PREPASON2024BANNERS_714x90
Capturadepantalla2024-04-26alas192343
PrevencionEmbarazo
Lactanciapornostros4
Capturadepantalla2023-02-13alas213814
Capturadepantalla2023-02-13alas214531
Capturadepantalla2022-09-12alas043937
Capturadepantalla2023-02-13alas215907
Capturadepantalla2023-02-13alas220711
previous arrow
next arrow

Cajeme tiene presidente auténtico.- Javier Lamarque está al frente de los problemas del municipio.- Se respira la efervescencia política y ese síndrome motiva a que se conformen grupos, que con el pretexto de servir a la comunidad, afilen sus armas para estar en la contienda y en las boletas electorales del 2024.- Pero sin duda, la mejor forma de hacer política es el trabajo frontal, sin treguas, ni grillas superficiales y detectables.

Bernardo Elenes Habas

​Por supuesto que es válido aspirar a cargos de elección popular en Cajeme y en México, promoviéndose desde plataformas políticas identificadas, o bien creando grupos que hablan de frente y dejan claro su intencionalidad.

Pero valerse de artilugios para crecer desde la leña caída de sus adversarios, es deleznable.

A estas alturas del devenir de la historia de la comunidad, la ciudadanía cajemense mantiene una madurez política muy cimentada, aprendiendo de lecciones vividas a través del tiempo con el cambio repentino de alcaldes en los inicios del municipio, no permitiendo que asumieran el cargo como presidentes electos; tales son los casos de Joaquín R. Ibarra, quien en 1928 fuera alcalde por un día; Crisógono Elizondo, ciudadano que fue electo en las urnas como presidente municipal en 1935, pero que grupos de su mismo partido, el Nacional Revolucionario que luego, en 1946, sería PRI, no le permitieron asumir a su investidura constitucional; Atanasio Aragón Gámez, que de regidor pasó a ocupar la alcaldía ante la renuncia de René Gándara, en 1958 durante el cruento proceso electoral del “contrerismo”, ejerciendo solamente 16 días, luego del retorno del primer regidor Antonio Valdez Corbalá exigiendo el relevo que le correspondía. Entre otras historias que parecen anécdotas.

Lamaque trabajo dic 2023

Hoy, el ciudadano común tiene grabada la impresión de que los demonios andan sueltos. De que ante la llegada de los tiempos electorales, la llamada clase política y de aquellos que aspiran a ser parte de ese círculo, les comienza a circular por la sangre una euforia inexplicable que los impele a buscar figurar en el escenario electoral, y por supuesto en planillas y fórmulas para ser votados.

Tal vez por eso, el alcalde Javier Lamarque ha dado un grito a tiempo, para que no se salga de los cauces normales, morales y democráticos, el ejercicio político, diciendo que “En Cajeme hay presidente municipal y hay un presidente municipal de a de veras, yo no soy de mentiritas y yo represento y defiendo los intereses de nuestro municipio, pero afortunadamente también tenemos un gobernador sensible y comprometido con el desarrollo de Sonora y, en lo particular, con Cajeme”, al fundamentar su labor como responsable de los destinos del municipio con su participación, gestionando y logrando ante el Gobierno de Sonora, la ampliación del presupuesto de egresos 2024.

La ciudadanía sin ambiciones políticas, la que tiene claro que el objetivo, la búsqueda, es lograr el progreso sostenido y compartido de Cajeme, mantiene su confianza en el Alcalde. Sabe que ha recibido varias embestidas, no solamente en este trienio, sino en el primero que le tocó conducir los destinos del municipio 1997-2000, cuando fue objeto de un atentado tan grave no solamente para su administración y prestigio como funcionario público, sino para las familias mismas, al contaminar manos criminales el agua surtida a las potabilizadoras y de uso corriente para la población, poniendo en riesgo la salud de todos.

-Pero ni ese, ni otros hechos lo doblaron -comentan al reportero, trabajadores que esperan el transporte colectivo o un “quincero”, en una de las esquinas de su colonia, por la calle Coahuila.

Cierto, pues, pero también debe de agregarse que se ve difícil que lo dobleguen ahora, cuando ha salido al paso de problemas graves que mantenían hundido a Cajeme, como el caso de las vialidades destruidas, drenajes y líneas de agua colapsadas, devolviéndole poco a poco la funcionalidad a la cabecera municipal, asimismo enfrentando las problemáticas de Solaqua y del servicio de alumbrado público.

Cajeme tiene un alcalde que conoce su oficio, sabe administrar, es sensible a las necesidades de la gente, no se arredra y toca puertas en oficinas federales y estatales para fortalecer su labor en bien común.

Pero lo cierto, es que el agua política comenzó a agitarse en su contra, desde que Javier hizo público su deseo de reelegirse para coronar con éxito sus proyectos, demostrando que es auténtico.

Quizás presienten que va a repetir. 

Le saludo, lector.

Comentarios