Al aproximarse los tiempos de definición de candidaturas y notoriamente adelantada la tradicional rebatinga preelectoral en el PAN, se enrarece el ambiente al interior de ese partido en Sonora, con fuertes cuestionamientos al pretendido o real cacicazgo que ejerce sobre esas siglas el secretario general del CEN, Damián Zepeda Vidales.
A la fuerte disputa por la candidatura presidencial entre el también caciquito Ricardo Anaya, la esposa de Felipe Calderón, Margarita Zavala y el huachicolero poblano y expriista, Rafael Moreno Valle, se suma Sonora donde ya bulle la grilla en torno a la integración de la fórmula al Senado de la República, al asomarse el interés del resurgimiento de un par de cuiltas muy miadas para esas candidaturas.
Vía redes sociales se están dando hasta con la cubeta la diputada Célida López Cárdenas y Alejandra López Noriega, nominalmente segunda de a bordo del CDE panista en la entidad, pero que para algunos es quien realmente detenta la jefatura en ese partido, quedando David Galván como simple florero en calidad de publirrelacionista.
El par de damas pitufas ya tienen rato intercambiando puyas, pero en estos días las cosas escalaron a niveles superiores con duros reclamos de la diputada y respuestas hirientes de la representante de la López Noriega, luego de que permeara ante la opinión pública la tendencia para resucitar a la vida política al excandidato a la gubernatura Ramón Corral Avila.
Alejandra López Noriega
Por supuesto que a la inquieta y tradicionalmente deslenguada diputada no le debe gustar mucho el ser desplazada con todo y el intenso trabajo realizado, por alguien que los últimos años se la pasó en la hamaca, de espectador y ajeno al panismo regional y lo que es peor, como compañera de fórmula vaya María Dolores del Río, tránsfuga del PAN que ahora dirige el Partido Movimiento Ciudadano en la entidad y negociando el regreso por la puerta grande al partido de sus amores.
Curioso el que las distancias tomadas por el empresario de la refrigeración y la exalcaldesa de Hermosillo o la exclusión que fueron objeto durante el PAN de Guillermo Padrés, ahora sean los factores que les permiten ser perfilados para ser la fórmula al senado y así dejen en el camino al menos a la Célida, rabiosa defensora de la corrupción de dicha administración.
Una definición del PAN Sonora al Senado como la descrita –Lola-Corral o viceversa—podría representar el rompimiento con ese vergonzoso reciente pasado, aunque tendría sus asegunes, porque si se trata de corruptelas, tráfico de influencias y malas artes, Corral Avila no canta mal las rancheras y seguramente en los siguientes días tendremos mayor conocimiento de esas truculencias.
Se supone que la López Noriega vela para su santo en la confrontación con la diputada local y sabe cuál será su reacción cuando le caiga el veinte que no está en la prospectiva de ser fórmula con quien sea al senado, si no que va nada más y nada menos que alguien que en los últimos años fue cáustica crítica del PAN y fue adversaria en la pasada elección, pero que ahora gracias a la alianza frentista, está en condiciones de negociar dicha postulación.
Francisco Búrquez
Incluso se asegura que entre los pedimentos y condicionantes de la exalcaldesa para que el MC y el PAN vayan juntos en Sonora en este proceso electoral, está la reserva para su ahora partido, de las candidaturas a las presidencias municipales de Nogales y Cajeme, lo cual tiene lógica, toda vez que ya en la pasada elección demostraron ser competitivos en esas plazas.
La verdad es que nadie pudiera darse por engañado o sorprendido porque en el PAN se asignen candidaturas al estilo como la que se prospecta para Corral Avila, porque ya ven lo que ocurrió con Francisco Búrquez Valenzuela, quien de estar prácticamente en el retiro político, lo sacaron de la chistera y dejó en el segundo puesto de la fórmula a Florencio Díaz, dándose por seguro que quienes hicieron esa machincuepa en el 2015, son los mismos que le harán lo mismo a la Célida en el 2018.
La verdad es que habrá mucho que escribir a casa respecto al reencuentro entre panistas que militan en el PAN y quienes se fueron al MC, porque cualquiera que sea el propósito de ese frente que lleva como invitado de piedra al PRD, de ninguna manera se subsanan las diferencias y enconos que ocasionaron ese transfuguismo.
