Una paleta de colores.

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Durante el fin de semana no pude dejar de ver un episodio de un reconocido programa en donde cocinan unos pasteles en donde el color es lo que lo hacia parecer mas apetitoso. Posteriormemte en los comerciales, también de snacks, lo que mas me llamaba la atención eran precisamente los colores tan llamativos: Rojo, azul, amarillo. Pero, ¿que hay detrás de esta lluvia de colores?

Los colorantes sintéticos y sus vínculos con problemas neuroconductuales en los niños están de moda. La lista de alimentos que contienen colorantes alimentarios sintéticos es larga. Y lo que alimenta el revuelo es la imposibilidad de discernir el riesgo que corre un niño al consumirlos.  A pesar de la evidencia limitada de una conexión neuroconductual, los expertos creen que algunos niños probablemente sean más susceptibles que otros, al consumirlos. Más allá de añadir un toque de color, los colorantes sintéticos son prácticamente inútiles. No ayudan a conservar los alimentos ni aportan valor nutricional; su función es despertar la tentación. Los colorantes sintéticos tienen una historia larga y problemática. El cromato de plomo, el arsénico y los aditivos derivados del alquitrán de hulla fueron algunas de las primeras versiones, con un efecto tóxico para los consumidores de los siglos XIX y XX. En 1950, decenas de niños enfermaron tras consumir dulces de Halloween contaminados con un colorante peligroso , el Naranja 1. Muchos colorantes modernos se inventaron casi al mismo tiempo; cinco de los seis prohibidos en California fueron aprobados por la FDA para 1931. Sin embargo, su potencial daño no se debatió ampliamente hasta mediados de la década de 1970, cuando se difundió públicamente la idea de una posible relación entre los colorantes comestibles y la hiperactividad infantil. Aun así, algunos científicos afirman que las asociaciones son evidentes. En los últimos 50 años, aproximadamente, un creciente volumen de investigación científica y evidencia anecdótica ha señalado un vínculo entre algunos colorantes sintéticos y problemas neuroconductuales en niños, que pueden manifestarse como estados de ánimo inestables, hiperactividad y falta de concentración. Otros como el Rojo 16, se asocia a reacciones alérgicas. En México la industria de alimentos comercializa productos con colorantes sintéticos restringidos o prohibidos en la Unión Europea, reveló una investigación ¿Qué es lo que comemos? El doble estándar de los colorantes en los productos ultraprocesados, realizada por El Poder del Consumidor en colaboración con una organización de origen suizo, Public Eye. La investigación demuestra que el 52% de los productos analizados en México contienen colorantes sintéticos, mientras que en Suiza y Reino Unido esos mismos productos, de las mismas corporaciones globales, no utilizan colorantes o usan alternativas naturales. La investigación demuestra que algunos productos de marcas internacionales como Kellogg’s, Nestlé, Frito Lay o Sabritas y Barcel se formulan de manera distinta en México y en Europa. Como parte de la investigación, se hizo un registro sobre la brecha regulatoria entre México y Europa en el uso de colorantes sintéticos en productos dirigidos a la infancia. Mientras que en la Unión Europea los productos que contienen ciertos colorantes deben incluir advertencias sobre posibles efectos negativos en la salud, en México no existen restricciones específicas, exponiendo a la población a estos aditivos, especialmente a las niñas y a los niños.

Los mismos productos, con la misma marca y empaque, contienen colorantes sintéticos en México, mientras que en Reino Unido y Suiza se elaboran sin estos colorantes o con alternativas naturales. Además, a las consumidoras y a los consumidores se les recomienda reemplazar el consumo de productos procesados y ultraprocesados por alimentos frescos y naturales; priorizar alimentos y bebidas no ultraprocesados revisando la lista de ingredientes (optando por aquellos sin colorantes o que utilicen colorantes naturales, como Cúrcuma, Beta-caroteno y Annato) e informar sobre la importancia en la regulación y el derecho a la transparencia en el etiquetado y composición de productos ultraprocesados. Algunos de los colorantes más comunes encontrados en productos mexicanos son: Rojo 3, prohibidos en EU y Reino Unido por su potencial cancerígeno, pero aún presente en dulces y productos de panadería en México. Asimismo, hay Caramelo IV, utilizado en refrescos y clasificado como posible carcinógeno por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC) y Azul 1 y Azul 2, asociados con reacciones alérgicas y alteraciones intestinales. ¿Qué estan comiendo nuestros niños? ¿Qué esta comiendo usted?

Dr. César Álvarez Pacheco 

cesar_ap@hotmail.com 

@cesar_alvarezp 

Huatabampo, Sonora

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