En los últimos tiempos los panteones de México lucen más atiborrados, tanto de muertos sepultados, como de sus seres queridos que acuden a revivir memorias de los ausentes en fechas como este día, en un contexto donde se mezclan el dolor por la pérdida, en algunos el tradicional sincretismo, y otros con fiestas de espantos importadas y que al parecer han ganado mucho terreno.
Si, desde el 2020 los cementerios, panteones o campo santos, tienden a ser espacios de concentración masiva en las celebraciones del Día de Muertos, un incremento exponencial de clientela que incluso ha saturado muchos de esos lugares para el descanso eterno y a donde acuden los que quedan vivos para honrar su memoria.
Miren, desde el 2020 a la fecha, alrededor de 710 mil de estos de nuevos inquilinos reposan en tumbas o en urnas con sus cenizas, producto del exceso de mortalidad luego de la torpe gestión gubernamental de la pandemia del Covid-19, que aunque oficialmente se reconoce que los decesos alcanzan casi 345 mil fallecimientos, se suman a los casi 100 muertos desde el 2020 por homicidio doloso, de los poco más de 138 mil registrados desde diciembre del 2018, y todos dejaron familias que los recuerdan.
En dicha contabilidad no se incluye a tantas muertes atribuidas al llamado “Covid largo” y asociadas con el coronavirus y tampoco a los miles de desaparecidos cuyos cuerpos están enterrados por ahí y cuyas familias viven la dolorosa espera de encontrarlos algún día o sean en este día de muertos habrá mucha más concurrencia que en otros años.
Tiempos de muerte
Estos tiempos han sido de muerte para miles de familias de este país y la verdad es que no creemos que por la partida reciente de un ser querido, se preste al recurso del citado sincretismo con que de forma tradicional se festeja en el llamado México profundo, que en el caso de Sonora quizás solo ocurra de forma aislada y más bien dicha práctica con todo y ofrendas, se da como expresiones de cultura.
De acuerdo a mediciones, la tradición por estos rumbos es acudir al cementerio a darle una manita de gato al entorno donde descansan los restos de seres queridos, llevar flores, orar o rezar, y llorar por su ausencia, aunque otros hasta grupos musicales llevan, pero son muy contados los festejos asociados al costumbrismo, permeando la tendencia de fortalecerse el cinismo de quienes la presencia de la muerte se les hizo común durante la pandemia y por la matazón en curso entre bandas del crimen organizado.
O sea, en este masivo festejo del Día de Muertos hay mucho que agradecerles a Hugo López Gatell y al presidente Andrés Manuel López Obrador, quienes pusieron todo su entusiasmo para desviejar a este país por su estudiada negligencia criminal para enfrentar la pandemia, en tanto que el segundo, por su incompetente estrategia con la que se suponía pacificaría a la nación y la verdad es que en ese rubro todavía tiene mucho que aportar, por su obsesiva promoción a la confrontación clasista y que a pesar de sus peroratas, las carencias en el sector salud siguen haciendo crecer estadísticas de muerte.
El caso es que la tradición mexicana por el día de los fieles difuntos y de Todos los Santos luce en declive al menos en esta parte de México, frente a la festividad importada del día de brujas o Halloween que cobra tintes de furor para donde voltee uno, con todo y el que niños salgan a recorrer vecindarios para pedir dulces con la amenaza de que si no les dan, harán una travesura, y ya entre los más grandes, fiestas de disfraces y toda una parafernalia escandalosa y espeluznante.
Merecen un trofeo
En nuestro caso, ni una ni otra y solo nos concretamos a recordar a Don David, Doña Lolita, el Davicito, Rebeca, Don Wence y otros, que cercanos a nuestro, amor, afecto y amistad, se encuentran en donde concluyen los sueños, que ya después, cuando los cementerios no sean centros de reunión masiva, ir a dar una visitada al lugar donde pusimos sus cuerpos.
