
GABINETE EMPRESARIAL
La presentación del Plan México, por parte del gobierno federal, indica que busca una política industrial que durante décadas no ha tenido el país y hoy, como se perfilan los tiempos, es absolutamente necesaria. Y esto, sin quitarle ni ponerle, es de lo que durante muchos sexenios el país ha carecido para tener un desarrollo económico diferente a lo que ha sido su historia económica.
Porque todo ha estado sustentado en la réplica de los avances que, en la mayoría de las veces, se han tenido en los sectores productivos en otros países y, principalmente, en Estados Unidos. Logrando con ello que, durante bastante tiempo, todo fueran aportes del exterior y la actividad productiva nacional solo lograra su reproducción y consumo según el sector que le correspondía.
Y eso difícilmente lograría que México tuviera un despegue económico importante que le permitiera posicionarse de manera firme como país prospecto para ser una economía de primer mundo. Solamente en 1979, en el gobierno de José López Portillo, se decretó un plan de desarrollo industrial buscando posicionar a México como creador y productor de bienes y servicios nacionales.
Todo ello sustentado en los excedentes económicos derivados de la exportación de hidrocarburos hacia el exterior que le permitiera reorientar la estructura económica nacional. Haciendo con este planteamiento oficial de impulso al desarrollo económico del país, como una importante propuesta de crecimiento económico que ya se establecía como necesaria.
Pero, desafortunadamente, este plan de desarrollo industrial no logró avanzar como se había establecido en su decreto, a pesar de que tenía todos los ingredientes de su tiempo para ser exitoso. Y ahora, después de 45 años, independientemente de los criterios políticos que hoy prevalecen en el ambiente mexicano, hacen necesaria la implementación de una efectiva política de desarrollo industrial.
Que uno de los componentes importantes deberá ser la participación de la iniciativa privada que, con el gobierno federal y la sociedad, impulsen este propósito prioritario de desarrollo. Y para que este Plan México no sea nada más en el ámbito del gobierno federal y sus dependencias, es necesaria su aplicación e impulso también por los gobiernos de los estados y sus municipios.
Donde será necesario abrir la caja de los financiamientos para la creación y la consolidación de empresas y, además, la creación de proveedurías internas, crear cadenas productivas y sustituir importaciones. Que necesariamente la eliminación burocrática de la tramitología gubernamental, para que el plan avance de forma oportuna en la creación y consolidación del avance económico que ya es necesario.
Lo que hará que los niveles de gobierno estatal y municipal se acerquen todos los elementos que les permitan aprovechar esta oportunidad para generar bienestar y prosperidad a sus localidades. Obviamente, esto que hoy se plantea como un propósito importante para el país, para lograr avanzar de forma independiente en su desarrollo industrial, no será en el corto plazo.
Porque es reconocido como las economías que hoy presentan alto desarrollo, tardaron décadas en lograr el avance que hoy tienen y también fue a partir de un plan inicial de desarrollo industrial. Aquí lo importante es que toda la sociedad y sus sectores deban de participar en el alcance de mejor desarrollo económico y social, que viene a ser una muy importante respuesta para lo que se necesita en el país.
