Por lo pronto se suma lo que caiga, se recoge cascajo, rebaba y escoria de otros partidos, para ser motivo de triunfalismos y de cuentas alegres, en el marco de un fenómeno en el que las militancias de algunos partidos se distinguen por su bipolaridad, incongruencia política e inconsistencia ideológica.
Para Alfonso Durazo, dueño de MORENA en Sonora, es motivo de fiesta el que en otros partidos, particularmente en el PAN, se vivan tiempos de fractura y falta de liderazgo; para el expriista, exaliado del PAN y ahora incondicional de Andrés Manuel López Obrador, debe ser satisfactorio el que haya más como él en materia de inconsistencia ideológica y por eso debe ser su contento.
Incluso, debe satisfacerlo el que parte de ese cascajo también sea recogido por el PAN y Movimiento Ciudadano, a donde han ido a dar personajes resentidos y frustrados provenientes del PRI o de quienes hasta hace poco simularon perfiles ciudadanos para posicionarse y ponerse en oferta como eventuales candidatos, en lo que representa un fuerte golpe a los esfuerzos realmente ciudadanos para mejorar las cosas en este país.
Feroz crítica de López Obrador y presunta locutora sin simpatías partidistas, ahora Lilly Téllez es adoradora del candidato presidencial de MORENA e igual ocurrió con la rabiosa y beligerante defensora del PAN y de la corrupción e incompetencia de Guillermo Padrés, Célida López, que de un día para otro se convirtió al pejismo, para hacer lo mismo que hacía como panista; condescendiente y hasta sumiso frente a poderosos que decía eran sus amigos, de pronto Antonio Astiazarán se convirtió al panismo y de idolatrar a liderazgos del PRI, ahora se pone de pinicuchi ante los del PAN.
Abanderada de causas ciudadanas, de la transparencia y rendición de cuentas, así como crítica de la opacidad en los partidos políticos, Leticia Cuesta se construyó así el espacio para ahora ser candidata al Senado por la coalición PAN, PRD y MC, mediante un procedimiento que no tuvo absolutamente nada de transparente y democrático y sí mucho de simulación y engaño a los ciudadanos.
Otro caso es el de Raúl Arturo Ramírez, que de cuestionado ombudsman en Sonora y aberrante actuación como tal, ahora es el número 9 de la lista plurinominal federal del Movimiento Ciudadano, lo cual para no pocos es el resultado de la histórica buena relación entre Dante Delgado, dueño de las siglas del MC y Manlio Fabio Beltrones, padrino de Raulito.
Por cierto, la exalcaldesa de Hermosillo y también tránsfuga del PAN, hace bien en deslindarse de la inclusión del nefasto personaje en la lista plurinominal federal de su partido, ya que ella sabe perfectamente bien la clase de alimaña de que se trata, aunque a decir verdad y con el favor de Dios, al MC no le alcanzará para ganar nueve posiciones en esta circunscripción.
El más reciente caso de transfuguismo, de bipolaridad política y ausencia de consistencia ideológica, es Francisco Vázquez, quien hasta hace poco era combativo militante del PAN y cuyo protagonismo como cercano a los afectos de Damián Zepeda, lo llevó a ser parte de la nota roja en Hermosillo, pero que ahora enojado porque el dedazo favoreció a Ramón Díaz Nieblas para ser candidato de ese partido a la alcaldía de Huatabampo, desertó de esas filas y se sumó al altero de escoria colectada por MORENA.
Muy publicitada dicha defección e incluso hasta evento especial se organizó para dar la bienvenida a ese fascista ahora vestido con el ropaje presuntamente progresista del partido del Peje, así como ocurrió con la también de ultraderecha, Célida López.
Se supone que junto al Panchito Vázquez se fueron del PAN alrededor de 500 militantes de Huatabampo y la neta que de lengua me como un plato, pero el hecho es que él y miembros de su familia si se dieron a la fuga de un partido en proceso de pulverización y descomposición y que por cierto, difícilmente cubrirá dichos huecos o se restaurará lo podrido con la suma del expriista Toñito Astiazarán que lógicamente sólo anda viendo para su santo.
Por lo pronto, lo que deben andar de fiesta son los del PRI y su candidato a la alcaldía de Huatabampo, Javier Ruiz Love, ya que incluso con el PAN unido era competitivo, pues ahora con mayor razón, al quedar Díaz Nieblas sin muchos de sus apoyos.