En asuntos más mundanos, la salida de Rodolfo Castro Valdez de la jefatura de la oficina del ejecutivo de Sonora ya tuvo consecuencias en el necesario ajuste que decidió el gobernador Alfonso Durazo Montaño y que se concretaron este martes, con el nombramiento de Froylán Gámez Gamboa como director general del ISSSTESON y Francisco y Francisco Vázquez Valencia como Secretario del Trabajo, quedando vacantes la dirección del Instituto de Becas y Estímulos Educativos y la Secretaría particular del gobernador.
Desde hace días se especulaba que Vázquez Valencia pasaría a la jefatura y coordinación del gabinete en lugar del renunciado Castro Valdez, pero no, porque fue al relevo de doña Olga Armida Grijalva, quien se supone pasará a ser la coordinadora de asesores, en algo muy similar que a las regaderas, en tanto que el joven valor de la política y del servicio público solo se cumplimentó una versión que corría desde hace un par de días, cuya posición en Becas aún no se sabe aún por quien será ocupada.
También se ha divulgado desde la semana pasada, que Francisco Acuña Méndez, quien venía ocupando el cargo de presidente del Consejo para el Desarrollo Sostenible del Estado de Sonora, asumió el cargo de jefe de la Oficina del Gobernador de Sonora, quedando pendiente saber quien lo relevó en esa dependencia del área económica del gabinete.
Francisco Acuña Méndez
De su carnal Jesús Manuel, ahora extitular del ISSSTESON, nada se sabe sobre su destino burocrático, luego de su extravagante y troglodita conducción de tan noble organismo, desde donde despotricó a placer contra quien se le pusiera enfrente, desde derechohabientes hasta personal médico y trabajadores del instituto y por supuesto contra medios de comunicación.
Para efectos de resultados, pues no han de haber satisfecho a Durazo Montaño y por eso manda en su lugar a alguien que sin aspavientos puso orden y dio viabilidad a uno de los proyectos torales del mandatario estatal, y seguramente en poco tiempo logrará lo mismo en la difícil tarea que le ha sido encomendada, porque él sí tiene idea de lo que hay que hacer en lugar de vociferar estupideces como acostumbraba su antecesor.
Por lo pronto, nos reportan que personal del ISSSTESON exhalan suspiros de alivio con la salida del troglodita, sin que tengamos idea en donde será ubicado, porque seguramente Durazo Montaño no lo dejará descobijado, aunque ya no será la Secretaría del Trabajo como se había prospectado y más bien creemos que cobrará en alguna responsabilidad con limitado contacto con la gente, y valga señalar que hasta el domingo pasado, al circular la versión de su cambio, a través del tuiter se burló al apuntar que “no sabía que se había adelantado el 28 de diciembre” o sea que como marido engañado, a lo mejor fue el último en enterarse.
En los siguientes días, si no ocurre en esta misma tarde, habrá momentos estelares para quienes pasen a ocupar las vacantes en el Consejo para el Desarrollo Sostenible del Estado de Sonora, secretaría particular del gobernador y en Becas o sea, seguirá la vaca dando, no descartándose que cualquiera de esas posiciones la ocupe una mujer por efectos de la invocada paridad de género.
Nuevo titular del ISSSTESON
En fin, bien por el gobernador al hacer los ajustes que se vio forzado, al extender nombramientos que a ojo de buen cubero representan evidente mejoría en las dependencias involucradas, tocándole al Secretario de Gobierno, Álvaro Bracamonte, encabezar las tomas de protesta del día.
Como sea, bien y de buenas por rumbos de la oficina mejor refrigerada de este estado, con un gobernador no dado a los impulsos al tomar decisiones sobre lo mejor que se debe hacer para fortalecer su equipo de trabajo y por ende, lograr la más eficiente ejecución de las políticas públicas que impulsa para elevar la calidad de vida de los sonorenses.
Relevo en la secretaría del Trabajo
Por supuesto que en dicho rubro hay mucho por hacer, que ya avanzada la curva de aprendizaje y el cumplimiento de compromisos, no hay que descartar que se siga sacudiendo el árbol, particularmente por el área de la seguridad pública y transporte en donde no se advierten avances o al menos, no los avances que exige la sociedad.
