Hace tres años murió el periodista Mario Rivas Hernández.-

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Su desempeño principal fue en el área de opinión y análisis político, desde su columna Rumbos, en Tribuna del Yaqui.- Creó los periódicos de vida breve El Observador y Tiempo Nuevo.- Alguna vez intentó incursionar en literatura.- Su palabra, sin duda, fue importante en el devenir periodístico de Cajeme y de Sonora.

Bernardo Elenes Habas

Era, Mario Rivas Hernández, un hombre de tinta y de papel.

De los últimos oficiantes del periodismo artesanal, elaborado con las vivencias, los hallazgos, las investigaciones cotidianas en cuyo entramado llevaba los hilos de la literatura, del sentimiento y la pasión humana como parte de su forma, de su fondo, de su destino…

Mario, murió el 2 de noviembre de 2021, a los 75 años de edad, al perder la batalla contra el cáncer, enfermedad que lo aquejaba desde hace tiempo y no le permitió, en los últimos meses de ese año, entregar su columna Rumbos, que diariamente publicaba Tribuna desde hacía más de 30 años…

Se inició en el periodismo a finales de 1978, cuando fundó el vespertino El Observador, apoyado por Adalberto Rosas López, José Antonio Gándara Terrazas, Oscar Russo Vogel, Juan Rurico López, y otros amigos. PMario Rivas Hernández, periodista.ublicación que apuntaló los inicios de la actividad política del popular Pelón Rosas, quien logró con sobrados votos la Presidencia Municipal de Cajeme 1979-1982, contra don Francisco Obregón.

Antes, ya había hecho intentos literarios (motivado por Rogelio Arenas Castro, historiador de Cajeme, con quien trabajaba la pintura comercial y decoración de escaparates en tiendas), enviando poemas para su publicación a la sección cultural de Diario del Yaqui, que coordinaba, en ese tiempo, Moisés Ortiz López.

Mario, en sus inicios, tuvo inquietudes literarias. Lo manifestaba cuando un grupo de cajemenses se reunía por las noches, en el Café del Hotel San Alfonzo, por la calle Chihuahua, donde él laboraba. Ahí conoció a Jesús Antonio Salgado, poeta, bibliotecario, reportero del Díario; José Antonio Ruiz González, comerciante integrado a la masonería en La Logia Hiram XIII; Fernando Arreola Rodríguez, excelente declamador y a la sazón Secretario del Ayuntamiento con el doctor Carlos López Arias como alcalde (1970-1972); químico Carlos Ramón Espinoza, impulsor de escritores y poetas.

Por algún tiempo se integró al equipo de Heriberto León Peña en La Extra de la Tarde, y posteriormente, en 1978, fundó el semanario de vida breve Tiempo Nuevo, donde tuvo como asistente técnico al periodista Mario Castro Q.

Apoyado por el entonces rector del ITSON, doctor Oscar Russo Vogel, quien lo recomendó con don Jesús Corral Ruiz, intentó ingresar como columnista a Diario del Yaqui, en 1982, gestión que no fructificó, porque don Jesús lo remitió a la sección cultural. A partir de ese año se incorporó a Tribuna del Yaqui con su columna Rumbos, cuya última entrega realizó el 10 de septiembre de 2021…

Sin duda, un columnista informado quien manejaba con estilo ameno sus análisis y comentarios. Era frecuente que en sus textos aparecieran los nombres de sus amigos de toda la vida, Miguel Ángel Murillo, Oscar González Astorga, Julián Luzanilla, Bulmaro Pacheco, Adalberto Rosas, Enrique Guerrero, Raúl Acosta Tapia, Eduardo y Ricardo Bours, Ernesto Vargas, Faustino Félix Escalante, Faustino Félix Chávez, María del Rosario Oroz, Luis Humberto Meza, Serge Enríquez, entre muchos más… Su lectoría era amplia, sobre todo entre la clase política, donde sus opiniones marcaban influencia…

Admiraba al periodista y poeta Bartolomé Delgado de León, de quien asimiló matices de su estilo, y solía escribir, cuando se lo proponía, bellos textos descriptivos que reflejaban su sensibilidad humana, aunque no lo hacía con frecuencia.

Mario, fue sin duda, un periodista cajemense que mantuvo su línea político-social profesando lealtad a la justicia, siempre con una visión de centro-izquierda, desde el ala progresista de sus convicciones…

El pasado 2 de noviembre, Día de los Fieles Difuntos, se cumplieron tres años de que su pluma dejó de escribir para Cajeme y para Sonora.

Le saludo.

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