Por lo pronto está resultando un fiasco el anuncio del martes pasado respecto a que la CFE ya no haría cortes de servicio y que quienes no han podido pagar los abultados recibos de los últimos tres o cuatro meses podrán pagar a plazos mediante la firma de un convenio.
Desde antes que el gobernador Alfonso Durazo Montaño y ejecutivos de la paraestatal dieran a conocer dichas decisiones para aliviar la economía de miles de familias, estábamos enterados de la reconocida capacidad de trabajo de las brigadas de corte de servicio en domicilios ubicados en comunidades de la zona rural al nororiente de la cabecera municipal capitalina, actuando como por consigna y como que ya sabían lo de la suspensión de cortes.
Lo anunciado en la conferencia de prensa fue como un tanque de oxígeno, pero pronto el gozo se está yendo al pozo porque diversos reportes avisan que los cortes de suministro prosiguen incluso se intentan con usuarios que han tenido que demostrar que ya pagaron su recibo y peor tantito, la firma de convenio se hace en función del interés de la paraestatal y no de las posibilidades de pago de quienes de forma inexplicable vieron disparados los costos de su consumo de energía.
Esos son los puntos finos, las letras chiquitas que no se advierten por triunfalismo como se ha tomado ese acuerdo entre el gobernador Durazo y la llamada empresa de clase mundial, resultando urgente una explicación porque para los inicialmente crédulos y felices por el resultado de la gestión del mandatario estatal, está resultando todo un fiasco, con todo y que hay incredulidad respecto a las explicaciones “técnicas” para justificar el que se hayan disparado el monto de los recibos.
Los cortes de luz siguen en algunos sectores de la mancha urbana y con ello hacen quedar mal al gobernador, quien cual debe ha desplegado rimbombante estrategia publicitaria para resaltar el resultado de su gestión, sin olvidar el presunto “acompañamiento” de la representación de MORENA en la Cámara de Diputados, cuando resulta obvio que no movieron un dedo en favor de las demandas de la Unión de Usuarios.
Urge afinar esos detalles de orden técnico: hacer realidad la total suspensión de cortes y humanizar el proceso de firma de convenios de pago, privilegiando las posibilidades económicas de quienes requieren de dichas facilidades, a partir de que aún falta un recibo que incluirá un susto más, porque como se sabe, el monto podría ser incluso superior al anterior.
Miren, la exitosa gestión del mandatario estatal en esta etapa de la solución es definitiva, los costos por KWH están regidos por los rangos, brincos, umbrales de consumo de siempre y lo único conseguido hasta ahora en el ámbito de lo concreto, son los no cortes de suministro y facilidades de pago mediante convenios y sin aval.
Los acuerdos más o menos de fondo entre el de Bavispe y Manuel Bartlett serán una realidad hasta el verano próximo, si es que se concreta esa reformulación de rangos y costos del consumo y se amplía al menos un mes el subsidio. Hasta entonces podríamos estar más o menos satisfechos.
Debe entenderse bien que lo logrado hasta ahora en dicho tema es mínimo y a medias, ya que de contado o a plazos los abultados recibos durante este verano serán pagados en su totalidad antes de concluir el año y el evitar el corte solo aplica para quienes no tienen relaciones específicas, ya que hay especialistas en reconexión por muy poca lana.
Ya veremos el año próximo si se concreta lo anunciado por el mandatario estatal respecto a la ampliación del consumo de energía subsidiada y cuando ello ocurra, ya se verá el nivel de impacto en el recibo de la luz, porque no hay que olvidar que a partir de enero se indexará la inflación al costo KWH.
Dice bien la senadora Sylvana Beltrones al considerar que aún falta mucho para obtener el resultado que exigen los sonorenses en materia de altos costos de energía eléctrica, respuestas que la CFE debe contestar ahora, porque ahora es cuando se requieren no hasta el año próximo y por eso su propuesta de echar mano del Fondo de Emergencias de la federación para que esos recursos se apliquen en el aumento del subsidio de inmediato, no hasta el año próximo.
La joven senadora sonorense ofreció conferencia de prensa junto al dirigente estatal del PRI, Rogelio Díaz Brown y se explayó sobre las posibles soluciones y medidas emergentes para aliviar la presión que la CFE aplica contra sus usuarios en la entidad, y si bien reconoce las gestiones del gobernador Durazo, subraya la necesidad de soluciones en lo inmediato, como también sería eliminar el IVA de los recibos.
El que resultó con su tradicional verborrea fue el dirigente estatal de MORENA y coordinador de la campaña anticipada de la señora Claudia Sheinbaum, Heriberto Aguilar, quien ocupado en asuntos partidistas ni siquiera estaba enterado de la crisis por la abusiva cobranza de la CFE y que ahora se cuelga de la exitosa gestión inicial del gobernador.
