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La semana pasada les compartía mi opinión en el sentido de que el momento que vive México, resulta propicio para tornarnos ciudadanos virtuosos y utilizaba como analogía, las virtudes teologales legadas por la tradición cristiana. Hoy me gustaría complementar mi postura con algunos matices indispensables.

 

¿Es posible tener FE considerando nuestras pasadas experiencias como ciudadanos? ¿No significará pecar de inocentes –si no es que de otra cosa– y de acuerdo a las conceptualizaciones de la Real Academia de la Lengua Española (RALE), el confiar y asumir como cierto lo que ahora se nos dice? ¿Existe algún indicador que nos garantice que no estamos ante la misma gata, nada más que revolcada? ¿Tener ESPERANZA no resulta ser una sinrazón basada en nuestra actual realidad? ¿Tiene sentido hablar de CARIDAD cuando la solidaridad entre pares dista de ser un hábito que se viva en el día a día y solo se torna patente y momentáneo en situaciones de crisis (vgr. los sismos del año pasado)?

 

Me parece que para éstas interrogantes, la respuesta sigue siendo AFIRMATIVA, pero como menciono, con una buena dosis de relatividad. Es indispensable tener FE, pero no solo en el nuevo gobernante, sino sobre todo, en el nuevo gobernado. El reciente proceso electoral deja muchas enseñanzas, a mi juicio, la más significativa es que el sufragio SI CUENTA. Tan es así, que porque contó, es que tenemos hoy ésta nueva realidad. Y solo a nosotros, a nadie más, le corresponde determinar que no solo sea nueva, sino mejor.

 

Estamos, como diría Machado, entre un México que muere y otro México que comienza. El que debe morir, tiene más vidas que un gato. Es una candidez asumir que su agonía será corta, como también lo es que el desarrollo del que comienza será instantáneo.  Espero que el siguiente ejemplo haga patente el tuétano de lo que deseo transmitir.

 

Japón fue bombardeado con dos artefactos atómicos en agosto de 1945. Días después ocurrió su rendición y con ello, el término de la Segunda Guerra Mundial. De ser una nación derrotada y aniquilada moralmente, tres lustros después, catorce años para ser exactos, el 26 de mayo de 1959, durante la 55º Sesión del Comité Olímpico Internacional en la ciudad de Múnich de la entonces Alemania Federal, Tokio era elegida para ser sede de los XVIII Juegos Olímpicos de la era moderna. Diecinueve años después de haber sido derrotados, Japón le manifestaba al mundo en octubre de 1964, que estaba completamente de pié. ¿Como fue posible éste “milagro”?. Sin duda intervinieron muchas variables a su favor, pero a mi entender, la más importante fue, el pueblo japonés… las características de los ciudadanos de Japón. ¿Y ellos que tienen de especial para poder haber hecho lo anterior? Muchas cosas. Mencionaré la que considero como la más significativa: al iniciar el siglo XX, en Japón ya no había analfabetas.

 

Si a un panadero solo le das, harina, sal, y un poco de aceite, lo más que te podrá ofrecer con esa materia prima serán unos sabrosos bolillos. No puedes exigirle con esos ingredientes que te haga una suculenta muestra de pastelería francesa… por más bueno que sea el panadero.

 

La piedra angular para el cambio está en la educación.Y cuando hablo de educación, no me estoy refiriendo a la capacitación intelectual que la escuela pueda brindarnos, hablo de una educación más holística. Además de educación intelectual, educación física (el ideal griego: mente sana en cuerpo sano), educación ética, educación estética, educación cívica, educación espiritual… modalidades educativas que nos hacen más humanos cada vez.

 

Se dice que José Vasconcelos, abatido por un sistema que no lo apoyó, emitió una especie de maldición que cierta o no,  a la fecha nos persigue e invita a la reflexión: …No tenemos remedio… somos un pueblo de esclavos.Yo le diría: si y no. Con educación tenemos remedio; sin ella, seguiremos desahuciados, per secula seculorum.