Pues hasta ahora, al menos en el PRI no se advierten esas tendencias, siendo la excepción el citado guaymense o un oscuro personaje de Alamos, porque de ahí en fuera, en dichas filas se advierte estabilidad, al menos en ese rubro, aunque hay quienes subrayan que es en las bases en donde se manifiesta o pudiera manifestarse el cambio de lealtades partidistas el mero día de la votación.
Pues a lo largo de los próximos meses dicho vedetismo habrá de reflejarse en tendencias que registren encuestas y mediciones, que por lo pronto y de acuerdo a la prestigiada casa encuestadora TMReporte del maestro Heriberto Tapia, en la elección presidencial está a la cabeza el Peje con un 30.8 por ciento de aceptación; José Antonio Meade tiene el 20.0 y Ricardo Anaya con un 12.4 por ciento.
Esa es la tendencia que ofrece Sonora en la elección presidencial, en donde Margarita Zavala alcanza el 4.5 por ciento; Jaime Rodríguez el 3.2 y Ríos Piter el 3.1 por ciento, destacando el 25.1 por ciento de indecisos, numeritos que hay que darles el valor que representa el alto grado de asertividad que ha tenido la citada casa encuestadora en varios procesos electorales del pasado.
Ilustrativos también los numeritos que arroja la medición de la elección al Senado de la República en esta entidad, cuando la fórmula del PRI integrada por Sylvana Beltrones y Manuel Ignacio Acosta tiene un 31.7 por ciento; la de MORENA, PES y PT con Lilly Téllez y Alfonso Durazo el 21.3 por ciento y el PAN.MC y PRD con Toñito Astiazarán y Leticia Cuesta, a penas el 13.1 por ciento, destacando también el 30.7 de indecisos.
Por otra parte, vaya que ha resultado difícil romper inercias para avanzar en la mejora de la gestión administrativa en las distintas instancias del gobierno estatal y de los ayuntamientos de Sonora, en donde aún no acaban de acomodarse los distintos lineamientos legales del Sistema Estatal Anticorrupción, lo cual podría derivar en tragos amargos para muchos.
De acuerdo a lo que se sabe de la Unidades de control de entidades de la estructura del gobierno estatal y de ayuntamientos, persisten prácticas sancionables en la nueva normatividad, ya que sin ser necesariamente dolosas, por desconocimiento y desgano en el aprendizaje, siguen siendo el pan nuestro de cada día de quienes deberían de tener en cuenta, que la ignorancia de la ley no los exime de su cumplimiento y tampoco los exime de sanciones.
Mucha chamba se le ha venido encima al contralor Miguel Angel Murillo frente a las nuevas facultades y responsabilidades inherentes al Sistema Estatal Anticorrupción, aunque si se habla de adicional carga de trabajo por nuevas facultades y responsabilidades, en el Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización está la muestra más palpable, cuando además tiene marcados tiempos límites para su cumplimiento y desahogo.
Para que se den una idea, en el proceso de revisión del ejercicio del 2016, el ISAF realizó 267 auditorías a los diversos entes públicos, en tanto que para el ejercicio del 2017 se avanza en la ejecución de mil 831 auditorías en 343 entes de toda la estructura del Estado, de los ayuntamientos, Fondos, fideicomisos, organismos civiles, sindicatos, fondos federales, paramunicipales y demás.
Se trata de un trabajo cuyos resultados tendrán impacto jurídico e incluso con alcances políticos y por eso debe ser bien hecho, que para eso se pinta solo el Contador mayor del ISAF, Jesús Ramón Moya Grijalva, quien dicho sea de paso, el próximo 15 de mayo deberá comparecer ante el pleno de la legislatura para rendir un informe público de su gestión, así como entregar el avance del informe anual de auditorías, ya que para el 31 de agosto deberá poner a disposición del congreso, para su sanción, las cuentas públicas del Estado y los Ayuntamientos del ejercicio 2017.
Por lo pronto, bien harían funcionarios de las instancias estatales, de los municipios y todos los entes fiscalizables por la Contraloría y el ISAF, ponerse al día con la nueva normatividad que deriva del Sistema Estatal Anticorrupción, porque corren el riesgo de que luego de la calificación de las cuentas públicas haya muchos damnificados y desempleados, además de sujetos a procesos administrativos e incluso penales, porque Murillo y Moya son retenes imposibles de pasar sin hicieron mal las cosas.