de 80 mil muertos por su fallida amnistía al narco con sus abrazos en lugar de balazos; los miles de feminicidios y tantos estropicios que tienen a los mexicanos en la incertidumbre.
López Obrador se juega el todo por el todo este 6 de junio y lo que son las cosas, también los mexicanos nos jugamos el todo por el todo, ya que mientras él pretende mantenerse con manos libres para hacer lo que le de la gana frente a la abyecta sumisión de la mayoría de la Cámara de Diputados, los ciudadanos podemos amarrárselas a punta de votos en favor de la real oposición que representa la Alianza Va por México en lo que respecta a la elección federal y la Alianza Va Por Sonora para efectos de esta entidad.
