Poema de domingo.- A veces los poemas se me caen de las manos. Yo camino tranquilo por calles y veredas y las semillas tiernas de verbos y adjetivos, obedecen al viento, se van por las laderas, llegan al corazón, brotan como una espiga, como luz mañanera. A veces los poemas se me caen de las manos, crecen en otros labios, en los rostros morenos de los trabajadores, en los ojos brillantes de niñas campesinas, en la voz de la vida, en sueños que no mueren…
Bernardo Elenes Habas
Por las noches
persigo tu recuerdo,
deshojo tu nombre
en el monótono
tambor de mis pisadas.
Por las noches,
sobre mi soledad
encharcada de voces
y esperanzas,
llueve tu canto,
humedece
las rocas de mis besos,
pudre la raíz elástica
de mis ojos,
se mete en mí
con un olor extraño
de arena removida,
de excavación
profunda.
Con esa misma arena
de las noches
te construyo,
cubro las heridas
de mi angustia…
Por las noches,
el aullido del viento
llora junto a mi voz
atormentada…
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