A propósito del llamado Frente Ciudadano por México, en la sesión de este martes en San Lázaro sus representaciones legislativas recibieron una cucharada de su propia medicina, recetada por la bancada del PRI, en el marco de fuertes reclamos porque todo indica que no hay disposición para ceder sus prerrogativas para que sean aplicadas en las tareas de reconstrucción.
Los del PRI comandados por César Camacho Quiroz hicieron trizas a los leales de Dante Delgado y Ricardo Anaya, a quienes con justicia reclaman que sus quejumbres luego del sismo del 19 de septiembre sólo fueron una faramalla y una simple solidaridad demagógica, al no concretar su compromiso de renunciar al financiamiento público y ceder a tareas de reconstrucción la entrega de las prerrogativas correspondientes al último trimestre de este año, como sí lo hicieron los del tricolor.
Juan Antonio Ortega
Ya platicaremos sobre el zipizape de este día con nuestros amigos los diputados Próspero Ibarra, Ulises Cristópulos o Abel Murrieta, pero por lo pronto, las crónicas periodísticas describen un ambiente muy enconado, obligando a la suspensión de la sesión, ya que hasta los de MORENA fueron atropellados por la enjundia priista, ya que como se sabe, también Andrés Manuel López Obrador se ha hecho maje y no ha concretado su presunta solidaridad con las víctimas de los sismos.
Por lo demás, muy delicadas las declaraciones y denuncias que hace el abogado Juan Antonio Ortegaen contra de la Fiscalía General de Justicia de la entidad y particularmente contra la Agencia Ministerial de Investigación Criminal, por lo que dice son omisiones e incumplimiento de al menos cuatro órdenes de aprehensión en contra de agentes de esa corporación señalados como partícipes en actos de tortura en perjuicio de Gisella Peraza Villa.
El colmo es lo ocurrido el domingo, cuando presuntos agentes vestidos de civil levantaron y golpearon a una hermana de Gisella con el presunto fin de que se desista de sus acusaciones y que este martes don Juan Antonio asegure que lo van a matar, por su papel en ese sonado caso que como muchos más es herencia del maldecido gobierno de Guillermo Padrés.
Conocemos y sabemos de la verticalidad y compromiso con la justicia del Fiscal General, Rodolfo Montes de Oca y descartamos que sea parte del presunto encubrimiento de esos elementos y es más, ya veremos su respuesta frente al radical posicionamiento del profesional de la abogacía en contra del área bajo su encargo.
Rodolfo Montes de Oca
Desde nuestra perspectiva, desde luego no nos parece como de justicia la demora procesal en contra de inmiscuidos en el secuestro, tortura y encarcelamiento de Gisella, que a pesar de testimoniales e identificaciones indubitables, tenemos entendido que sólo dos mujeres están indiciadas, mientras que una docena más gozan de cabal libertad e incluso se mantienen en sus puestos, sea como custodios en el CERESO o en la antes PEI.
Pero de eso a que esté en peligro la vida del defensor de la víctima o ella misma y su familia, como que ya es mucho, aunque por aquello de no te entumas, bien se podría poner remedio de fondo a ese asunto.
Y no es cualquier cosa el que el pleno de la 61 Legislatura de Sonora haya aprobado la Ley de Seguridad Privada, que promovida por el diputado cetemista, Javier Villarreal Gámez, reivindica beneficios sociales para al menos 30 mil trabajadores que prestan sus servicios en aproximadamente 470 empresas en esta entidad.
Javier Villarreal
Pero además, esa nueva normatividad hará que abandonen el clandestinaje o semiclandestinaje alrededor de 300 empresas actualmente en operación, pero sin registro ni reconocimiento oficial, que ahora podrán acceder a procesos de capacitación, profesionalización y certificación, e incluso a ser sindicalizados, que si es en le CTM, pues mejor, diría aquel.
Esto y más ocurrió este martes por rumbos del Congreso del Estado, ahí donde nos dio gusto saludar al auditor mayor del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización, Jesús Ramón Moya Grijalva, ocupado en cabildeos relativos a la formulación del presupuesto 2018, frente a la nueva realidad del ISAF como organismo autónomo.
