GABINETE EMPRESARIAL
Desde siempre, lo que sucede en los Estados Unidos ha sido de total interés para la mayoría de los mexicanos, mucho por la vecindad y la influencia de esa economía en nuestro país. Pero ese interés se vino a incrementar de forma exponencial a partir de 1994, cuando entró en vigencia el denominado Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN).
Porque, de alguna manera, ese acuerdo entre los tres países norteamericanos vino a revolucionar el mundo del comercio mundial por las características que tienen los tres participantes. Y todavía más porque uno de los participantes en este acuerdo comercial es el país de la mayor economía del planeta y, además, producto de ello, el mercado comercial de mayor consumo de bienes y servicios.
Lo que también han visto muchas economías del mundo como una real oportunidad comercial para ese mercado, y en ese propósito lo hacen de forma directa o buscan invertir en México y ubicar aquí sus empresas.
Es por esa razón que siempre que ocurren elecciones en los Estados Unidos, la pregunta que se pone sobre la mesa es cómo le va a ir a México si gana alguno de los contendientes. Porque de alguna manera, de los dos, cada uno de ellos tiene su perfil para definir cuáles serán sus propósitos de gobierno de ganar la elección, y en ese sentido se da la atención nacional al proceso.
En las anteriores elecciones estadounidenses, el efecto directo ha sido a la paridad cambiaria, tanto en la correspondiente a la de 2016 como en la de 2024, que sí tuvo un impacto momentáneo. El efecto del valor de la moneda norteamericana se movió entre 9 y 19% con respecto al peso mexicano, pero no completó un año cuando la paridad tomó nuevamente su nivel original.
Hoy puede que sea probable una situación semejante, y más todavía cuando la geopolítica mundial se presenta de forma diferente, donde necesariamente Estados Unidos buscará consolidar su liderazgo.
Considerando que uno de los instrumentos más importantes que se tienen en la región económica más grande del mundo, como es Norteamérica, es el Acuerdo Comercial con México y Canadá.
Obviamente, para continuar manteniendo el liderazgo de la principal región económica del planeta, buscará revisar algunos apartados del acuerdo que le conciernen a ellos y a México.
Seguirá siendo importante para los Estados Unidos mantener de forma precisa este acuerdo comercial, considerando que China está avanzando en su propósito de ser la primera economía.
Obviamente, en su momento existirá la incertidumbre de cómo vendrá el presidente electo Donald Trump con respecto a sus intenciones de aplicar restricciones y aranceles a México. Pero eso se irá aclarando conforme avancen los tiempos y ya que tome posesión el nuevo presidente, que es muy común en el ejercicio de la política que existan promesas de campaña.
Eso se sabrá con el tiempo, y necesariamente, de parte del gobierno mexicano, debe de existir un plan que dé respuesta a las pretensiones del ganador de la elección en Estados Unidos.
Pero la preocupación no debe ser la misma como la de querer que ganara uno u otro, porque no hay que olvidar que los Estados Unidos son iguales gane quien gane; solo son estilos de uno y otro.