De locos

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A mediados de octubre del 2001, el entonces gobernador Armando López Nogales desistió de construir una planta desalinizadora para dotar de agua potable a Hermosillo y entregó al Ayuntamiento de Hermosillo la administración y operación del organismo operador.  

Rindió la plaza ante una agresiva estrategia desplegada por el entonces presidente municipal Francisco Búrquez Valenzuela, que a la vez que exigía al gobierno estatal hiciera bueno el espíritu del artículo 115 constitucional y le traspasara el servicio de agua y drenaje, aseguraba que Hermosillo estaba sobre gigantesco lago subterráneo inagotable y que construir una desalinizadora era un gasto innecesario.  

Se salió con la suya cuando el proceso de licitación para dicha obra ya había concluido y la empresa Unión Fenosa iniciaba con esa estratégica obra con recursos propios, mediante un convenio que imponía límite tarifario, obras complementarias como renovación gradual de la red de distribución y que pasados 15 años, dicha infraestructura pasaría a ser propiedad del ayuntamiento.  

Bueno, esa es una historia muy conocida, porque como también se sabe, un par de años después su sucesora en la alcaldía debió imponer los aborrecidos tandeos porque resultó en una estupidez eso del freático inagotable debajo de Hermosillo; Ernesto Gándara enderezó el barco; Javier Gándara y Alejandro López Caballero apostaron al acueducto desde El Novillo y en esa etapa se sigue, sin entrarle a soluciones de fondo a un problema que tiende a superar lo cíclico para convertirse en permanente.  

Armando López N. y Francisco Búrquez

Ante el crecimiento de Hermosillo, es tan evidente la necesidad de crear nuevas fuentes de abasto de agua que resulta increíble ese estúpido discurso del sempiterno dirigente de la Unión de Usuarios, Ignacio Peinado Luna en contra de la construcción de una desaladora y en cambio exige la conclusión del Ramal Norte o un acuaférico como si hubiera agua suficiente para que tales obras tuvieran utilidad.  

La respetable madre de ese señor debió carecer de ácido fólico durante su gestación, porque solo a un retrasado mental se le pudo ocurrir retomar el rechazo a la desalación de agua de mar y lanzar arengas propias de idiotas contra tal posibilidad, en el marco de una movilización el pasado sábado que nos hizo recordar a aquella caterva de alienados que exigían más impuestos para el contribuyente sonorense.  

Esa es la reacción de lo más retrógrado de la región, al apenas atisbo de una posibilidad de construir una desalinizadora, que como gran legado para Hermosillo anunció el gobernador Alfonso Durazo Montaño hace unos días, de quien creemos tiene mucho más carácter para concretar esa solución de fondo, contrario a lo que ocurrió con el timorato y pusilánime López Nogales.  

Pero el Doctor Durazo debe apurarse desde una perspectiva donde al paso del tiempo ha abaratado las tecnologías de la desalación y mediante el uso de la energía solar, reducido costos de operación de una infraestructura de alto consumo, y porque si se toma en cuenta el cronograma de la desalinizadora del Cochórit, que sigue en su fase de pruebas, no pudiera alcanzarle su sexenio para dejarnos ese gran legado a los hermosillenses.  

Alfonso Durazo Montaño

Miren, fue por allá a fines de noviembre del 2015 cuando la entonces gobernadora Claudia Pavlovich anunció, que con el apoyo federal y mediante una inversión público-privada de alrededor de 740 millones de pesos, se construiría una desalinizadora modular en la región de Empalme, que en operación mandaría a la red de esa comunidad y de Guaymas, 200 litros por segundo de agua potable para satisfacer las necesidades de al menos 225 mil personas operando ese primer módulo.  

Tres años después, el 28 de noviembre del 2018 puso la primera piedra de dicha obra, que debió complementarse con la construcción de una planta de ciclo combinado de la CFE a la cual vino inaugurar el presidente Enrique Peña Nieto ya en los albores de su mandato.  

No tenemos idea si esos sean los tiempos, más de seis años, que se requieren para construir una infraestructura de esa naturaleza, pero para que le alcance, valiera más que el mandatario estatal le pusiera el turbo a esa opción de abasto de agua para Hermosillo, sea en alguna parte de la Costa de Hermosillo o aprovechar la del Cochórit con sólo añadirle módulos.  

Pero lo más importante, el gobernador no debe recular ante orates e ignorantes que se niegan a reconocer la seca realidad de esta región de Sonora y que la disponibilidad de agua suficiente es indispensable para soportar el acelerado crecimiento poblacional de la capital de Sonora; que no hay cosa más cara que la que no existe y que no se puede distribuir lo que no alcanza.  

Rebelión en la granja

A propósito de cosa de locos, vaya que se les botó la catota por rumbos del PRI nacional, desde donde sin el mínimo guardado de formas, se han dado a la tarea de desmantelar su estructura en Sonora, atropellando dignidades, desplegando ocurrencias y concediendo virtudes de liderazgo, experiencia e inteligencia a no pocas y pocos que se conocen como todo lo contrario, y cuyas únicas “virtudes” son la traición, la envidia, el oportunismo y el mal agradecimiento.  

