“Al pueblo de Sonora deberían de honrar”, dijo común mortal a este reportero, cuando le confiamos que a fin de cuentas no iríamos a la cobertura de la sesión de la legislatura local, ya que el orden del día solo traía dictámenes relativo a honras a personajes ilustres cuyos nombres serán colocados con letras doradas en la pared de honor del salón de sesiones.
Si no con letras doradas en donde sesiona, en efecto, la representación popular sonorense debería de honrar a la ciudadanía, más allá y con mayor seriedad que los mentados informes de gestión tan de moda en estos días, ceremonial convertido en cofradías donde unos cuantos integrantes de la élite del poder político en turno e invitados especiales halagan al informante y aplauden sus fantasías.
Además, algún arquitecto de renombre habría de elaborar un proyecto de ampliación de las paredes del republicano recinto o diseñar algunas más, porque bajo las condiciones actuales ya tienden a la saturación, con tantas letras doradas que al paso del tiempo han sido clavadas en las que son dos paredes de honor, previo acuciosos análisis, esforzados dictámenes e intensos debates sobre la procedencia o no de que tal o cual personaje o hecho histórico reciba tal reconocimiento.
Debe andar adolorido del lomo el diputado presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales, Jacobo Mendoza Ruiz, porque en pocos días tuvo listos tres dictámenes con proyectos de decreto que aprueban la inscripción con letras doradas en la Pared de Honor del salón de sesiones del recinto oficial del Congreso del Estado la frase “2023, Año del Bicentenario del Heroico Colegio Militar”; el nombre de la primera diputada local, “María Jesús Guirado Ibarra” y del legendario líder social, “Jacinto López Moreno”.
Valga señalar que el ceremonial relativo a la primera mujer que llegó a la legislatura sonorense, fue de difícil trámite dadas las resistencias de la mayoría oficialista a dar curso a propuestas de la bancada de Movimiento Ciudadano, pero a fin de cuentas por fin la diputada Rosa Elena Trujillo logró destrabar.
Dichas letras doradas se sumarán a las muchas ya puestas en ese casi saturado espacio, como son los casos de Luis Donaldo Colosio, Plutarco Elías Calles, Álvaro Obregón, Abelardo Rodríguez, Adolfo de la Huerta, José María Zuloaga, Jesús García Corona; honras a la Universidad de Sonora, a los Mártires de Cananea, a los caídos del 2 de octubre en Tlatelolco, al centenario de la Fuerza Aérea, al Ejército Mexicana, a la Armada de México, Hermosillo capital de la legalidad; escuela Normal del Estado; a la educación pública, a las víctimas del Covid-19 y a trabajadores de la salud que le hicieron frente, por citar algunos.
Y como sabemos que la ociosidad no es buena consejera, no faltarán propuestas para también honrar en esos paredones o muros del salón de plenos, a las cabalgatas, a las peleas de gallos y carreras de caballos, al Bacanora, al litio, a la 4T, a la igualdad de género y temas sexistas tan de moda, así como pueblos originarios, la inmortalidad del cangrejo, los pasos en la azotea y cosas así que merezcan honras y reconocimientos para la posteridad.
Bueno, debemos aclarar que no todo de la sesión de este día fue de orden ceremonial, porque si bien digamos pues qué bárbaro, la diputada transformer, Ely Sallard Hernández, a nombre del Grupo Parlamentario de MORENA, dio lectura a un posicionamiento en relación al Día Mundial del Corazón que se celebra este viernes.
Y como una cosa lleva a la otra, también podrían promover desde ese honorable recinto más días para celebrar como el día de la fruta y la verdura, el de la cursera, de la luz de las lunas de octubre, el de la vaca lechera, del chiltepín, del membrillo, del garapiñado, del ponteduro, la gallina pinta, la machaca, chorizo con huevo, entre otras cosas nuestras, dignas de ser festejadas y ser parte del orden del día de las sesiones de nuestros sufridos diputados.
Y no, con este abordaje no pretendemos de ninguna manera demeritar las distinguidas trayectorias de quienes en las siguientes semanas serán inmortalizados en las paredes del recinto legislativos, si no que más bien lo que nos llama la atención es que en las agendas de los grupos parlamentarios no luzcan asuntos más importantes qué tratar que darle negocio a quien confecciona esas letritas doradas.
