
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles la imposición de un arancel del 25% a todos los automóviles y camionetas que no sean fabricados en el país. La medida entrará en vigor el 2 de abril y tiene como objetivo incentivar la producción nacional y generar empleos en el sector automotriz.
La Casa Blanca estima que esta medida podría generar ingresos de entre 600,000 millones y 1 billón de dólares en los próximos dos años. Sin embargo, expertos advierten que los precios de los vehículos importados podrían aumentar entre 3,000 y 12,000 dólares por unidad.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lamentó la decisión, argumentando que los aranceles son perjudiciales tanto para empresas como para consumidores. Por su parte, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, anunció un plan de contingencia para mitigar el impacto en los sectores afectados por estos aranceles.
Esta medida se suma a las tensiones comerciales previas entre Estados Unidos y otros países, y podría tener repercusiones significativas en la industria automotriz global.

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