Ellos son soldados de la vida.- Crónicas para la historia (No. 137).- Médicos, enfermeras, trabajadores de la salud reciben reconocimiento público de Enrique Claussen.- Claudia Pavlovich, como mujer y madre de familia que es, cuida la salud de los sonorenses.- En Cajeme, Sergio Pablo, Margarita y sus equipos vigilan la salud de su comunidad
Bernardo Elenes Habas
Las autoridades de Salud luchan, no sólo contra la pandemia, sino contra la indiferencia, la temeridad y la ignorancia de muchas personas en comunidades sonorenses. (Cierto, hay jefes de familia obligados a arriesgarlo todo, porque necesitan llevar alimento a sus mesas. Aunque a estas alturas se han activado programas de asistencia social, oficiales y de organismos privados).
Cajeme, desgraciadamente no es la excepción contra la cerrazón de criterios Aunque a estas alturas es en menor grado.
Tal situación me recuerdan las palabras del doctor Humberto Azuara, de Tabasco, quien reconoció que la capacidad hospitalaria de su entidad ha sido rebasada por casos de contagiados: “¡Si la gente no se resguarda, todo lo que hagamos será insuficiente!”, dijo ayer, en un programa televisivo, profundamente emocionado.
En Sonora, la gobernadora Claudia Pavlovich, mantiene un incansable activismo para llegar a la conciencia de las familias, pidiéndoles se queden en sus casas, no sociabilizar, porque son tiempos de cuidar la salud propia y de todos, con lo que se podrá fortalecer esfuerzos para lograr aplanar la curva de contagios del Covid-19, la que podría alcanzar su pico más dramático entre los días 10 y 20 de mayo.
Pidió Claudia a alcaldesas y alcaldes de Sonora, mantenerse, como hasta ahora lo han hecho, con responsabilidad comprobada para salvaguardar a las familias de sus municipios. Esto me lleva a reconocer el trabajo del alcalde de Cajeme, Sergio Pablo Mariscal Alvarado, quien junto con su esposa Margarita, su equipo de trabajo y autoridades de Salud, se mantienen vigilantes y actuantes ante los sesgos que toma la pandemia. Las autoridades generan acciones de sanitización con el apoyo de organismos agrícolas y el Distrito de Riego del Río Yaqui, aunado a la labor del área de Seguridad Pública que, remando contra críticas y rechazos de algunos sectores, realiza una labor de fondo, exponiendo su salud para evitar se difunda la agresividad del mal. Cajeme presenta en su población 17 enfermos, 2 fallecidos. Indicadores que no debe permitirse crezcan.
¿Y, qué decir de los héroes y heroínas que se encuentran en la peligrosa línea de batalla hospitalaria contra el coronavirus, en el país, en Sonora, en Cajeme: médicos, enfermeras, trabajadores de la salud, quienes con un profundo sacrificio, exponen hasta sus vidas por salvar la de otras personas?
De ahí la importancia de hacer conciencia, de cuidar a los demás a partir de cuidarse uno mismo. Por ello, el reciente mensaje de reconocimiento a la comunidad profesional de bata blanca, emitido por el secretario de Salud, Enrique Claussen Iberri emociona, y debería convertirse en una oración sencilla, sincera, vehemente, como homenaje a hombres y mujeres que enfrentan con sus conocimientos, su disciplina, su vocación, su valentía, su amor a un virus que se manifiesta doloroso y extremo en quienes han sido tocados por su fuerza invisible y destructiva.
Esto dijo Claussen Iberri, de quienes mantienen encendida la lámpara de la vida:
“Su generosidad no tiene precio, el amor a su profesión no tiene precio, su valentía es digna de admiración y respeto, ellos nacieron para salvar vidas.
“No se te olvide que ellos también son hijos, hermanos o padres, como tú y como yo, pero que, a diferencia de muchos, han decidido exponer su salud y hasta su vida, para que otros puedan conservarla; su generosidad no tiene precio, el amor a su profesión no tiene precio, su valentía es digna de admiración y respeto, ellos nacieron para salvar vidas.
“Ellos se presentan todos los días a trabajar para que tú puedas conservar tu salud y tu vida, para que tú no te vayas a contagiar, para que tú no seas una fuente de contagio; valores tan importantes como el de la solidaridad, la responsabilidad, la generosidad, la entrega, el honor, la dignidad y el más importante de todos: el amor al prójimo; por eso debemos honrarlos a todas y todos”.
Le saludo, lector.