Además, los sucesivos gobiernos de Sonora han realizado gestiones anuales similares al de Durazo, logrando avances como en este caso, con la aclaración de que él como diputado federal no movió al igual que sus homólogos de MORENA, no movió un dedo en favor de los usuarios de la entidad, y debiera entender que para nada lo conseguido por su patrón es una solución definitiva.
No, el problema no está resuelto y eso hasta lo reconoce el gobernador, además de resultar evidente que lo que consiguió solo es un avance, eso sí importante que atiende una emergencia en la que la CFE solo pone buena voluntad que siempre debería de tener y ya se verá el año próximo si se aterriza lo que al momento solo son anuncios.
Curioso caso el del dirigente morenista y sus diputadas y diputados en el Congreso del Estado, ya que actúan exactamente igual como lo hacían los priistas de antaño cuando eran gobierno; todo se lo dejan al gobernador, solo sacan la cara cuando hay algún resultado y se idiotizan de forma indigna tratando de que les comparta la medallita. Francamente son una decepción.
También resulta frustrante la situación que vive joven fraguado en el salario mínimo en una mina de carbón; sostén de su mamá y hermanas, y que en eso de corretear la chuleta hizo el favor de trasladar un remolque con una camioneta prestada, con tan mala suerte que dañó un par de metros de barrera de contención en la Carretera de 4 carriles, al norte de Benjamín Hill.
De eso ya hace varios meses y a pesar de que el humilde trabajador nunca ha negado su responsabilidad en dicho accidente y siempre ha mostrado su disponibilidad de cubrir los daños mediante un convenio de pago y de acuerdo a sus posibilidades, una nube de representantes legales de CAPUFE, de la delegación de la Fiscalía General de la República en Sonora, se le han echado encima.
Junto con ellos, peritos valuadores, expertos en barreras de contención; de seguridad vial; de protectores de bienes de la nación, de ambientalistas y demás determinaron que el costo de los daños causados por ese obrero fue de 151 mil pesos, todo explicado en un expediente de más de cinco mil fojas, ridículo monumental que confiado como es uno, creímos que las acusaciones de la fiscalía y de CAPUFE serían desestimadas por el juez, en función de la voluntad de pago del imputado y a sus condiciones de pobreza.
Miren, lo que fue un accidente sin mayores consecuencias desde el punto de vista de lesiones a personas, para el agente del ministerio público de la federación Carlos Alberto Uruchurtu fue un grave ataque a las vías generales de comunicación y demanda una pena de prisión de dos a 10 años así como una multa de doscientas mil veces el salario mínimo y para lograrlo, solicita al juez de distrito especializado en el sistema penal acusatorio, se acredite como apoyo a media docena más de abogados y especialistas en ese tema, con el fin de condenar al muchacho de referencia.
A dicha caterva se enfrenta el defensor de oficio asignado por el mismo juzgado, un joven de nombre Francisco Alejandro Contreras Aganza, quien por lo pronto, a diferencia del voluminoso expediente que alardea la fiscalía, apenas dispone de alrededor de 10 fojas, en donde eso sí, se identifica a Israel Darío Escajeda García como representante legal de la parte ofendida, o sea de CAPUFE del acto terrorista que cometió el joven, al dañar por accidente un par de metros de una lámina de aluminio y dos postes que la sostenían como valla en una curva de la 4 carriles.
A quien identifican como el imputado, le fue enviado un citatorio para acudir a una audiencia a principios de semana la cual se suspendió por la evidente concentración del expediente en la fiscalía e ignorancia del mismo del defensor de oficio, pero lo extraño del caso es que el juez, del cual nos reservaremos la identidad, no los haya mandado por un tubo ante la desmesura de la causa en contra de un joven que ha optado por el trabajo lícito y que por infortunado accidente causó esos daños, además sin pretender huir ni deslindarse de responsabilidades.
La próxima semana se celebrará la que se supone será la audiencia de un asunto que solo a una bola de estúpidos se les ocurrió judicializar, quedando la esperanza de que el juez de la causa e impartidor de justicia sea razonable, humano y reconozca que se trata de un abuso de poder en contra de un joven que de ninguna manera debe ser tratado como delincuente e incluso peor que a pandilleros, narcos y demás, cuando el que llaman imputado es un hombre de bien, honrado y trabajador, cuya causa en su contra debiera ser desestimada.
También cabe la posibilidad de que el delegado de la FGJ, Francisco Sergio Méndez de una revisadita a la carpeta de investigación FED/SON/HSO/0000430/2023, para darse cuenta de la desmesura que caracteriza a ese asunto y aplique un poco de sensibilidad social y así no sea parte de la sevicia con que ha actuado el ministerio público federal bajo su mando.