
Plutarco Riesgo Vásquez
Durante el proverbial puente Guadalupe-Reyes, las convivencias con familiares y amigos son más frecuentes que de costumbre y a la postre, las sobremesas se prolongan y se tratan en ellas un sinfín de temas. En una de estas tertulias, teniendo como detonante la dicotomía existente entre lo que se dice sobre un punto y lo que en realidad es o sucede, en este caso la salud, el abismo entre estas dos perspectivas por dondequiera que se vea, es innegable, lo que obliga a que el comportamiento de los usuarios responda a esa realidad. La salud cuesta, pero… ¿es justo lo que se cobra?
En base a información extraída de la última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (EnsanutContinua) de 2023 (la correspondiente a 2024 concluyó el pasado mes de noviembre y aún no se publican sus resultados), casi la mitad de mexicanos recurrió a la salud privada1 : el 23.5% se atendió en el IMSS, 20% en un centro de salud u hospital de la SSA, 20% en consultorios en domicilio particular, 18% en consultorios adyacentes a farmacias (CAF), 5% en el ISSSTE, 5% en consultorio dentro de un hospital privado, 4% en otros privados, y 1% en otros públicos. De los derechohabientes al IMSS, el 22.7% se atendió en servicios privados, y 12.6% en CAF. Quienes tienen ISSSTE mostraron una distribución de atención similar a quienes tienen IMSS: el 27% acudió a servicios privados y 8.5% a CAF. En cuanto a la población sin derechohabiencia, el 35.2% en servicios privados y 25.6% en CAF. La media de gastos asociados a la atención recibida fue de $1977.00 MN. Y es que de acuerdo al análisis que investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública de México, la baja calidad de atención en el sistema de salud de México requiere implementar estrategias innovadoras dirigidas a brindar atención integral2.
De acuerdo a cifras oficiales, el costo en el IMSS de una consulta por un médico familiar de primer nivel es de $1,174.00 MN, la de un especialista de segundo nivel es de $1,772.00 MN; y si esta se da en un tercer nivel, el costo asciende a $2,795.00 MN3. En este último entorno, el día-cama en terapia intensiva es de $74,584.00 MN, un procedimiento de cardiología intervencionista en $66,258.00 MN, una intervención quirúrgica en $49,801.00 MN. Si estos son los costos para IMSS, no resulta para nada extraño, que en el entorno liberal los precios se incrementen ostensiblemente en base a los efectos del mercado: las leyes de la oferta y la demanda.
En esa sobremesa a la que hacía referencia renglones arriba, partía de un supuesto que de entrada, no se cumple. Existe solo en el topus uranus. La Declaración Universal de los Derechos Humanos, en su artículo Nº 25 dice4:
1. Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.
2. La maternidad y la infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los niños, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio, tienen derecho a igual protección social.
Para los mexicanos, en el artículo cuarto de nuestra Carta Magna, se puede leer5:
Toda Persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución. La Ley definirá un sistema de salud para el bienestar, con el fin de garantizar la extensión progresiva, cuantitativa y cualitativa de los servicios de salud para la atención integral y gratuita de las personas que no cuenten con seguridad social.
Basados en lo anterior, NADIE debería preocuparse por su asistencia médica en caso de la pérdida de su salud. El vago me diría: ¡Si chuy!… y la paleta, ¿de que la quieres?
Esto nos regresaría a la cuestión inicial. Si no me queda de otra, y tengo que pagar por lo que no debería de pagar, ¿Cuánto es lo justo que me deberían de cobrar? Responder la pregunta no es nada sencillo. Si yo tuviera que organizar una mesa de análisis en la escuela de medicina, tendría que invitar al menos a un eticista, un economista, un experto en políticas públicas, un político de carrera, tres especialistas médicos del entorno liberal (uno de cada uno de los tres niveles asistenciales), dos especialistas quirúrgicos (uno del segundo y uno del tercer nivel), un radiólogo, un usuario no derechohabiente de bajos ingresos, un usuario no derechohabiente de altos ingresos y un usuario derechohabiente. trece sujetos, trece puntos de vista. Tarea titánica la de conseguir consensos.
El asunto tiene múltiples aristas. Imposible abarcarlas todas a profundidad. Mencionaré solo algunas, añadiendo a cada una de ellas, uno que otro buscapies que, por si mismos, serían motivo, cada uno, de un escrito propio.