De esos y esas se ha valido el delegado Jorge Meade Ocaranza para cumplir la instrucción del dirigente nacional Alejandro Moreno Cárdenas y su enfermiza fobia a quien atribuye todos los males de ese partido en Sonora, el empresario Ricardo Mazón, en el marco de un proceso interno para renovar dirigencia estatal que a todas luces naufraga.  

Eso se ha convertido en una feria de desatinos que se resume en la pretensión de que a como de lugar, imponer en la dirigencia a Onésimo Aguilera y a Iris Sánchez mediante la eliminación de Zaira Fernández y Pascual Soto como contendientes y acabar así con una contienda donde la decisión iba estar en la voluntad de consejeros y militantes en las urnas.  

Así las cosas, puede decirse que la cúpula nacional de ese partido no tiene remedio y que está a un tris de salirse con la suya al ya haber dado cuello a Jesús Humberto Robles Pompa, Álvaro Enciso, a Gloria Galindo y a Rodolfo Jordán, de la CNOP, MT, Mujeres y CNC, respectivamente.  

Zaira Fernández

Cierto que las dirigencias en los dos primeros casos estaban vencidas, pero igual está la de Ernesto de Lucas y para su renovación se siguieron las normas estatutarias y del sentido común, que en lo que se refiere a los dos últimos, las decisiones ya están tomadas y ni siquiera han sido notificados los inminentes desplazados e incluso, ni siquiera ha sido tomado en cuenta El Pato.  

Sabe de donde saque la creencia el delegado del CEN, que, socializando en medios de comunicación, esas tropelías serán aceptadas sin chistar y que insultando a diestra y siniestra, intimidará al empresario objeto de sus odios o que hará desistir a la fórmula no oficial, por que por lo que se ve, aun consiguiendo la pretensa imposición, esa ruta lleva al desastre a su partido.  

Por lo pronto, este domingo hubo reacción de parte de las presuntas víctimas de la citada pretendida imposición, ya que, si bien no fue una convocatoria oficial del CDE del PRI, la Zaira y el Pascual encabezaron una “asamblea de consejeros” con muy respetable asistencia, en tanto que la fórmula oficial y compinches mantuvieron prudente silencio y sólo esperan la orden para asumir sus cargos.  

El caso es que se están dando hasta por debajo de la lengua en un contexto de continuas torpezas del delegado; de una feria de traiciones, envidias y oportunismos, en donde cortesanas y cortesanos de siempre, ahora se quieren hacer pasar por intelectuales; en donde militantes de café y escritorio y hasta con antecedentes de corrupción y pendejismo, quieren hacerse pasar como operadores políticos de excelencia, todo para justificar la medida autoritaria inminente.  

Manlio Fabio Beltrones

Por lo pronto, en la asamblea de este domingo no fue sancionada por el CDE y mucho menos por el delegado y por ende los acuerdos no tienen aplicabilidad, se escuchó fuerte la exigencia de la remoción de Meade y la verdad, muy bueno el mensaje de Zaira, quedando pendiente lo que resulte de la reunión de exdirigentes nacionales de ese partido con el actual este martes, sin que tengamos idea si el caso Sonora será planteado por el aparentemente replegado Manlio Fabio Beltrones, a quien el oficialismo representado por Alito le raspan los muebles de forma por demás cotidiana en su solar nativo.  

Y en asuntos más serios, inquietante que desde el lunes de la semana pasada se registre en México un significativo repunte de casos del Covid-19, así como de muertes y hospitalizaciones con reportes de varios de saturación de hospitales en estados del centro del país.  

Este repunte se da cuando hace apenas un par de días se derogó la ley que hacía obligatorio el uso de cubrebocas, decisión legislativa que no debería influir en las personas y a pesar de ella, mantener esa sana costumbre de protegerse con esa prenda en lugares cerrados, públicos y en interacción cercana con gente que no sea la familia.  

Y en asuntos nacionales, de esos que quisiéramos no abordar pero que se presentan como obligación, como es el caso de la moratoria declarada por las representaciones legislativas de la oposición en el Senado y la Cámara de Diputados, quienes anunciaron que así como ocurrió con la reforma eléctrica, no aprobarán ninguna reforma constitucional que promueva el presidente y el partido oficial.  

Repunta el Covid-19

Interesantes los pataleos y lloriqueos del oficialismo morenista, incluido el presidente ante la decisión tomada por quienes por votar contra la reforma eléctrica fueron denunciados como traidores a la patria, cerrando cualquier espacio para el diálogo y el acuerdo, ese diálogo y esos acuerdos que ahora pretenden reactivar.  

Para cerrar estos Entretelones, de película el robo de 20 contenedores del puerto de Manzanillo, Colima, conteniendo oro, plata, zinc a granel, así como televisores, en una operación que duró alrededor de ocho horas y se utilizaron grúas, vehículos pesados y códigos de acceso, todo en instalaciones bajo el resguardo de la Marina.  

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