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Steve Buscemi es una de esas estrellas de Hollywood que destacan no solo por su talento, sino también por su carácter humilde y su sentido de servicio. Aunque ha interpretado a personajes memorables en películas como Reservoir Dogs, Fargo y Armageddon, pocos saben que antes de dedicarse a la actuación, fue bombero en Nueva York. Y cuando la ciudad más lo necesitó, volvió a ponerse el uniforme para ayudar, sin esperar reconocimiento ni aplausos.

De bombero a estrella de cine

Antes de que el mundo lo conociera como el carismático y a veces inquietante actor de tantas películas icónicas, Buscemi trabajó como bombero en la estación FDNY Engine 55 de Manhattan en la década de 1980. Durante cuatro años, cumplió turnos como cualquier otro miembro del cuerpo de bomberos, arriesgando su vida para proteger a la ciudad.

Aunque luego dejó el uniforme por la actuación, siempre mantuvo una profunda admiración por sus compañeros bomberos y el trabajo que realizan. Sin embargo, nadie imaginaba que un día volvería a ese mundo, no como actor, sino como un rescatista más en medio de una tragedia sin precedentes.

El 11 de septiembre que cambió todo

El 11 de septiembre de 2001, tras los atentados terroristas contra las Torres Gemelas, Nueva York quedó sumida en el caos y la desesperación. Mientras el mundo observaba con horror lo ocurrido, los bomberos de la ciudad trabajaban incansablemente para rescatar a las víctimas y contener la devastación.

Sin dudarlo, Buscemi se presentó en la estación de bomberos donde había servido años atrás y ofreció su ayuda. No llegó como estrella de cine ni con cámaras siguiéndolo; simplemente se puso el equipo y se unió a sus antiguos compañeros en las labores de rescate. Durante varios días, trabajó turnos de 12 horas, removiendo escombros, buscando sobrevivientes y ayudando en todo lo que podía.

Un acto de heroísmo en silencio

Lo más sorprendente es que Buscemi nunca habló públicamente de su participación en el rescate. No buscó entrevistas, no publicó fotos ni mencionó su labor en ningún medio. Solo años después, cuando algunos bomberos revelaron su historia, el mundo se enteró de su acto de valentía.

Lejos de buscar reconocimiento, él siempre ha destacado la labor de los bomberos y ha insistido en que los verdaderos héroes son aquellos que sacrificaron sus vidas aquel día. Sin embargo, su historia es un recordatorio de que la valentía y el compromiso con la comunidad trascienden cualquier carrera o fama.

Su apoyo a los bomberos nunca terminó

Años después de los atentados, Buscemi ha seguido apoyando a los bomberos de Nueva York de múltiples maneras. Es un activista incansable en favor de los derechos de los rescatistas del 11-S, muchos de los cuales han enfrentado problemas de salud debido a la exposición a sustancias tóxicas en la Zona Cero.

Además, colabora activamente con la organización Friends of Firefighters, que brinda apoyo emocional y asistencia a bomberos y sus familias. Gracias a su trabajo, muchos de los héroes anónimos del 11 de septiembre han recibido la ayuda que necesitan.

Un verdadero héroe, dentro y fuera de la pantalla

Steve Buscemi ha demostrado que la grandeza no se mide solo por el éxito en el cine, sino por las acciones que definen a una persona en los momentos difíciles. Mientras el mundo lo recuerda por sus inolvidables personajes en la pantalla, aquellos que conocen su historia saben que su papel más importante lo desempeñó en las calles de Nueva York, en los días más oscuros de la ciudad.

Sin buscar fama ni reconocimiento, aquel 11 de septiembre, Steve Buscemi dejó de ser una estrella de Hollywood para convertirse en un héroe de la vida real.

Foto de Wikipedia

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