 

Cuando confronto conductas y veo por un lado en un mundial de futbol a un paisano orinando en París en el pebetero del monumento al soldado desconocido y por el otro a un japonés recogiendo la basura en el estadio después de un partido de su selección en Moscú; cuando más de la mitad de los mexicanos no abrieron un solo libro durante el año 2016 y que de una lista de 108 naciones de la UNESCO sobre el índice de lectura, México ocupó el penúltimo lugar, mientras que en España se leen 7.5 libros al año, en Alemania 12 y en Finlandia 47; cuando comparo a México, uno de los países donde para conseguir una licencia de manejo solo hay que pagar un impuesto (800 pesos en promedio), mientras que en Alemania debes acudir a una escuela autorizada por el Estado con un costo promedio de 2 mil Euros y completar 12 horas de manejo práctico. En Francia el curso es de 20 hrs, más costoso que en Alemania y debes esperar 3 años para acceder al examen práctico y en Japón hay que llevar un curso de 50 horas, tomar un examen teórico-práctico que incluye 105 preguntas con un costo global de 40,000 pesos mexicanos. Cuando contrasto que en nuestro país según el Registro Federal de Organizaciones de la Sociedad Civil, el año pasado se tenían registrados 35,727 actores sociales inscritos en todo el país, lo que genera una proporción de 27.7/100,000 habitantes mientras que en Estados Unidos esta es de 670 y en Chile de 650 (en Sonora existen un total de 690 aunque solo están activas 570). Cuando el consumo de alcohol en la vía pública está fuertemente penado en toda la Unión Europea, Rusia y Estados Unidos y veo que en donde radico, hacerlo es tan natural como respirar, al igual que subirle el volumen a los estéreos en la calle mientras uno se relaja con los cuates emitiendo sonoras carcajadas, profiriendo la variante del idioma español que requiere el uso de la “V” a un ritmo de más o menos 2 a 3 veces por minuto, sin que a nadie le importe un pepino lo molesto que pueda ser para otros, mientras que en la mayoría de los países Europa en los inmuebles residenciales se tienen límites interiores durante el día de 55 decibeles y de 40 después de 10:00 pm. Cincuenta decibeles es el volumen de un juego tranquilo de ajedrez.

 

Cuando pongo sobre lo mesa todo lo anterior les confieso: mi FE es sólida. Confío, creo, estoy cierto que (con educación) todo esto puede cambiar. Sin embargo y por lo dicho, mi ESPERANZA es endeble. Si la debo elevar a un nivel virtuoso, tengo mucho trabajo por delante. Japón logró en menos de dos décadas levantarse de sus cenizas. España, cuarenta años después de la muerte de Franco, gracias a la normalidad y solidez democráticas alcanzadas, está hoy en una inmejorable situación para afrontar los difíciles retos nacionales y exteriores a los que tendrá que enfrentarse en los próximos años.  Tal vaya a vivir (con el favor de Dios) dos décadas más, pero por desgracia, México no podrá gestar un cambio similar al japonés. No tiene con qué. ¿Puede seguir una evolución similar en duración a la de España?  Lo ignoro, y si llega a suceder, no voy a estar aquí para disfrutarlo. De lo que sí estoy completamente seguro es que si gobernantes y gobernados no se mueven en la misma dirección, caminaremos en círculos como Sociedady Vasconcelos seguirá teniendo la razón. Lo dije antes a principio de año, soy un ferviente seguidor de la postura de Scott Fitzgerald y no pienso en ningún momento dejar de serlo, sobre todo en lo concerniente a la CARIDAD, virtud en la que a mi juicio el hombre del mundo actual, tiene su talón de Aquiles.

 

Pero ese… ese es otro tema.

 

El reto está ahí. Es un imperativo histórico enfrentarlo y esa, NO ES una misión imposible.

 

Adendum: según Spotify, el año pasado en los playlist de los usuarios mexicanos, el colombiano J Balvin se destacó por ser el artista más escuchado en el país, seguido de Ozuna, Daddy Yankee, Shakira y Maluma. En el resto del mundo, de acuerdo con ésta plataforma de música en streaming, el hip hopfue en 2017 el género más escuchado en el mundo entero, atravesando los criterios lingüísticos y las geografías.

 

Algo no anda bien en éste planeta…

 

Salud y paz

Plutarco.

 

 

 

 

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