En el perfil de salud de la población mexicana sobresale la diabetes como enfermedad no transmisible, constituida en epidemia creciente en todas las regiones del país, tenemos a la diabetes. El pasado 14 de Noviembre se conmemoró el día mundial de esta enfermedad dada la necesidad de generar conciencia sobre la misma. Y miren que si hay necesidad.
La atención a este padecimiento representa un reto para cualquier organización de salud, en virtud de los efectos que representan sus complicaciones en el deterioro de la calidad de vida, demanda y consumo de servicios ambulatorios y hospitalarios. La diabetes figura entre las primeras causas de consulta de medicina familiar e incapacidad en el Instituto Mexicano del Seguro Social y entre las primeras cinco de egreso hospitalario de instituciones del sistema nacional de salud (sin incluir las afecciones ginecoobstétricas y pediátricas). De manera adicional, cuando se ajusta por diferencias de edad, sexo y grupo étnico, el diabético incurre en gastos médicos 2.3 veces más respecto de la población general sin diabetes. Más aún, se ha señalado que un cuidado apropiado de atención primaria puede evitar hasta 2,500 millones de dólares en costos hospitalarios. La eficiencia de la atención en diabetes se ha analizado con amplitud desde el punto de vista de costo efectividad, pero los estudios sobre eficiencia técnica en diabetes son limitados. En México, no se dispone de informes publicados de eficiencia técnica de programas de atención a pacientes con esta enfermedad, algo que debiera subsanarse puesto que el conocimiento sobre la buena utilización de los recursos, dada su escasez, es algo con lo que debe contar toda organización pública o privada. ¿Cómo habrá resultados positivos con una reducción del 34% del presupuesto destinado a salud? Vaya usted a saber. La diabetes supone actualmente un importante desafío para la salud pública y afecta de forma importante al bienestar físico y emocional de las personas que viven con esta. Esta fue una de las ideas más reiteradas por los distintos especialistas, sociedades médicas y entidades implicadas en el abordaje de esta enfermedad que han compartido declaraciones y posicionamientos sobre la situación actual de estos pacientes con motivo del Día Mundial de la Diabetes. Actualmente existe consenso entre los expertos respecto a que es un momento muy “positivo” con respecto a las opciones terapéuticas, a la par, las repercusiones psicológicas de la diabetes han pasado a un primer plano, y también coinciden al destacar la íntima relación entre diabetes y obesidad, tanto en el origen (relación causa-efecto) de ambas patologías como en cuanto al paralelismo sobre su consideración por parte de los sistemas sanitarios y los déficits (accesibilidad, financiación) derivados de ello. El incremento constante de la prevalencia, sobre todo de la diabetes de tipo 2, hace que los expertos hablen ya de “dimensiones epidémicas” (al igual que ocurre con la obesidad) en los próximos años, haciendo hincapié en que tanto su impacto clínico, asistencial, económico y social como sus implicaciones en la calidad de vida de los pacientes serán cada vez mayores. Si bien el impacto de esta enfermedad en el bienestar físico está bien documentado y se relaciona sobre todo con el desarrollo de complicaciones tardías, el impacto en el bienestar emocional y psicológico está poco reconocido, un desafío importante teniendo en cuenta que en la actualidad está bien establecida la asociación bidireccional entre las complicaciones crónicas de la diabetes y los trastornos de salud mental a lo largo de la vida. Se sabe que estos pacientes tienen un mayor riesgo de ansiedad y depresión. Además, estudios realizados en este sentido revelan que alrededor de 50 % de las personas con diabetes manifiestan un alto nivel de estrés emocional directamente relacionado con la carga emocional que supone el autocuidado diario, el temor a las complicaciones y el estigma social.
Entre los avances más significativos que se han producido en los últimos meses los especialistas pusieron de relieve los beneficios de los fármacos que inciden en la vinculación entre la diabetes de tipo 2 y la obesidad. Los nuevos tratamientos, están modificando la historia de la enfermedad. Por otro lado, y gracias a la Inteligencia Artificial, contamos con modelos predictivos de la diabetes de tipo 2 capaces de tener en cuenta los determinantes sociales y el contexto del paciente. Además, hay otras muchas líneas de investigación prometedoras, como terapias inmunológicas y de las células madre para la diabetes tipo 1 o los nuevos fármacos para la diabetes tipo 2 que están apareciendo. Sin duda el mayor reto, es una educación y modificación en los hábitos.
Dr. César Álvarez Pacheco
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Huatabampo, Sonora