✓ El costo de vida en el lugar. No es lo mismo vivir en Opodepe, en Guaymas, o en Monterrey. Sin embargo, el costo de un refresco embotellado en una tienda de conveniencia en Opodepe, Guaymas o Monterrey, es el mismo. ¿Por qué tendrían que ser diferentes ahí los costos médico-asistenciales? En las ciudades de la franja fronteriza (Tijuana, Ciudad Juárez, incluso Cancún), el mismo acto médico (por ejemplo, una colecistectomía, la extracción de una catarata, o el implante de una prótesis de cadera), con la misma calidad asistencial, cuesta hasta tres veces menos en México que en los EUA. ¿Por qué?
✓ La complejidad de la tarea a realizar. Este elemento puntual, no debería ser motivo de discusión, pero, ¿Cuál es la diferencia en “complejidad” entre bordar un vestido de alta costura de un diseñador nacional (aproximadamente $60,000.00 MN), con el de una artesana de Oaxaca (nunca más de $10,000.00 MN)? ¿Cuál es la diferencia en “complejidad” entre una colecistectomía ($29,999.00 MN en el Hospital San José del Tecnológico de Monterrey)6 y una rinoplastia en la misma ciudad ($64,188.00 MN)7?
✓ La capacidad del prestador del servicio. ¿Cuál es la diferencia en calidad entre paladear un New York Steak en uno de los restaurantes Top de nuestro estado y otro en una de las varias taquerías que ahora lo ofrecen, cuando el costo puede ser de hasta el doble? ¿Cuál es la diferencia en calidad asistencial a pesar de costar el doble, entre ser atendido por ELespecialista, el de más fama en un área, y ser atendido por otro desconocido con idéntica preparación y experiencia? Probablemente ya en la mente de muchos de los lectores surja de inmediato la respuesta de Bill Clinton, aunque no lo haya dicho exactamente así: Es el mercado, estúpido. Literalmente fue: Es la economía, estúpido.
✓ Los costos de mano de obra y materiales. El complejo médico industrial, continuamente está innovando y para el que quiere surfear en la punta de la ola, la adquisición de equipo de última generación… cuesta. Y alguien tiene que pagarla… finalmente el paciente.
Cuando estaba cursando mi maestría en educación, un día llegué más temprano que de costumbre a clases y me metí a una de los que llevaban la maestría en administración. Nunca olvidaré lo que ahí escuché. Del 100% del precio de un pantalón de mezclilla de diseñador que el cliente paga en una tienda exclusiva, el costo real del mismo equivale al 5%. El otro 95%, corresponde a las ganancias de todos los intermediarios en el proceso. La medicina moderna no se salva. De nuevo: Es la economía, estúpido.
Estos son solo algunos de los componentes del problema. Para otros más complejos desde mi opinión, los de índole humanística o social, el análisis no resulta ser tan cuichito.: el tiempo (en horas y días) que invertirás en el trabajo, el tipo de cliente (en cuanto a su capacidad de pago), el valor que el médico y/o el paciente le dan al acto médico (para no olvidar aquello que no es lo mismo valor y precio; o lo que decía Carlos Hank González para el medio político: un político pobre, es un pobre político)…
Regresemos a la pregunta de inicio para cerrar: ¿Cuánto es lo justo? Está pelón el cochi elresponder la pregunta a cabalidad. Es muy difícil (prácticamente imposible), hablar de justicia en un entorno social de injusticia. Al final y simplificando la cuestión, será cuando estemos cara a cara con el creador que habremos de rendir las cuentas pertinentes. Ahí nos caerá el veinte y sabremos de que cuero salen más correas.
Los mejores deseos para tod@s en el 2025.
Salud y paz.
1. https://ensanut.insp.mx/encuestas/ensanutcontinua2023/doctos/informes/ensanut_23_112024.pdf
2. https://saludpublica.mx/index.php/spm/article/view/15825/12586
3. https://www.dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5711444&fecha=14/12/2023#gsc.tab=0
4. https://www.un.org/es/about-us/universal-declaration-of-human-rights
5. https://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/CPEUM.pdf
6. https://store.tecsalud.mx/products/colecistectomia-por-laparoscopia
7. https://cirugiasenmonterrey.com/rinoplastia-ultrasonica.html

















