Bueno, al menos que no lleguen a aquel exceso cuando engolosinados ante lo histórico e inédito, a los integrantes de la 55 legislatura 1997-2000, se les ocurrió mandarse hacer una gigantesca y pesada placa de bronce para dejar sus nombres plasmados para la posteridad por ser parte de la primera legislatura terciada, donde por sí solos, el PRI, PAN y PRD no acabalaban la mayoría simple.
Esa placa estuvo en la planta baja del coso legislativo, en la pared a un costado del elevador, hasta que concluyó el trienio, sin que tengamos idea dónde quedó ese gran pedazo de metal con el autoelogio que promovió y concretó el otrora recalcitrante militante y diputado del PRI y ahora convencido cuatrero, Carlos Ernesto “El Bobo” Zatarain Durazo.
Aparte de tales inocuidades, hay cosas muy buenas qué reportar a casa, como es el caso de la confirmación respecto a que el antiguo relleno sanitario al nororiente de Hermosillo será convertido en el Parque de la Vida en donde se plantarán al menos 500 árboles nativos; se construirán andadores y campos deportivos y se instalarán cuatro mil paneles solares para generar electricidad para la operación de un parque industrial aledaño.
El presidente municipal, Antonio Astiazarán Gutiérrez compartió esa buena nueva luego de su participación en el lanzamiento del Programa Ciudades en Movimiento realizado en la Ciudad de México, donde se ratificó que el proyecto Parque de la Vida fue elegido por el Departamento de Estado de Estados Unidos, ICLEI – Gobiernos Locales para la Sostenibilidad, Resilient Cities y The Institute of The Americas, para aprovechar un terreno de 39 hectáreas ubicado en el norponiente de Hermosillo, conocido como el antiguo “basurón”, para convertirse en un espacio recreativo, deportivo, de generación de energías limpias y nuevo pulmón de la capital de Sonora.
Por lo pronto carecemos de datos sobre el monto de inversión que requerirá tan magna obra, pero sí sabemos que deberá concluirse en aproximadamente tres años y se ejecutará en colaboración con la ciudad de Dubuque, en el estado de Iowa, Estados Unidos, al ser un programa donde están 12 ciudades grandes, medianas y pequeñas del vecino país, con sus contrapartes en América Latina y el Caribe.
Lanzado en la Cumbre de las Ciudades de las Américas, el programa Ciudades en Movimiento está dedicado a apoyar a ciudades de América Latina y el Caribe y Estados Unidos, a crear futuros sostenibles, inclusivos, con resiliencia a través del acompañamiento al desarrollo de proyectos locales de alto impacto, el intercambio de experiencias y conocimientos, así como la cooperación entre ciudades.
Mientras tanto, por supuesto que existen coincidencias felices, ya que luego de su participación el miércoles en la Expo Turismo 2023, celebrada el miércoles en Hermosillo con motivo del Día Internacional del Turismo, la alcaldesa de Guaymas, Karla Córdova sigue con manteles largos por los festejos del 60 Aniversario de la fundación de San Carlos, hoy por hoy el destino turístico más popular de la entidad y de buena parte del norte y noroeste de México.
Le fue muy bien en la capital de Sonora a la munícipe porteña, tocándole echar una buena conversa con el secretario de gobierno, Adolfo Salazar Razo y el titular de Turismo, Roberto Gradillas, además de su trabajo para continuar posicionando a ese nuevo pueblo mágico playero como punto de encuentro para la recreación y referente en materia cultural y turística.
Y a pesar de lo que se diga y expresiones por demás optimistas, la Comisión Federal de Electricidad sigue con sus puñaladas traperas en contra de los usuarios de Sonora; se mantienen los cortes de servicio y dificultades para realizar convenios de pago, así como ya se viene un incremento este mes de octubre, además de las amenazas a morosos respecto a que serán o ya están registrados como mala pagas en el Buró de Crédito. O sea, del dicho al hecho hay mucho trecho.
Y la vamos a dejar de este tamaño, porque este jueves cumple 27 años nuestro hijo menor, el licenciado en enfermería y maestro ya casi titulado en gestión de Salud Institucional, Samuel Esteban Valenzuela Olguín, y cual debe hay que festejarlo.