Washington, D.C. — El gobierno de Estados Unidos anunció este domingo el cierre inmediato de su frontera sur a la importación de animales vivos provenientes de México, en un intento urgente por contener la amenaza sanitaria del gusano barrenador del ganado, una plaga altamente destructiva que ha comenzado a expandirse en el territorio mexicano.
La medida, que afecta directamente a la entrada de ganado, caballos y bisontes, fue confirmada por la secretaria de Agricultura de EE.UU., Brooke Rollins, quien difundió la decisión a través de su cuenta oficial en la red social X:
“Due to the threat of New World Screwworm I am announcing the suspension of live cattle, horse, & bison imports through U.S. southern border ports of entry effective immediately. The last time this devastating pest invaded America, it took 30 years for our cattle industry to recover. This cannot happen again.”
(“Debido a la amenaza del gusano barrenador del Nuevo Mundo, anuncio la suspensión de las importaciones de ganado, caballos y bisontes vivos a través de los puertos de entrada de la frontera sur de EE.UU. con efecto inmediato. La última vez que esta devastadora plaga invadió América, nuestra industria ganadera tardó 30 años en recuperarse. Esto no puede volver a ocurrir.”)
Por su parte, el secretario de Agricultura de México, Julio Berdegué, confirmó haber sostenido una conversación con su homóloga estadounidense minutos antes del anuncio oficial. A través de sus redes sociales, Berdegué informó: “Hace unos minutos hablé con la secretaria de Agricultura de los EE.UU. Me comunicó que se cerraría la frontera a la exportación de ganado en pie por 15 días para revisar la estrategia conjunta contra el gusano barrenador. No estamos de acuerdo en esta medida, pero confiamos en que en menor tiempo estaremos llegando a un acuerdo. Seguiré informando.”
El funcionario mexicano dejó entrever una postura crítica pero abierta al diálogo, en espera de una solución negociada que minimice el impacto económico en el sector ganadero nacional.
Alarma sanitaria por rápida expansión del parásito
El gusano barrenador del ganado (Cochliomyia hominivorax) es la larva de una mosca que deposita sus huevos en heridas abiertas de animales de sangre caliente. Las larvas se alimentan de tejido vivo, lo que provoca infecciones severas, sufrimiento e incluso la muerte del animal.
Erradicado en Estados Unidos en 1982 tras una costosa y prolongada campaña de esterilización biológica, el parásito ha resurgido en regiones de América Latina. Según el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA), se han detectado brotes recientes en zonas rurales del norte de México, así como en estados del sur como Oaxaca y Veracruz, lo que representa un riesgo directo para la ganadería estadounidense.
Cierre indefinido y medidas estrictas en frontera
El bloqueo a las importaciones de animales vivos será efectivo desde este domingo 11 de mayo, y su duración se determinará mensualmente, dependiendo del progreso de las autoridades mexicanas en el control y erradicación del parásito.
El USDA indicó que, junto con el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), se establecerán protocolos estrictos de inspección, cuarentena y tratamiento para todo animal en tránsito desde México.
Se permitirá el ingreso únicamente a los animales ya en proceso de importación, siempre y cuando pasen por revisiones sanitarias exhaustivas que garanticen la ausencia del gusano barrenador.
Colaboración binacional, pero con condiciones
La secretaria Rollins enfatizó que la decisión no tiene tintes políticos ni busca castigar a México, sino que responde exclusivamente a criterios de seguridad alimentaria y sanidad animal.
“El Secretario (Julio) Berdegué y yo hemos trabajado estrechamente en la respuesta al gusano barrenador; sin embargo, como responsable de proteger nuestra industria ganadera, debo actuar con firmeza y tomar todas las medidas bajo mi control”, declaró Rollins en su comunicado.
Impacto económico y productivo
La medida representa un duro golpe para los productores ganaderos mexicanos, especialmente en estados como Chihuahua, Sonora, Coahuila y Tamaulipas, que dependen en gran medida de las exportaciones de animales vivos al mercado estadounidense.
En México, la noticia fue recibida con preocupación. Aunque hasta el cierre de esta edición el gobierno mexicano no ha emitido una postura oficial, fuentes cercanas a la Secretaría de Agricultura señalaron que se están intensificando las campañas de fumigación, vigilancia y control, y se contempla una intervención conjunta con organismos internacionales si el brote se agrava.
¿Cuáles son los riesgos reales?
Expertos advierten que si el gusano barrenador llegara a reingresar a EE.UU., la ganadería nacional podría tardar décadas en recuperarse, como ocurrió en la segunda mitad del siglo XX. Las pérdidas económicas estimadas superarían los miles de millones de dólares, sin mencionar los efectos indirectos en exportaciones, empleos rurales y cadenas de suministro.
La última vez que esta plaga afectó a Estados Unidos, fue necesario liberar millones de moscas estériles en zonas controladas durante años para romper su ciclo reproductivo.
Lo que sigue
Estados Unidos continuará evaluando la situación semanalmente y ha ofrecido apoyo técnico a México para frenar la expansión de la plaga. Si se logra una “ventana significativa de contención”, como lo definió el USDA, se considerará la reapertura gradual del comercio ganadero a través de la frontera.
Mientras tanto, las autoridades fronterizas mantendrán operativos de inspección reforzados, y los productores a ambos lados del límite territorial deberán tomar medidas de bioseguridad más rigurosas que nunca.