
Poema de domingo.- Navego una guitarra en los días de invierno. Le arranco viejos tonos reviviendo tus pasos por calles de Cajeme, donde quedó tu risa, tu alegría sencilla descubriendo la vida. Soy tu poeta azul, el que te escribe versos a pesar de que el tiempo, meses, largos años de ausencia se quedaron dormidos en los nervios del viento… Soy tu poeta azul, cantando antiguos versos…
Bernardo Elenes Habas
Salgo en la noche fría
acechando recuerdos,
convocando las voces
Salgo y tu nombre breve,
pegado como sombra
-viejo dolor que el tiempo
ha vuelto necesario-,
me persigue incesante.
Las guitarras del pueblo
quiebran su tono agudo,
arrojan sus canciones
contra las injusticias,
siembran sus anchos gritos
sobre una piedra herida…
Salgo y el viento frío
me deshace inclemente,
sopla dagas de acero
donde nace mi sangre,
desvanece mi tierra,
mi polvo estremecido,
convirtiéndome en nada,
dejando solo en mí
sequía, soledad,
yermo camino gris
perdido en el paisaje
de un sueño agonizante…
Salgo a cantar tu nombre,
pero el canto enmudece…
—-o0o—-