Una insólita escena sorprendió a los habitantes de Detroit el pasado viernes, cuando miles de dólares fueron arrojados desde un helicóptero sobre una avenida principal de la ciudad. El acto fue parte de un homenaje póstumo a Darrell Thomas, un comerciante local muy querido, fallecido recientemente tras luchar contra el Alzheimer.

Thomas, dueño de un lavadero de autos y conocido por su generosidad, dejó como último deseo compartir su fortuna con la comunidad que tanto apreciaba.
Su hijo, Smoke Thomas, fue el encargado de cumplir esta voluntad, organizando tanto la lluvia de dinero como una fiesta vecinal para celebrar la vida de quien era conocido cariñosamente como “Plant”.
El inesperado evento provocó que numerosos automovilistas detuvieran sus vehículos para recoger billetes esparcidos por el aire, lo que generó una breve interrupción del tráfico. A pesar del alboroto, la actividad transcurrió sin incidentes, reflejando el cariño que la comunidad tenía por Thomas y su legado de generosidad.